Soleá Morente
La hija de Enrique Morente presenta su primer disco, Tendrá que haber un camino, fusión del flamenco con el pop-rock, en el Madrid Music Festival
La mediana de los hijos de Enrique Morente, Soleá (Madrid, 1985), es hoy una de las voces más interesantes del pop español, gracias a su decisión de continuar transitando el camino que su padre abrió con
Omega. Aquel disco, grabado con la banda de indie-rock granadina Lagartija Nick en 1998, adaptaba poemas de Federico García Lorca y letras de Leonard Cohen al tiempo que descubría un nuevo terreno para la experimentación en el flamenco. En esas aguas se metieron de cabeza Los Planetas en sus dos últimos discos,
La leyenda del espacio y
Una ópera egipcia, que adaptaban palos del flamenco a estructuras del rock. Mientras todo esto ocurría Soleá acababa sus estudios en Filología Hispánica y preparaba su disco de debut en la música junto a su padre. Sin embargo, la repentina muerte de Enrique Morente truncó este proyecto, pero a la larga puso a Soleá al frente de Los Evangelistas, un supergrupo granadino de homenaje al cantaor formado por J, Florent y Erik de Los Planetas y Antonio Arias de Lagartija Nick. Sin desligarse por completo de estos colaboradores, y añadiendo alguno nuevo como La Bien Querida y Pájaro Jack, Soleá Morente ha publicado su primer disco,
Tendrá que haber un camino, que sucede al EP
Encuentro. Este sábado lo presenta en Madrid en
el Festival Madrid Music City, que se celebra en Matadero y en el que también estarán Unknown Mortal Orchestra, Imelda May, Parov Stelar y Molotov Jukebox.
Pregunta.- ¿Cómo valora que un festival como el Madrid Music City, que celebra el Día Europeo de la Música, haya apostado por usted?
Respuesta.- Para mí es todo un evento, un día muy especial, aunque me impone mucho respeto compartir cartel con artistas de la talla de Imelda May, que la admiro muchísimo, y el resto de los compañeros que estarán en Matadero. Pero eso también hace que le ponga todas las ganas y muchísima ilusión. Además
me llevo de Granada a lo mejorcito.
P.- ¿Exactamente quién le va a acompañar en este concierto?
R.- Antonio Arias de Lagartija Nick, Florent de Los Planetas, JJ Machuca al teclado, Miguel Martín a la guitarra eléctrica y acústica, Mafo de Pájaro Jack a la batería, Edu Pacheco, hijo de Carmen Linares, a la guitarra flamenca… Y
a lo mejor hay alguna sorpresa y vienen mis tíos, Antonio y Pepe Montoyita, que son los músicos de Estrella y están por Madrid.
P.- Ha sido primera confirmación y reclamo del festival. Es una gran muestra de confianza…
R.- Sí, y me impone mucho respeto. La verdad es que me llevé una sorpresa y después flipé cuando vi el cartel.
P.- Está acostumbrada a tocar más bien en salas y teatros, no sé si con Los Evangelistas llegó a tocar en algún festival grande…
R.- Con Los Evangelistas sí hemos tocado en festivales importantes. Y además, cuando era bastante más joven, acompañe a mi padre al Fib para presentar
Omega. La verdad es que con él hemos recorrido todo tipo de escenarios. Después con Los Evangelistas fui al Sonorama, al BIME… Y
este año hemos hecho el SOS y también estaremos en el BBK Live y en el Ojeando en Ojén, Málaga.
P.- ¿Qué ventajas le ve a las salas y teatros respecto a los festivales?
R.- En cada escenario aprendo muchísimo, siempre es una lección.
No le veo ningún inconveniente a tocar en un festival siempre que haya un buen sonido y un público respetuoso, ya sea por afición o por curiosidad. Y después de cada actuación tengo más tablas de las que tenía antes de empezar a tocar. Es verdad que es diferente a tocar en una sala pero las dos opciones me gustan mucho. El año pasado en Sonorama, que le hicimos un homenaje a mi padre, fue alucinante. La adrenalina con tanta gente se dispara. En un teatro se vive otro tipo de magia… Algún día me gustaría coger la guitarra y ponerme a tocar en la calle, a ver qué pasa.
