Hola, amigos. 

Podéis empezar a escribir sobre los madrugones. 

El ganador de la semana pasada, dedicada al bufé, ha sido…:

Bufones

En el buffet que se ofreció tras el congreso de nutrición, los participantes evitaban mirarse a la cara.

La gracia del relato radica en la contradicción que existe entre el asunto que inspira el congreso, la nutrición, y la culpa evidente con que los participantes se acercan a la comida, previsiblemente poco saludable. El bufé pone en entredicho la misma sustancia del congreso, su limpieza, como si finalmente todas las directrices, recomendaciones y admoniciones que hubieran surgido del congreso fueran un enorme paripé. La elipsis nos conduce así hasta la ironía, convirtiéndola en la verdadera protagonista de este relato estupendo, mediante una redacción certera. 

Su autora, Raquel Esteban Martín, se ha hecho con el primer premio de esta temporada. 

¡Enhorabuena, Raquel!

Otros micros pudieron haber ganado:



Silencio 

La policía no tardó en saber por qué a su sótano lo llamaban «el bufé».



Guorkin Aftenum

Probablemente no podría descansar en sus tan ansiadas vacaciones, pensó mientras servía los platos a su marido e hijos en el bufé del hotel.



La orquesta del Titanic

Mientras el trasatlántico se hundía entre los hielos, el camarero del buffet seguía cortando jamón.

Tristela

El forense sólo escribió dos palabras en el informe de autopsia: Bufé libre.

Silencio

Creyó amortizar los diez euros comiendo tres platos de paella y dos pollos fritos. Pero probó también la mayonesa.

La Marca Amarilla

Encontró un pelo en la sopa, pero no quiso alterar a los comensales del bufé.

La cabeza permaneció en la gran olla.

Saludos cordiales.