El tenis mundial tiene nuevos protagonistas, y dos de ellos destacan no solo por su talento, sino por la rivalidad y la amistad que han forjado a lo largo de los años. Carlos Alcaraz, el joven prodigio español, y Jannik Sinner, el tenista italiano que se ha consagrado como el número 1 del mundo en 2024, están llamados a liderar el deporte de la raqueta en la próxima década.
Sin embargo, su relación ha pasado de una cercana amistad a una competencia feroz en las canchas, con momentos de tensión dentro y fuera del circuito debido a las últimas polémicas que han sido protagonistas en el circuito ATP.
El primer encuentro entre Alcaraz y Sinner tuvo lugar en 2019, durante el Challenger de Alicante, cuando ambos eran apenas adolescentes con mucho potencial pero poca experiencia en el circuito profesional.
En aquella ocasión, Alcaraz, que contaba con solo 16 años, sorprendió al italiano de 18 con una victoria en tres sets (6-2, 3-6, 6-3). Aquel partido fue solo el comienzo de una rivalidad que marcaría sus carreras en los años siguientes.
Ambos jugadores comenzaron a destacarse rápidamente en el circuito juvenil, y su amistad creció mientras entrenaban juntos y compartían torneos. A lo largo de sus primeros años, las declaraciones de respeto y admiración entre ellos eran frecuentes, y todo indicaba que su relación se mantendría sólida incluso cuando alcanzaran la élite del tenis mundial.
El ascenso de dos prodigios
La evolución de Alcaraz y Sinner ha sido paralela, pero no exenta de desafíos. Carlos Alcaraz, con un estilo de juego agresivo y versátil, ha conquistado tres títulos de Grand Slam y varios Masters 1.000, lo que le permitió llegar al número 1 del mundo en 2023.
Por su parte, Jannik Sinner ha mostrado una consistencia en su juego que lo ha llevado a ganar sus dos primeros Grand Slam en 2024 y a ocupar el primer puesto del ranking ATP, consolidando su posición como uno de los jugadores más temidos del circuito.
Ambos son jóvenes, con estilos de juego que se complementan en la cancha pero que han generado choques intensos. Alcaraz ha señalado en varias ocasiones que Sinner es uno de los rivales más complicados a los que se ha enfrentado.
De hecho, los datos del ATP reflejan que el español tiene dificultades para romper el servicio del italiano, con un porcentaje de acierto en bolas de break que baja significativamente del 42% al 28% cuando se enfrenta a él.
El caso de dopaje de Sinner
A pesar de la buena relación que mantuvieron en sus primeros años, una controversia marcó un antes y un después en la amistad entre Alcaraz y Sinner. En 2024, Sinner fue acusado de dopaje tras un positivo por Clostebol, una sustancia prohibida.
Sin embargo, el caso no prosperó y el italiano fue absuelto de cualquier sanción, pero las repercusiones dentro del circuito fueron significativas.
Durante este período, Alcaraz no mostró un apoyo claro a Sinner, lo que generó fricciones entre ambos. Mientras otros jugadores respaldaban al italiano, el español mantuvo declaraciones ambiguas que dejaron entrever dudas sobre la inocencia de su rival.
Este episodio tensó la relación entre los dos tenistas, que hasta entonces habían mostrado una admiración mutua tanto dentro como fuera de las pistas.
El conflicto del calendario
La tensión entre Alcaraz y Sinner escaló recientemente con el tema de los horarios y el calendario del circuito ATP. Carlos Alcaraz criticó públicamente la carga excesiva de partidos en una temporada cada vez más larga, comentando que "nos van a matar" con tantos torneos.
"Muchos jugadores están de acuerdo conmigo, tenemos que hacer algo al respecto", afirmó Alcaraz en rueda de prensa, insistiendo en la idea de que el actual calendario del tenis mundial cuenta con demasiados compromisos.
Estas palabras no fueron bien recibidas por Sinner, quien respondió de manera tajante al afirmar que "cada jugador es dueño de su propio destino" y que no es necesario jugar todos los torneos.
Este cruce de declaraciones no hizo más que avivar la rivalidad. Alcaraz insistió en que muchos jugadores están de acuerdo con su postura y que algo debe hacerse al respecto.
"He visto y escuchado a muchos jugadores quejarse del calendario. Es muy largo, y deberíamos hablar entre nosotros para hacer algo al respecto", dijo el italiano para continuar sentenciando que "nosotros, los jugadores, todavía podemos elegir qué jugar y qué no".
Mientras tanto, Sinner sigue firme en su posición de que los jugadores deben ser responsables de su propio calendario y hacer las elecciones adecuadas para su bienestar físico, evitando sumarse a la reivindicación del tenista español.
La batalla por el nº1
Con Sinner actualmente como número 1 del mundo y Alcaraz en el segundo puesto del ranking ATP, la competencia entre ambos ha alcanzado su punto máximo.
Cada enfrentamiento entre ellos es un espectáculo que atrae la atención de fanáticos y expertos, y ya se les compara con las grandes rivalidades del pasado, como la de Federer y Nadal.
Los enfrentamientos entre Alcaraz y Sinner han sido épicos. Han jugado ya en dos Grand Slams y en varios torneos importantes, con un récord de cuatro victorias para cada uno.
Sus estilos de juego contrastan y se complementan, lo que ha dado lugar a partidos intensos y reñidos. Sinner, con su potente servicio y su capacidad para mantener la calma en momentos cruciales, ha sido uno de los pocos jugadores capaces de desestabilizar a Alcaraz.
A pesar de las tensiones actuales, tanto Alcaraz como Sinner reconocen la importancia de su rivalidad para el desarrollo de sus carreras. Ambos saben que la competencia los empuja a ser mejores y a alcanzar nuevas alturas en el tenis mundial.
Alcaraz ha expresado que Sinner es una razón para levantarse cada día y seguir trabajando duro, mientras que el italiano ha comentado que espera que su rivalidad con el español se convierta en algo tan legendario como la de Nadal y Federer.
Lo que está claro es que el tenis mundial tiene en estos dos jóvenes prodigios a sus futuros líderes. A medida que sigan acumulando títulos y enfrentándose en las canchas más importantes del mundo, la relación entre Alcaraz y Sinner continuará siendo un tema central en el deporte.
Si bien hoy parece haber una "guerra abierta" entre ellos, su rivalidad promete ser una de las más emocionantes de la historia del tenis, alimentada por la admiración y el respeto que, a pesar de todo, sigue existiendo entre ambos.