Alicia Gómez-Navarro
La Residencia de Estudiantes de Madrid recibe la Medalla de Honor de la Academia de Bellas Artes de San Fernando
Pregunta.- ¿Qué supone la concesión de esta medalla a la Residencia de Estudiantes?
Respuesta.- Nos han comunicado que es un reconocimiento a toda la tarea que hemos hecho y que cumple los requisitos de su medalla. La promoción de las artes, difusión y protección del patrimonio, la creación artística, etc. Han reconocido la trayectoria de esas actividades no solo como institución histórica sino a esta segunda etapa en la que la Residencia ha desarrollado diversas tareas.
P.- ¿Cómo se podría fomentar la asistencia de un público más general y joven?
R.- Los jóvenes siempre tienen la posibilidad de exponer su trabajo. En el caso de los artistas a finales de septiembre dos becarias, una poeta y una compositora, hicieron una acción sonora que mezclaba las dos disciplinas. Vinieron todos los amigos porque era una cosa muy moderna, muy interesante y esas actividades atraen a mucha gente. Por otro lado tenemos el apoyo de profesores de universidad que traen a alumnos como parte de algo complementario a las clases. Y nos relacionamos con centros de enseñanza cercanos a los que ofrecemos visitas a la residencia. Esto hace que vuelvan a otras actividades.
P.- Parte de esas actividades se encuentran en la página web y algunas se retransmiten en directo
R.- Sí, hacemos actividades en streaming y captamos un público variado y joven. El problema del público joven, que es el problema de todas las instituciones del mundo, es que se arranquen de su ordenador y les guste salir a socializar no en las redes sino físicamente con otras personas, ya sea asistiendo a una exposición, película, debate o tertulia. Es un reto que descubran que aparte de las redes se puede contactar con la cultura a través de desplazarse.
P.- Hoy en día se pierde mucho tiempo en las redes sociales pero hay gente muy preparada
R.- Yo creo que habrá un pico y luego bajará esa obsesión que tiene la gente de estar comunicados inmediatamente. Veo que la gente joven que viene por aquí está interesada. Cada vez que seleccionamos becarios hacemos entrevistas y te das cuenta de que hay gente muy valiosa, muy preparada, con muchos intereses y muy polifacética. Tuvimos un becario que era matemático y tocaba la tuba, hicieron una orquesta en la que había gente de otra profesión. Pienso que la gente joven tiene una cultura verdaderamente universal en el sentido de que han tenido posibilidades de viajar, de hacer intercambios escolares como el Erasmus y tienen otra visión del mundo, de su actividad, de su cultura. Es de apreciar pero otra cosa es que consigamos moverles y atraerles para que realmente participen y expongan sus creaciones.
P.- ¿De qué manera la Residencia se impulsa internacionalmente?
R.- La Unión Europea nos ha concedido el Sello de Patrimonio Europeo, que lo tenemos 20 instituciones en Europa. Ese reconocimiento es por la contribución a la construcción de Europa tanto en el pasado como actualmente. Nos lo entregó el comisario de cultura europeo en Bruselas en el mes de abril, fuimos todas las instituciones y haremos reuniones donde la idea es crear una red de estas instituciones que cada año irá creciendo. Ahora tenemos un acuerdo a través de Acción Cultural Española a varias partes con el Ayuntamiento de París de intercambio de residencias. Tenemos ahora a un escritor francés durante dos meses para desarrollar un proyecto de novela. Ese proyecto, a su vez, ha llevado a una escritora española a París. La idea es negociar y hacerlo con otros países para que la gente venga a pasar unos meses y entrar en contacto con colegas españoles. Y con el proyecto Espíritus afines tratamos de desarrollar intercambios, traducciones y festivales de poesía.
P.- La Residencia se creó en 1910 y en 1986 fue refundada de nuevo. ¿Qué innovaciones, novedades o en qué se ha hecho más hincapié desde entonces?
R.- A partir de la guerra la residencia se quedó convertida en una residencia dependiente del consejo de investigaciones científicas donde se alojaban investigadores y gente que estaba varios años pero no era gente de la vida cultural. En el 86 se intentó recuperar esa tradición histórica, enlazar con el pasado, crear el centro de documentación. Contactamos con los antiguos residentes que habían creado una asociación, nos pasaron el testigo, nos transmitieron el espíritu de lo que había sido y lo adaptamos a la actualidad. Ya no tenía sentido hacer una residencia de estudiantes porque Madrid estaba lleno de colegios mayores. Siguió siendo una residencia para posgraduados pero siendo un hotel de paso y añadiendo el proyecto conjunto de estas dos patas que son la recuperación del pasado y la proyección del futuro.
P.- Y, ¿cuáles son los propósitos para el futuro?
R.- Tenemos la voluntad de abrir la residencia, llevarla a otros sitios con exposiciones itinerantes. En 2016 vamos a hacer una que se va a ver en toda la comunidad de Madrid y exposiciones conjuntas con otras instituciones. Para el centenario se encargó una obra de teatro llamada La colmena científica o el café de Negrín escrita por José Ramón Fernández estrenada en el Teatro María Guerrero y terminó en París. Y con las nuevas herramientas como el streaming quedan colgados en un portal donde quedan todas las actividades y las difundimos. Con esta colaboración y apertura al mundo, vienen conferenciantes de todo el mundo, queremos fomentar la idea general e internacional de proyectos conjuntos con otros países.
P.- ¿Cuáles son los archivos más importantes de la Residencia?
R.- Desde el punto de vista de escritores es muy bueno el de Cernuda, que hicimos una exposición con él, el de Emilio Prados, Jesús Bal y Gay, era un escritor y musicólogo que junto a su mujer, que era una gran pianist y discípula de Falla, tuvieron que exiliarse a México. También es importante el de José Moreno Villa, poeta, pintor, historiador del arte, su hijo nos donó todo lo que tenía, que era mexicano porque se fue de España sin nada. También los de Francisco Grande Covián, Concha Méndez y Rodolfo Halffter. Ha habido mucha gente que ha querido que sus archivos estuvieran en buena compañía, la de sus amigos. Aquí siempre decimos que los archivos dialogan entre sí. Realmente es un diálogo permanente entre ellos y eso facilita la consulta. También hemos recuperado mucho patrimonio musical que se había perdido por el exilio porque esa época quedó aplastada por el exilio, la guerra y el franquismo
P.- En el caso del archivo de García Lorca con la apertura del Centro Federico García Lorca de Granada se ha comentado que la idea era trasladarlo allí
R.- La Fundación García Lorca está alojada con nosotros desde el año 1986, se firmó un convenio y están aquí instalados de modo que está aquí pero es propiedad de la Fundación. Serán ellos quienes decidan el traslado del archivo, nosotros tenemos el depósito y, en el caso de que se lo lleven, tenemos una copia digital así que en Madrid quedará siempre una copia íntegra del archivo de García Lorca y se podrá consultar. Además los originales son para exponer y las copias digitales son mucho más nítidas.
P.- Ahora que se habla mucho del futuro de la cultura, en la Residencia tienen un proyecto de investigación sobre el futuro de la cultura. ¿Cuál cree que es ese futuro?
R.- Yo soy optimista por naturaleza. Creo que este es un país en el que la cultura ha tenido un gran peso, donde realmente la creación ha sido siempre importante y es uno de los patrimonios más importantes que tiene este país, la creación en todos sus ámbitos. Considero que existe hoy en día una creación muy viva y pienso que seguirá habiéndola. Otra cosa son los canales que haya, que sean más fáciles o difíciles para su difusión.
@scamarzana