Golpe de realidad para Rafa Nadal en la tierra batida de Roma. El tenista español se despidió de un torneo que ganó en diez ocasiones durante su carrera siendo aplastado por el polaco Hubert Hurkacz (6-1 y 6-3). No tuvo ninguna opción ante la novena raqueta mejor del mundo y termina con estas malas sensaciones su preparación para Roland Garros, que arranca en nueve días. [Narración y estadísticas del partido]
Nadal luchó como pudo ante el gigante polaco de 1.96 metros de altura, el mejor sacador del circuito. Hurkacz hizo muy buen partido, rebelándose en la pista contra la mayor leyenda habida y por haber en el tenis sobre arcilla. Ante un Rafa vulnerable, con menos velocidad y más errático de lo que acostumbró durante toda su carrera, Hurkacz se agarró a su saque con nueve aces -su única doble falta llegó casi al final- y a su potencia para ganar en poco más de hora y media al balear.
Este partido deja muchas dudas a Nadal de cara a París. En la previa decía que era "el momento de empujar y quitarme el miedo a romperme", pero se topó con un muro que apenas le dejó intentarlo. En Madrid aplazó hasta Roma su decisión sobre jugar Roland Garros y ahora deberá anunciar qué hace de cara al torneo que le llevó al Olimpo del tenis.
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Roma despidió a Rafa haciéndole sentir en casa. Nadal no quiso homenajes y se marchó corriendo de la pista, aunque el torneo había comunicado a la ATP tener preparada una breve sorpresa para el español. Aún así, el público le brindó una ovación a la altura de quien es, sin duda, el mejor teniata que ha pasado por allí.
Así lo dicen los números, ganador diez veces del torneo, más que ningún otro; con 70 victorias, más que ningún otro; y con 19 participaciones, más que ningún otro.
La agridulce despedida de Rafa
Las dudas empezaron para Nadal cuando todo lo que parecía que debía caer a su lado caía al contrario. Hurkacz salvó su primer servicio, que se fue larguísimo y en el que Rafa tuvo hasta cinco bolas de break. El español también salvó su primer saque, con un punto de rotura para el polaco, pero perdería los dos siguientes.
El primer set no llegó ni a los 50 minutos, y eso que sólo los dos primeros juegos se llevaron más de 20. Pudo haber acabado con mejores sensaciones, volviendo a gozar de dos bolas de break en el último saque de Hurkacz, pero el polaco los salvó y se impuso con un demoledor resultado de 6-1.
En la segunda manga, Rafa se llevó un 40-0 en el primer saque de Hurkacz y perdió el suyo siguiente. A partir de ahí le tocó remar a contrarriente, aguantando en sus siguientes servicios ante el empuje del público italiano y sus cánticos a favor del español. No pudo ser. En su cuarto turno al saque, el polaco volvió a imponerse para cerrar el partido y despedir para siempre a Nadal en Roma.
Rafa sufrió a todos los niveles: táctica, físicame y, sobre todo, mentalmente. Tras la derrota, se marchó rápidamente de la pista a pesar de que el torneo tenía preparado un homenaje para un tenista que gobernó allí hasta en diez ocasiones. Con este agrio sabor, el tenis queda a la espera de saber si Nadal nos regala a todos un último paso por la Philippe Chatrier.