P.- El disco se titula
Tendrá que haber un camino. ¿Cree que lo ha encontrado ya musicalmente?
R.- Tendrá que haber un camino es un disco de búsqueda, de investigación tanto personal como profesional… Su creación no fue premeditada sino que lo he ido haciendo poco a poco y me he guiado por lo que me iba pidiendo el oído y el corazón. Es un disco de investigación porque en la música la búsqueda nunca acaba, pero tendrá que haber un camino que nos lleve a un lugar mejor.
La música es tan extensa, mágica y maravillosa que no se acaba nunca. Para mí es muy difícil decir que he llegado a donde quiero porque me atraen muchas vertientes, tengo muchas influencias y trato de manera natural de ponerlas de acuerdo: flamenco, pop, indie, rock, jazz, música brasileña y portuguesa… A veces es difícil conectar estilos tan diversos pero siempre hay un punto donde todo converge.
P.- En el disco han participado un montón de músicos y artistas: J de Los Planetas, La Bien Querida, Antonio Arias de Lagartija Nick, Pájaro Jack, miembros de su familia… ¿Cómo fue el clima en el que se creó el disco?
R.- Estaba tan inmersa en la grabación y estaba disfrutando tanto que casi no me di ni cuenta… No todo es de color de rosa, hay momentos difíciles en los que hay que tomar decisiones muy importantes. Te ves con el timón en las manos y es algo que impone mucho, pero también te ayuda a conocerte a ti mismo. He tenido la suerte de estar rodeado de músicos maravillosos, de compañeros con un talento y una sensibilidad especial que han sido muy generosos conmigo.
El disco ha surgido del diálogo entre unos y otros, del intercambio de conocimientos. Soy muy fan de La Bien Querida y cuando empezaba con el disco le pregunté si tenía alguna letra que me pudiera pasar… A los pocos días me paso tres canciones geniales que me venían como un guante hecho a medida. Con J y Antonio Arias tengo un intercambio constante de conocimientos del que aprendo muchísimo, mucho más yo de ellos que ellos de mí.
P.- Se ha lanzado a la producción en el disco. ¿Qué tal ha sido la experiencia?
R.- He tenido que tomar decisiones importantes, pero he contado siempre con otras personas que me ayudaban y sin las cuáles no hubiera podido hacerlo.
Hay muchos destinos y diversos caminos para llegar a ellos, pero lo importante es hacer lo que uno siente, lo que cree y necesita. De esta manera, se está más contento y se gana seguridad en uno mismo. Esta experiencia me ha aportado cosas maravillosas.
P.- Hay dos versiones de Leonard Cohen que remiten al mítico
Omega de Enrique Morente y Lagartija Nick…
R.- He intentado ser lo más fiel posible a la versiones que hizo mi padre de
Dama errante y de
Esta no es manera de decir adiós. Las cantábamos en la gira de
Omega, aunque no entraron en el disco porque creo que había demasiado material. Después, cuando empecé con
Tendrá que haber un camino y me vi rodeada de los rockeros de Granada con los que llevaba tocando estos temas toda la vida aproveché para meter las dos canciones en el disco.
P.- Quizá la canción que más sorprende es
Tonto por su base electrónica...
R.- Sí, es verdad. Quizá es la que se sale más del estilo del disco pero cada canción tiene su punto especial. Son canciones muy diversas y luego van encajando y van creando un sentido, se va completando el puzzle. El disco comienza con
Yo escucho los cantos, que es un poema de Machado, y termina con
Todavía, un mensaje de esperanza. Entre medias ocurren muchísimas cosas.
Tonto tiene un punto de humor y me abría el camino a la electrónica, que ofrece infinidad de oportunidades en la música.
@JavierYusteTosi