Pepe Font de Mora
El director de Foto Colectania celebra 10 años de la Fundación con la exposición La morada del hombre
Pregunta.- Habrán hecho lo imposible para lograr que en el décimo aniversario la Colección Margulies esté en Barcelona.
Respuesta.- Desde luego, la de Martin Z. Margulies, en Miami, es una de las grandes colecciones internacionales, está entre las 100 mejores del mundo. Íbamos buscando la oportunidad de traerla, que encajara con el aniversario ha sido una suerte, se han dado una serie de circunstancias que la han permitido: la coproducción con la Fundación Barrié, la colaboración con la Fundación Suñol, que celebra además los 5 años y que muestra en su sede parte de la exposición... Es la primera vez que esta colección viene a Europa y por eso queríamos hacer un proyecto ambicioso que ha desbordado nuestro espacio.
P.- Régis Durand es toda una eminencia en la fotografía europea, ex director del Centro Nacional de Fotografía francés y del Jeu de Paume de París, hoy responsable del festival Printemps de Septembre en Toulouse. ¿Cómo ha sido la relación con él?
R.- Todo ha ido muy bien. Queríamos que el comisario tuviera contacto con el coleccionista, así que Durand viajó a Miami e intentó entender a Margulies y sus pulsiones. Ha hecho un trabajo excelente logrando una exposición de tesis en torno al hombre. Son 165 obras de 50 artistas que tratan sobre cómo el hombre habita el mundo y actúa en él. Dividida en tres capítulos, lo mejor son las relaciones que se han creado entre las obras. Vemos, por ejemplo, a Olafur Eliasson con William Eggleston, a Walter Evans con Gillian Wearing, relaciones no lineales donde cada parte es diferente.
P.- Por Foto Colectania han pasado las colecciones de Han Nefkens, Helga de Alvear, Juan Redón, M.+ M. Auer... ¿Cómo decide cuál mostrar?
R.- Es toda una búsqueda de investigación, tratamos de mostrar perfiles muy variados. Queremos mostrar la pasión por coleccionar de los coleccionistas privados y también cómo miran el mundo. Hay tantas maneras de coleccionar como maneras de ver la vida. Hemos tenido colecciones corporativas, como la de Televista, o públicas, como la de la Fundación Serralves, pero casi siempre son privadas, y cada una nos ha contado una historia diferente, hay quien la concibe como algo público, hay quien la disfruta en su casa, como un lugar de reflexión... Y desde hace tres o cuatro años, además de las colecciones, hemos introducidos otras líneas expositivas como las muestras de grandes nombres o de fotógrafos jóvenes en colectivas.
P.- ¿Hay diferencia entre coleccionar arte general o fotografía en concreto?
R.- Sí y no. En la fotografía contemporánea no las hay. Hay coleccionistas especializados pero no es lo habitual. Sí que las hay en la fotografía clásica. El caso de Margulies es significativo porque en su colección hay fotos de los años 30 y de hoy. En Estados Unidos es distinto porque hay más tradición de compra de fotografía. En general, lo clásico tiene unas pautas muy diferentes. Las copias de época tienen un valor especial, además del económico, porque narran la historia del fotógrafo y de la evolución del medio.
P.- También las aproximaciones de los artistas a la fotografía han cambiado y muchos no son fotógrafos sino artistas que por distintos motivos llegan a la foto. ¿Hay esa distinción en su colección?
R.- Nuestra colección parte de la base de acotar una época, desde el año 50 hasta hoy, y un espacio, España y Portugal. La de los 50 es una generación magnífica de fotógrafos que viven en su época, la fotografía es clásica pero ya se ve el cambio. En los 90 ya no hay esa línea entre el fotógrafo y el artista. Ya no hay lucha o discusión de si la fotografía es arte o no. Buscamos autores emblemáticos e interesantes para nosotros y sobre todo tenerlos bien representados. Intentamos hacer recorridos por la obra de un artista, que el espectador pueda acercarse a él. De Joan Colom, por ejemplo, tenemos la mejor colección: 150 copias de época. En otros casos, como Alberto García-Alix o Cristina García Rodero, tenemos unas 40 obras también. Son recorridos o series importantes (como Fauna o Sputnik en el caso de Joan Fontcuberta) que hacen comprensible a un autor.
P.- La colección de Foto Colectania sigue creciendo, ¿hacia dónde?
R.- Hacia espacios o épocas que somos conscientes que no están cubiertos, como lo más actual o los años 70, siguiendo la misma línea de adquirir fotografía portuguesa y española.
P.- ¿Se echa de menos en España un Centro Nacional de Fotografía como el francés, por ejemplo?
R.- Se echa de menos un Centro de Fotografía, pero sobre todo que no se haya consolidado una estructura en base a la fotografía. La fotografía está consolidada y presente porque muchos centros la cuidan pero hace falta una política específica con ideas claras. Quizá no sea necesario un gran edificio, ni una gran colección, que cuesta mucho dinero y un esfuerzo importante, sino simplemente hacer una política dirigida a cuidar la fotografía.