Cada vez encontramos más adaptaciones de la literatura al cómic. Algunas de estas propuestas no pasan de meros “corta y pega” sin mayor interés que acercar obras clásicas a los lectores más jóvenes. Pero de vez en cuando aparecen en los anaqueles de las librerías más osadas los esfuerzos de adaptación de autores como Pablo de Santis y Luis Scafati.
En esta ocasión, la pareja de argentinos cogen en sus manos el texto de su compatriota Ricardo Piglia La ciudad ausente y lo someten a su particular proceso de transformación. Lo que de sus manos sale no es fácil de definir, aunque en la portada el editor haya decidido ponerle el apellido de moda: novela gráfica. Quizá esté más cerca del libro ilustrado. Que más da. Porque el resultado es algo inusual y sorprendente. Texto e imagen se combinan para trasladar al lector aún sitio donde antes no había estado. El recorrido del protagonista, un periodista metido a investigador, sirve para sumergirnos en un microcosmos complejo y denso, cargado de emociones intensas, a veces enfrentadas. Aunque anticipo que esta es una propuesta compleja, ideal para curiosos, exploradores y ansiosos de lo innovador. Un relato narrativamente avanzado donde la indiferencia no es posible: o gusta o repele. Eso sí, ayuda a entender mejor lo que está pasando ahí fuera.