Nadie es capaz de frenar a Carlos Alcaraz en Indian Wells, ni siquiera un enjabre de abejas. El número dos del mundo volvió a mostrar su mejor versión sobre la pista en el desierto californiano y derrotó con contundencia a Alexander Zverev. Una demostración de que 'Carlitos' va a por todas a revalidar su corona en el primer Masters 1000 de la temporada.
El encuentro comenzó con cierto revuelo tras la inesperada aparición de un emjanbre de abejas. Esto obligó a parar el partido ante la imposibilidad de jugar el partido durante un largo periodo. De hecho, Alcaraz sufrió una picadura en la frente, pero eso no evitó que se convirtiese en un ciclón en el regreso a la pista.
Dominó a Zverev como quiso. El alemán era uno de los tenistas que más veces le había ganado en su carrera, pero lejos de amedrentarle, le espoleó. Impuso su autoridad desde el primer momento en la pista central y desarmó a un rival que fue incapaz de plantarle cara ante el fantástico nivel del español.
Una victoria de gran prestigio que le deja a solo dos pasos de revalidar su título en Indian Wells. Ahora Alcaraz ya tiene la mente puesta en Sinner, uno de sus grandes rivales en el circuito y con quien ha vivido duelos memorables como el de cuartos del Abierto de EE.UU. en 2022 que duró más de cinco horas y que acabó casi a las tres de la madrugada.
Alcaraz derrotó a Sinner, que acecha su número dos en el ránking mundial, en las semifinales de la pasada edición de Indian Wells, pero el italiano se adjudicó los dos últimos partidos entre ambos en Miami y Pekín.
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Victoria incontestable
Con 2-1 a su favor, Alcaraz tuvo su primera oportunidad de 'break'. "Hazlo largo el punto, lo quiero largo", le pedía su entrenador Juan Carlos Ferrero. No hizo falta: Zverev se atascó con una doble falta y Alcaraz tomó ventaja (3-1).
El español dominó el primer set con nervios de acero, con un juego impecable desde el fondo de la pista, con un saque a prueba de bombas y moviendo perfectamente a su rival con esas combinaciones de dejada y globo que ya son marca de la casa.
Frente a la impresionante autoridad de Alcaraz, Zverev parecía muy frío, sin ningún tipo de ritmo y totalmente desenchufado. Hubo un pequeño momento de peligro para Alcaraz con 4-2 y 0-30 en contra, pero lo solventó con enorme facilidad: un par de subidas a la red, un derechazo cruzado y un acelerón más para cerrar el set en 52 minutos.
No se conformó Alcaraz con su nivel en la primera manga y siguió creciendo y creciendo en el segundo capítulo. Dos roturas consecutivas (4-0) logró frente a un Zverev cabizbajo e impotente ante la calidad, potencia y variedad de golpes que le llovían desde el otro lado de la red Alcaraz cerró su clase magistral por la vía rápida y con otro 'break.