Mariza

La artista portuguesa presenta su nuevo disco, Mundo.

Mariza (Maputo, Mozambique; 1973), reconocida internacionalmente como una de las grandes artistas de fado, presenta su nuevo disco, Mundo, el primero con material inédito en cinco años. Una de las canciones, Alma, está escrita por Javier Limón, que también ejerce de productor. Sin embargo, en el disco también hay espacio para clásicos de la legendaria Amália Rodríguez o el mítico cantante de Tangos Carlos Gardel. La colección de canciones, heterogénea, sigue la guía de la voz de Mariza que no abandona la tradición mientras explora nuevos sonidos y ambientes.



P.- ¿Cuál ha sido la chispa que iluminó este disco?

R.- He estado cinco años sin hacer ningún trabajo discográfico y ha sido una época muy provechosa en la que he tenido la oportunidad de conocerme mejor como persona, artista y mujer. Esto ha sido de gran ayuda para que en este disco haya podido demostrar lo que ha cambiado, lo que pienso, lo que siento y lo que quiero demostrar... En definitiva, para enseñar lo que es mi mundo.



P.- ¿Cómo definiría este Mundo?

R.- Es un disco muy personal y muy intimista. A Javier Limón, que ha ejercido la labor de productor, le dije que quería que las personas que lo escucharan pudieran sentir que estoy cantando para sus oídos, muy cercana, muy próxima. Además he trabajado directamente con todos los compositores, los letristas, los poetas... Ellos han escrito expresamente para mí por lo que es como un disco de alta costura, está hecho a la medida de mi persona, con las palabras que quiero decir y con los sentimientos que quiero trasmitir.



P.- ¿También aparece reflejado en este disco lo que ocurre en el mundo?

R.- Sí, está todo ahí. Ningún cantante puede abstraerse de todo lo que ocurre a su alrededor. Todo aparece.



P.- ¿Qué es lo que más le preocupa en este momento?

R.- Los periódicos y la televisión están todo el día bombardeándonos con noticias muy negativas, que nos dejan preocupados por la incertidumbre de hacia donde se dirige el mundo. Además yo tengo un hijo muy pequeño y me siento muy afectada por lo que pueda ocurrir en el futuro. Este mundo parece que se está tornando hacia algo muy peligroso.



P.- ¿Cómo conoció a Javier Limón y qué tal ha sido colaborar con él en este disco?

R.- Ya había trabajado con él en mi disco Tierra y fue una colaboración encantadora, nos entendimos musicalmente muy bien. Es un productor maravilloso y además un amigo. Nunca me presiona y sabe lo que quiero. Lo conocí en Madrid y la primera impresión no fue del todo buena porque lo veía como muy relajado... Hablé con él y le invité a venir a Lisboa para ponerlo a prueba. Le puse a tocar en una taberna de fados y supo desenvolverse perfectamente así que le dije que podíamos trabajar juntos. Ahora han pasado más de ocho años y seguimos siendo amigos, hablamos mucho. Tierra fue una maravilla y cuando me puse con este disco me propusieron a muchos productores pero yo solo tenía a Javier en la cabeza. Le llamé para preguntarle si podía dedicarme algo de su tiempo y él me dijo que si no había tiempo se lo inventaba. Y al final mi mundo también es de Javier Limón.



P.- Él ha compuesto una canción para usted, Alma. ¿Cómo se siente a la hora de cantar en español?

R.- Javier me decía que podíamos traducir la canción al portugués pero para mí solo tenía sentido si la cantaba en español. El problema es que yo no hablo español correctamente, más bien hablo portuñol. Además, hablar es una cosa y cantar es otra. He tenido que estudiar mucho para poder hacer un trabajo digno en español con este tema. Como no es mi lengua oficial a veces me falta espacio para decir las palabras y suena raro. De todos modos, Javier me ayudó muchísimo. Hay muchas diferencias entre el español y el portugués. El portugués es más seco y el español más cantado y melódico.



P.- Mundo es un disco con muchos matices diferentes, hay canciones nuevas pero también clásicos de Amalia Rodríguez o Tangos de Gardel. ¿Qué cree que le da cierta unidad al conjunto? ¿Quizás su voz?

R.- Estamos hablando de mi mundo, de lo que me gusta cantar, de lo que me apasiona, de mis sentimientos... No estoy en realidad preocupada por si las canciones se sienten como una unidad en el disco. De hecho, cuando hice el disco no estaba realmente preocupada por nada. Solo quería poner mis sentimientos ahí y no buscar una línea que lo conduzca todo. Simplemente es música para compartir, para hacernos sentir felices y relajarnos.



P.- La han calificado como la heredera de Amalia Rodrigues. ¿Pesa la etiqueta?

R.- No soy eso para nada. Simplemente soy una cantante portuguesa con mucha suerte. Amalia es Amalia y no hay herederos ni hijos ni sobrinos...



P.- En España los puristas del flamenco critican con dureza a quien pretende innovar en torno a su música. ¿Existe en Portugal un discusión similar en torno al fado?

R.- Sí que existe esta discusión pero yo no estoy en ningún lado. O más bien estoy en los dos. He crecido entre puristas y empece con un canto tradicional. Sé muy bien lo que es, me gusta muchísimo y tenemos que preservar y cuidar ese patrimonio porque con él podremos caminar hacia adelante. Pero yo también vivo en el siglo XXI, en un mundo que está cambiando todos los días y que me influye como cantante y persona. Si no pusiera eso en mi música no estaría siendo sincera, ni pura, ni trasparente.