Soledad Fox Maura
La catedrática publica Ida y vuelta. La vida de Jorge Semprún (Debate), una biografía que bucea en los porqués de la compleja, variada e intensa vida del escritor y político español.
Pregunta.- El carácter de Semprún se formó por dos pérdidas, la muerte de su madre y el exilio, ¿cómo le influyeron?
Respuesta.- Exactamente, son dos puntos clave. Son dos elementos de su infancia, que es especialmente dramática desde un punto de vista humano porque su madre muere y estalla la Guerra Civil, dos acontecimientos que tienen daños colaterales durante el resto de su vida. La muerte de su madre rompió su infancia, como es natural, y el exilio fue una condición permanente en su vida. Por mucho que él volviera a España siempre estaba dividido y al final acabó volviendo a París. Nunca se puede restablecer la vida previa al exilio tras sufrirlo.
P.- Este exilio le lleva a Francia, pero ¿cómo terminó involucrado en la Resistencia, qué papel tuvo en ella?
R.- Su involucramiento en la resistencia se debe a varios factores. Para empezar, está su condición de exiliado y también el hecho de que, a punto de ingresar en la universidad, no se pudo costear los estudios. Por otra parte está viviendo en un ambiente en el que la Resistencia, el compromiso, está empezando a crecer entre los jóvenes. Él ve que participar en la resistencia no es solo una forma de luchar contra la ocupación alemana de Francia, sino también contra el franquismo en España. Su trabajo consistía sobre todo en el sabotaje de líneas de tren para afectar a los transportes de avituallamiento y en distribuir armas llegadas desde Inglaterra a otros miembros.
P.- Fue apresado e internado en de Buchenwald. Su paso por el campo es mención constante en su literatura, pero también ha sido muy criticado por su relato, ¿cómo fue su internamiento?
R.- Meses después de entrar en la Resistencia fue detenido, algo muy típico debido a lo peligroso del trabajo y a las delaciones. Estuvo en una cárcel en Francia un par de meses antes de ser deportado a Alemania. Allí estuvo trabajando en una oficina durante los 18 meses que estuvo allí. Su trabajo diario era traducir la prensa nazi al castellano para los comunistas españoles de dentro del campo. Vivió mejor que otro tipo de presos, pero en la cárcel de Francia sufrió torturas que explica en Ejercicios de supervivencia. El encierro a pesar de todo fue duro, porque fue testigo de experiencias horribles día tras día.
P.- Allí fue donde abrazó el ideal comunista, pero siendo un militante comprometido fue expulsado en 1964, ¿cómo fue esa salida del Partido, qué supuso para él?
R.- Fue una salida dura porque llevaba bastantes años haciendo vida de Partido, viajando a España de forma clandestina, con lo cual la ruptura es muy dura porque él se había sacrificado y había creído en algo, pero ese algo le había llegado a decepcionar. Además estaba muy unido a Santiago Carrillo, una relación muy importante para él, pues Semprún siempre buscó figuras paternas porque la relación con su padre fue difícil. Tuvieron una relación bastante intensa, pero hubo una grieta muy importante porque Carrillo y la Pasionaria querían dirigir desde fuera lo que pasaba en España y Semprún, que estaba viviendo el día a día de la España franquista, veía las cosas de una forma muy distinta y tenía diferentes percepciones de lo que necesitaba el país para cambiar. Tras su expulsión optó por la escritura, la libertad artística, y el no ser miembro de un partido. Aunque no dejó de interesarse en la política, sino que simplemente dejó de militar.
Jorge Semprún (segundo por la izquierda, de pie) en el sexto congreso del PCE, en 1959
P.- Tras tantos años en Francia, la mayoría de su obra en francés, ¿Jorge Semprún era francés o español?R.- Jorge Semprún era sobre todo español y España era su amor imposible. Desde que lucha en la Resistencia hasta su vuelta en la clandestinidad como Federico Sánchez, todo lo hizo para intentar recuperar la España que había perdido y creía que todavía le pertenecía. Prefiere venir como clandestino que no venir. Luego sigue muy de cerca a Felipe González desde los años 70 y está muy interesado en la Transición. Vivía en Francia pero estaba obsesionado con España. Cuando vuelve como ministro pensaba en quedarse y en no volver a escribir ningún libro autobiográfico sobre política, pero todo cambió y las cosas no salieron como planeaba. Se fue antes de tiempo y escribió Federico Sánchez se despide de ustedes.
P.- Español residente en Francia, hablaba alemán, vivió el exilio y la persecución del nazismo... convencido europeísta, ¿podría ser un paradigma de ese ciudadano europeo del siglo XX?
R.- Jorge Semprún fue un europeo con residencia en París y alma española. Era exactamente esa persona paradigmática, pero no fue algo que él escogiera, sino la consecuencia de su azarosa vida: del exilio, de la guerra europea y de su internamiento en un campo de concentración, del papel del comunismo en esos años...
P.- ¿Qué pensaría ahora de todas las tensiones que ocurren en Europa, de la flaqueza de la Unión Europea para hacer frente a los problemas que la asolan?
R.- Siguiendo su línea de pensamiento, creo que estaría preocupado y a la vez vería cosas que le son familiares, situaciones no del todo nuevas para él. Por eso creo que este libro, que repasa su vida y a la vez resume el siglo XX, puede servir para conocer la historia y estar preparados porque la historia se repite bastante, en este caso, desgraciadamente.
P.- Tras poner punto final a esta biografía, ¿Cuál cree que es el legado, el recuerdo que queda de él?
R.- Hay tantas posibles respuestas. Lo que me gustaría destacar de Jorge es que fue un escritor prolífico con una vida increíble, de película, con un poco de James Bond y Humphrey Bogart. Su legado, lo interesante que deja, es que escribió mucho y que todas las situaciones tan dramáticas e históricamente relevantes en las que estuvo involucrado están relatadas. No son un testimonio puro, porque está su arte de novelista también, pero esa mezcla es un viaje a través del siglo XX visto a través de sus ojos, desde su perspectiva.