¡Buenos días!

Estuvieron a punto de ganar los siguientes poemas:

Ash Mirí

Se tejen nuestras alas con su aliento

Y en el atardecer de cedros húmedos

amamos el sonido del violín en las ventanas.

Versos elaborados con preciosismo plástico. La asociación original del primer verso da paso a un cadencia más serena y pausada, como ese luminoso “atardecer de cedros húmedos” que nos abre las ventanas a la música del mundo. Final de abierta redención.

ANA MARÍA

El ruido de las olas y las sirenas del viento

acarician

el vientre azul de los pájaros rojos.

Ese ruido lo sentimos también en la lectura, como si el poema elaborara un espacio propio que podemos descubrir y habitar, sintiendo esa salvadora caricia sobre “el vientre azul de los pájaros rojos”. Final redondo y cromático de liberación al vuelo.

Rosario Campos

Hay un colibrí de sangre en mi boca

que deja de aletear en nuestro silencio

y abraza el sonido de mi furia cansada.

Estupendas imágenes que funcionan verso a verso, pero muy especialmente en el comienzo, como un estallido sensorial, antes de adentrarse en la profundidad del alma que también visitamos dentro de la lectura, antes de la furia apagada y final. Bien.

Pero el ganador es

Lázaro 

El grito del saxofón

surfea sobre la ginebra

encendiendo el pulso de la noche.

Ya el comienzo es un grito, es un aullido múltiple y coral que nos adentra en una realidad inmediata con su fogonazo, porque se “surfea sobre la ginebra” antes de encender “el pulso de la noche”. Poesía con pegada y contención que se maneja con soltura y desenfado con pocos elementos, que resultan eléctricos en su combinación.

Tema de esta semana: “La realidad”. Nos pasamos la vida intercambiando máscaras: definitivas, fugaces. Máscaras transitorias y máscaras totales, como una muerte previa de toda redención. Sin embargo, antes y después de cualquier ficción sobre nosotros y el resto que podamos construir, se nos aparecerá la realidad. Lo real nos saldrá al paso, o nos lo cortará; se volverá parte de nuestras respiraciones o nos asfixiará con su peso inevitable, invisible a veces. Escribamos sobre esto en 3 versos y no más de 140 caracteres: frente al enmascaramiento, el fingimiento, las ficciones posibles, escribamos sobre la realidad en la vida total, la realidad en la poesía, la poesía realista y la vida real.