Moisés Pérez de Albéniz
El galerista y presidente del Consorcio afronta una nueva edición de ARCO que hoy se abre al público
Pregunta.- ¿Cómo está yendo la feria?
Respuesta.- Estamos viviendo un momento diferente a todo lo conocido antes, de modo que sólo podemos comparar esta feria con la del año pasado y del anterior. Y sí, las cosas han cambiado: todas las operaciones se han ralentizado y cuando otros años decíamos que el miércoles se hacía todo, pues este año no. Creo que incluso hoy todavía cerraremos alguna venta. El coleccionista nacional ha venido a comprar, pero se lo piensa mucho. Con los extranjeros va todo un poco más rápido. El año pasado vendí el 90% a nacionales y el 10% a extranjeros y este año creo que va a ser al revés.
P.- Claro que competir con el 21% de IVA frente a las galerías extranjeras que están vendiendo con un 12 o un 14% no estará siendo fácil.
R.- Desde luego que no. Es un disparo a la línea de flotación a las galerías. Es vital que se retome el diálogo y volvamos a los porcentajes habituales. Porque la subida del 18 al 21 para el galerista en su momento la aceptamos, aún sin gustarnos, claro. El problema es el IVA reducido del artista, con el que hacíamos la media y éramos competentes. ¡Ahora estamos frente a una galería alemana, tenemos la misma foto del mismo artista y nosotros tendremos que facturar con 14 puntos más de IVA! A los coleccionistas se les puede pedir un ejercicio de responsabilidad -que compren a galerías españolas siempre que sea al mismo precio- pero no un ejercicio de estupidez.
P.- Desde fuera a veces ha dado la impresión de que quizá los galeristas no se han movilizado demasiado ante semejante injusticia que todos entendemos.
R.- Desde la subida del IVA, desde el Consorcio de galerías no se ha dejado ni un día de trabajar en esta dirección: en diciembre presentamos una enmienda a los presupuestos que no fue aceptada. Las reuniones que tuvimos supusieron cierto acercamiento a los ministerios de Cultura y Hacienda. Una vez agotada esta vía hemos presentado un informe al tribunal de Bruselas explicando la indefensión a la que estamos sometidos y esperamos que la resolución favorable no tarde en llegar. Antes de ARCO nos reunimos con el director del Museo Reina Sofía para que tuviera en cuenta a las galerías y los artistas españoles. También estuvimos con Lasalle y le hicimos patente nuestra situación. No hemos parado de trabajar.
P.- ¿Y cómo explicar a los ministros de Cultura y Hacienda el error cometido?
R.- En realidad explicamos algo que es tan obvio que no hay una diferencia de criterios, que es casi peor. El 21% de cero es cero: si con esta medida no vendamos, no hay recaudación. Lo que pasa es que se hizo tabula rasa y no se estudiaron pormenorizadamente sectores que había que estudiar.
P.- Y tras todos estos intentos ¿qué respuesta recibe?
R.- Nos han hecho patente que la situación va a cambiar, el problema es cuándo y si vamos a aguantar todos para cuando esto ocurra.
P.- Como presidente del Consorcio negoció con ARCO medidas para paliar la crisis y la subida de IVA y a pesar de todo, a un grupo de galerías catalanas no les pareció suficiente y se desmarcaron, decidieron no venir a la feria, aunque al final se echaron para atrás y hoy, finalmente, están aquí. ¿Cómo vivió todo aquello?
R.- No fue un trago de buen gusto. Había aquí dos cuestiones, una, que las galerías catalanas tenían una trayectoria larga, con mucho peso en el panorama nacional, con artistas imprescindibles para una feria. Si fallan estas galerías la feria pierde una parte importante. Por otro lado, habíamos negociado con ARCO descuentos y facilidades de pago que el año pasado no había, llegamos a un acuerdo y ya no se podía hacer más sin tocar el presupuesto de la feria para los programas de coleccionistas o programas comisariados, y esto es importante. Se podía haber conseguido más, seguramente, pero estaba bien así. Algunos no lo entendieron y fueron por su cuenta a negociar con ARCO. Ifema no dio su brazo a torcer y el resto ya lo conoce… Algunas galerías incluso se dieron de baja del Consorcio. Algunas han vuelto y con las demás estamos hablando para que vuelvan porque no tiene sentido. Espero de verdad que vuelvan.
P.- En cuanto a la galería, hace poco más de dos semana inauguró su primera exposición en Madrid, ¿qué tal el cambio? ¿Qué le llevó a dar el gran salto?
R.- El cambio ha sido total. Lo que más me preocupaba no eran tanto las ventas (lógicamente mis clientes no son sólo de Pamplona) sino el bajón de visitas a la galería allí. Hacer un esfuerzo grande, un proyecto específico con un artista y no tener repercusión me parecía una pérdida de tiempo para todos. Venir a Madrid era una antigua idea, pero antes de la crisis era todo inviable, traslado, local, etc. La crisis ha hecho posible este cambio.