Y los veinte poemas finalistas son:

Huracanblue

Caballos de oropel ardiente

Hormigas chispeantes serpientes luminosas

Comanda la voz de la tormenta

Cecilia Gorizaliturri

En lugar de palabras

húmeda electricidad

para limar el cuero del aire.

Elvira

Cuando la quietud del tiempo estalla

se precipita en aguijones la noche

y mis pupilas rasgan la tristeza.

Patricia Butrón

Iluminas de la bóveda salina

la vastedad de tu lenguaje de agua

esa belleza donde cuaja el miedo.

Rayo

Se detuvieron los cantos rodados

Desbocados los ríos, volvieron a su cauce

pero hay un pájaro atrapado en el fango

Oroteanda

El rayo no supo

construir un nido

en la copa del álamo.

La Marca Amarilla

Hay un grito estrangulado por el miedo

en la oscuridad familiar de la ciénaga

la tensa quietud produce el calambre.

José Becerra Motriz

Pero la tormenta es un grito

de cohete en mi boca

que explota sin rastros de ceniza.

Kimera

No hay ruta segura para el amor.

Apostados, los cazadores de pájaros

tienden redes eléctricas a ambos lados de la orilla.

Carlos Rutilo

Mi lengua de serpiente eléctrica

me arrastra

entre golpes de tormenta.

Aroma

El olor a tierra mojada

también

se irá

O. Dubois

Grita el rayo en las paredes de la noche

El resplandor de su fiebre me persigue

El invasor busca el pan bajo mis alas.

Infinito

Una lengua de fuego

con delectación lamió la tierra

mientras el cielo miraba indiferente

FerS

Nacida para morir aprisa

la luciérnaga se desangró con estruendo

empapando de luz nuestros miedos.

Eliseo

Para que la tarde ruede sobre el lago

Que las raíces de plomo

Toquen la piel del cielo.

Semíramis

Serpentinas de fuego

se duermen

en los abrazos del agua.

Vendaval

Le crecieron a la noche alas

salieron las raíces de la tierra

las heridas no fueron nunca cicatrices

Ana Marìa

Te escondes en el ombligo de una caracola ciega // para evitar // el chasquido eléctrico de las amapolas.

Ondine

Desde la arácnida lámpara del salón,

acechan antiguas tormentas familiares

con fugaces destellos de flamígeras palabras.

Juanjo Maíllo

Efímeras fronteras marcan a fuego un cielo

que se rompe en cascadas

de piedra estremecida

Tema de la semana que viene: "Infiel".