Ilustración: Ulises
Sus dos últimas obras, La respiración y La ternura, han conmovido los escenarios. Pero hay muchas más. Todas éxitos indiscutibles. Alfredo Sanzol (Pamplona, 1972) es el Rey Midas del teatro español. Sin concesiones.
Primavera con una esquina rota, de Mario Benedetti.
¿Ha abandonado algún libro por imposible?
Sí, y no siempre a causa del libro.
¿Con qué personaje le gustaría tomarse un café mañana?
La verdad es que si un personaje me interesa es por algo que ha hecho. Lo que ha hecho es lo interesante. Prefiero disfrutar de las obras de los personajes históricos y tomarme los cafés con mis amigos.
¿Recuerda el primer libro que leyó? Charcos en el camino, de Alan Parker. La colección Barco de Vapor de SM es una maravilla.
¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?
Me gusta el papel. Si un libro no me gusta al tacto no lo compro. En pantalla leo cuando no me queda más remedio. Y leo a todas horas y en cualquier sitio.
Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.
Cuando vi la obra de Tadeusz Kantor La clase muerta. Siempre que comienzo a preparar un espectáculo me acuerdo de ella.
Teatro de la Ciudad, La Abadía... ¿ha encontrado su lugar para desarrollar libremente sus proyectos?
Desde que comencé a trabajar he tenido la suerte de ser muy libre en mis proyectos y de haber tenido equipos muy buenos. Creo que Teatro de la Ciudad y La Abadía son una continuación de este recorrido.
¿Tuvo que estudiar mucho a Shakespeare para llegar a La ternura? Sí, fue un placer leer y releer las catorce comedias de Shakespeare. Cuanto más las leía, más me gustaban.
En estos días de clásicos, ¿con cuál se quedaría para pasar el verano?
A mí me gustaría dedicar el verano a leer la Odisea en voz alta por la noche, en un pueblo, que se juntase la gente en la plaza y leer una horita por ejemplo.
¿Qué haría por el teatro en nuestro país?
Me gustaría participar de políticas a largo plazo.
¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
Arte contemporáneo es todo el arte que se hace en el tiempo en el que vivimos, incluido el que busca las formas clásicas. Y parte de ese arte me conmueve, sí.
¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
Las esculturas de Juan Muñoz me gustan muchísimo, pero no me gustaría tenerlas en casa. Me gustaría vivir en un país en el que las esculturas de Juan Muñoz y de otros pudiesen estar en las plazas sin peligro.
Ejerza de crítico de la última exposición que ha visitado.
Philippe Halsman en CaixaForum. Una gran exposición que consigue llevarte por el tiempo siguiendo la búsqueda artística de Halsman.
¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
Claro, me importa muchísimo, la crítica es una creación literaria que surge como reacción a una creación anterior y que intenta transmitir lo que ha producido en quien hace la crítica. Es un arte de síntesis de la experiencia que se ha tenido como espectador.
¿Qué música escucha en casa?
Ahora estoy enganchado al jazz latino.
¿Recuerda la película que ha visto más veces?
Las comedias de Woody Allen son mi tabla salvavidas.
¿Qué obra de teatro le recomendaría al presidente del Gobierno?
Una de la que sus amigos le hablen bien. Si no tiene amigos que hablen de teatro, entonces le recomiendo que me llame a mí.
¿Le gusta España? Denos sus razones.
De España en general no puedo hablar. Hay muchos españoles que me gustan. También hay costumbres que me gustan. Ciudades... Me gustan los españoles que usan su libertad para defender los compromisos que han adquirido.
Regálenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
La única idea que vale para mejorar cualquier cosa está en la educación. El resto son fuegos artificiales.