
Carlos Alcaraz y Novak Djokovic, tras la final de Wimbledon 2024 Europa Press
El pulso de las estrellas del tenis a los Grand Slam: la mejora en los premios que exigen y su 'no' rotundo al modelo actual
Los 20 mejores del mundo, tanto masculinos como femeninos, reclaman "un aumento sustancial" del 'prize money' en los cuatros grandes.
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En medio de un ambiente de creciente tensión en el mundo del tenis, los veinte mejores tenistas del circuito ATP y WTA han unido fuerzas para exigir un cambio en la distribución de los ingresos de los Grand Slams. Esta iniciativa, que se materializa en una carta de protesta, reclama "un aumento sustancial" en el prize money, argumentando que el reparto actual —apenas el 17% de los ingresos totales— es injusto cuando se compara con otros deportes, donde los jugadores reciben entre el 35% y el 50% de las ganancias.
La petición ha surgido en un contexto de críticas constantes hacia el modelo económico de los torneos más importantes del tenis, como el Abierto de Australia, Roland Garros, Wimbledon y el US Open. Según los datos revelados, estas competiciones destinan una parte mínima de sus recursos a sus protagonistas, lo que ha provocado el descontento entre las estrellas del deporte.
La carta, de la que informó inicialmente el diario L'Equipe, recoge las voces de los jugadores, que comparan la situación con la de otros deportes de élite. Un ejemplo llamativo es el del US Open 2024, donde la venta de un cóctel especial generó ingresos de 12,8 millones de dólares, superando lo que se entrega en premios a los dos campeones individuales juntos. Este hecho pone en evidencia el desequilibrio en la distribución de beneficios y refuerza la demanda de una revisión en el reparto económico.
Entre los protagonistas de esta iniciativa se encuentra la tenista Emma Navarro, actualmente número once del mundo, quien comentó: "Hablé con las otras jugadoras y creíamos que era una buena idea firmar". La declaración de Navarro subraya el consenso existente entre los jugadores, que consideran que la modificación del sistema de reparto es una causa justa y necesaria para garantizar el reconocimiento económico que merece el talento y la dedicación de los tenistas.
Otro es la voz de la jugadora china Zheng Qinwen, campeona olímpica y posicionada en el top 10 del ranking mundial, quien afirmó que un incremento en el 'prize money' beneficiaría a la totalidad de los jugadores, y no solo a los primeros puestos. "Sobre todo beneficiaría a aquellos que necesitan el dinero de los Grand Slams para sobrevivir", añadió, evidenciando la brecha que afecta especialmente a quienes no cuentan con contratos lucrativos ni patrocinadores de gran envergadura.
La demanda de la PTPA
La demanda se suma a una serie de acciones previas en el ámbito del tenis. Recientemente, la Asociación de Jugadores de Tenis Profesionales (PTPA), conformada por jugadores independientes y fundada por figuras como Novak Djokovic, interpuso una denuncia ante los principales organismos del tenis. La queja se centra en lo que consideran un sistema "corrupto, ilegal y abusivo", que no solo afecta al reparto económico, sino también a otras condiciones laborales en los torneos de mayor relevancia.
La situación se agrava cuando se examinan los datos financieros de eventos emblemáticos como Wimbledon. Aunque la bolsa total de premios de este torneo alcanza los 50 millones de libras (60 millones de euros) —el doble que hace una década—, el ganador ha visto cómo su premio creció de 1,76 millones de libras en 2014 a 2,7 millones en 2024. Asimismo, el monto para quienes participan en la primera ronda se incrementó de 27.000 a 60.000 libras. Aun así, a pesar de que Wimbledon reporta ingresos de aproximadamente 400 millones de libras anuales, el beneficio neto del torneo se sitúa en 54 millones, de los cuales el 90% se destina a las arcas de la federación inglesa.

Philippe Chatrier, pista central de Roland Garros
La polémica en torno a la distribución de los ingresos ha encendido el debate en el mundo del deporte. Tras la demanda interpuesta por la PTPA, los jugadores han centrado sus críticas en los Grand Slams, señalando que el libre mercado no se aplica en su totalidad y que el porcentaje destinado a los jugadores es significativamente inferior al que se maneja en otras disciplinas. En este contexto, la presión sobre organizadores como Roland Garros y Wimbledon se intensifica, especialmente de cara a las próximas ediciones.
El comunicado de los mejores representantes del tenis, sin excepción de género, busca no solo modificar la cifra actual, sino también establecer un precedente similar al de la NBA, donde los jugadores aseguran recibir el 50% de los ingresos generados por la liga. La demanda enfatiza que los tenistas merecen una participación más justa en los beneficios, una postura que refuerza la búsqueda de equidad y justicia dentro de este deporte de alta competición.
Sin embargo, la demanda de la PTPA no fue unánime en su apoyo. Carlos Alcaraz declaró: "Sinceramente, no apoyo esa carta... No la apoyo porque no sabía nada al respecto. Hay cosas con las que estoy de acuerdo y otras con las que no. Lo principal es que no la apoyo". Asimismo, Djokovic matizó: "Si os soy sincero, hay cosas con las que estoy de acuerdo en la demanda y cosas con las que no. Incluso me di cuenta de que quizás algunas palabras eran algo fuertes, pero creo que el equipo legal de la PTPA sabe lo que hace para lograr el efecto deseado". Estas declaraciones evidencian la división que existe entre los tenistas, pese al consenso general sobre la necesidad de revisar el modelo económico actual.
Además de las tensiones internas, los números recientes reflejan un crecimiento sostenido en la popularidad de los Grand Slams. Durante la última temporada, los cuatro torneos repartieron en conjunto 254 millones de dólares, un 23% más que en 2023. En términos de audiencia, los 'grandes' alcanzaron más de 2.000 millones de espectadores a nivel mundial y contabilizaron 3.360.000 espectadores en los estadios, lo que representa un aumento del 10% respecto al año anterior. Estos datos refuerzan la idea de que el deporte está en plena expansión, lo que debería traducirse en mayores beneficios para quienes lo hacen posible.