El mundo del tenis sigue esperando a Rafa Nadal. El jugador español se puso como objetivo llegar a la temporada de tierra batida y especialmente a Roland Garros en el mejor tono de forma posible, pero ahora mismo su vuelta es una incertidumbre.
Después de un 2023 totalmente aciago para el de Manacor, que se pasó todo el año en el dique seco por culpa de una lesión en el Open de Australia, todas las esperanzas estaban puestas en volver a verle sonreír en 2024. Sin embargo, el comienzo de la temporada no ha sido nada positivo.
En su puesta en escena, en el ATP de Brisbane que se disputó a principios de enero, Nadal cayó lesionado. Fue en tercera ronda, después de vencer a Thiem y Kubler ofreciendo muy buenas sensaciones. En el duelo ante Thompson tuvo que retirarse por una microrotura muscular que le terminó dejando fuera de las pistas de forma indefinida.
No participó tampoco en la gira americana ausentándose de los torneos de Miami e Indian Wells y la última vez que se le vio vestido de corto fue en una exhibición con Carlos Alcaraz en Las Vegas.
Duda en Montercarlo
Con la llegada de abril entramos en un momento trascendental para la temporada de Rafa Nadal. Esta semana comienzan los torneos sobre tierra batida y la presencia del español está en el aire.
El Masters 1.000 de Montecarlo era la primera cita marcada en rojo del calendario del tenista balear. Este viernes se sortea el cuadro y se desconoce si Nadal podrá participar. Mientras tenistas como Rune o Djokovic ya se encuentran en Mónaco preparando el torneo, el español no da pistas sobre su estado físico.
Nadal ya lo dejó claro hace unas semanas, en su última comparecencia pública con motivo de un evento de su Fundación. "Yo haré lo posible para intentar comenzar la temporada de tierra que es mi objetivo, trabajo para eso y esforzándome con ese objetivo, pero de aquí a lo que pueda pasar ya no me atrevo a decir nada porque últimamente se me hace difícil hacer predicciones, desgraciadamente", apuntó.
De momento sigue inscrito en el torneo de Montecarlo, pero las últimas informaciones apuntan a una posible baja de última hora. En ese caso, el siguiente objetivo de Nadal sería estar listo para el Trofeo Conde de Godó en Barcelona (15-21 de abril) y el Mutua Madrid Open (22 de abril al 5 de mayo). Sería dramático si no está presente en ninguno de los dos torneos ya que tan solo le quedaría el Masters 1.000 de Roma antes de Roland Garros.
Roland Garros y los Juegos
Rafa Nadal necesita ritmo competitivo. El de Manacor disputó su último encuentro oficial sobre su superficie fetiche durante el 5 de mayo del 2022, fecha donde se proclamó vencedor de Roland Garros tras vencer en la final del torneo de los mosqueteros al noruego Casper Ruud. Pueden ser casi dos años sin ver al español jugar sobre la arcilla.
Aquel día, el ganador de 22 Grand Slams consiguió hacerse con su decimocuarto Roland Garros tras conseguir victorias contundentes y de mucho peso ante jugadores de la talla de Auger-Aliassime, Alexander Zverev (terminó lesionado de gravedad en su tobillo derecho), o el propio Novak Djokovic, que sucumbió en la Philippe Chatrier ante un ciclón llamado Rafa Nadal.
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En el deseo de todos los españoles es volver a ver esta versión de Nadal. Pero no será fácil. No es un secreto a voces que esta puede ser la última temporada del balear antes de su retirada y sería un cierre redondo a una trayectoria impecable.
Además de Roland Garros, otro de los sueños de Nadal es disputar los Juegos Olímpicos de París 2024. Para hacerlos, debería recibir una invitación ya que por ranking no puede clasificarse.
El balear ya sabe lo que es saborear metal en una cita olímpica. Debutó sin éxito en Atenas 2004 y en Pekín 2008 logró la medalla de oro en la competición individual masculina. Ocho años después en, Río 2016, volvió a saborear el metal dorado, esta vez en la modalidad de dobles masculinos junto a su compañero Marc López.
Historial de lesiones
La carrera del exnúmero uno del mundo ha estado marcada casi de tantas lesiones como prodigiosas recuperaciones. Una de las más inesperadas fue la que protagonizó a comienzos de 2022, cuando se sobrepuso a un triste 2021, en el que sus problemas crónicos en el pie izquierdo y dolencias en la espalda le tuvieron ocho meses y medio de baja.
Cinco meses y medio en 2018 por una suma de lesiones abdominales, tendinitis en la rodilla y problemas en el psoas; dos meses en 2016 por culpa de la rodilla derecha y de la muñeca izquierda, la misma que le había apartado de las pistas el año anterior; tres meses en 2014 por la muñeca derecha y la espalda; o siete meses en 2012 por una rotura de tendón de la rodilla derecha son otros percances físicos que ha sufrido el tenista español.
Ahora, está peleando por dejar atrás la que puede ser su última lesión. Después de los Juegos podría decir adiós. Lo decidirá él y también su cuerpo, si le da algo de tregua después de unos años complicados.