Desde su victoria en el Open de Australia 2014 en categoría junior, Alexander Zverev fue señalado como una de las grandes estrellas de la generación posterior a la del Big Three. Hijos de los tenistas Irina Swerewa y Alexander Mikhailovich Zverev, su carrera apuntaba a lo más alto. Diez años después, en Melbourne, Sascha todavía persigue su primer título de Grand Slam de su trayectoria profesional.
Lo más lejos que Zverev ha llegado en el Open de Australia fueron las semifinales que alcanzó en 2020. Para igualar ese resultado tiene una difícil empresa: vencer a Carlos Alcaraz, número dos del mundo, este miércoles en cuartos de final. El alemán, que en octavos le tocó aguantar hasta el tie-break del quinto set ante Lukas Klein -como en segunda ronda-, llega con más fatiga que el español.
Pero el rendimiento de Zverev se ha visto ensombrecido en Australia por una noticia: será juzgado a partir del 31 de mayo de 2024 de las supuestas agresiones por las que le denuncia su expareja, y madre de su hija, Brenda Patea.
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Alexander Zverev fue acusado de "abusar y dañar físicamente la salud de una mujer durante una discusión en Berlín en mayo de 2020", según una declaración judicial emitida el 31 de octubre de 2023.
La declaración explicaba que Zverev sería multado con 450.000 euros el pasado 2 de octubre, pero el tenista negó los hechos y recurrió la acusación, por lo que el caso será escuchado en el Tribunal del Distrito de Berlín. La portavoz del tribunal explicó que no será necesaria la presencia del tenista en el juicio a no ser que el Tribunal del distrito de Tiergarten estime lo contrario.
En una entrevista para Süddeutsche Zeitung, la expareja de Zverev contó otros detalles oscuros de su relación con el tenista. Señaló que si no le denunció antes fue porque no quería enfrentarse a los comentarios de la opinión pública.
Además, señaló en esa misma entrevista que había sido intimidada por los abogados de Alexander. Estos presionaron para que firmara un contrato de nueve páginas que la sometería a viajar hasta a seis torneos junto a su hija durante la temporada de tenis, borrara todas las publicaciones de la niña colgadas en sus redes sociales y que "guardara el más estricto secreto de todos los detalles de su vida anterior juntos".
La incomodidad de Zverev
Toda esta situación que le rodea no pasa inadvertida, y menos en el Melbourne Park. Desde que empezara el torneo -y saltara la noticia del juicio- se le ha preguntado al respecto y Zverev se ha mostrado incómodo.
Le preguntaron sobre qué pensaba de las personas que creían que no debería estar compitiendo hasta que no se resolviera el caso sobre las acusaciones y respondió así: "¿Como quién? Esto lo dicen los periodistas, algunos que en realidad están más interesados en esta historia para escribir y más en los clics que en la verdad misma".
Además de eso, tras ganar sufridamente a Klein, le volvieron a cuestionar y reaccionó mal: "Vaya, esa es la pregunta. Acabo de jugar un partido de cuatro horas y cuarenta minutos. Para ser honesto, no es la primera pregunta que realmente quiero escuchar". "No tengo ni idea. Es en mayo", agregó sobre el juicio programado.
El desgaste que acusa Zverev
Solamente Zverev sabe si este asunto está pesando en su rendimiento, pero la realidad es que en Australia no está ofreciendo su mejor versión. Sólo ha habido un partido, el de tercera ronda contra el joven Alex Michelsen, en el que no haya perdido un set y, además, uno de ellos tuvo ganarlo en el tie-break. De los que han llegado a los cuartos del Open, Jannik Sinner todavía no ha cedido ningún set y Alcaraz sólo uno. Zverev, seis.
No es la progresión en la que venía Zverev a sus 26 años. Hay que recordar que en el Roland Garros 2022, donde ganó a Alcaraz en cuartos, sufrió una grave lesión en las semifinales ante Rafa Nadal. En aquel partido se rompió hasta siete ligamentos en su tobillo derecho y no volvió a jugar hasta diciembre de ese año. El Open de Australia 2023 sería de los primeros torneos que jugaría tras reaparecer y cayó en segunda ronda.
Zverev ha ido ascendiendo en los últimos meses hasta volver a la posición seis que ocupa actualmente. En junio de 2022, justo tras su buen Roland Garros en el que se lesionó de gravedad, subió hasta el puesto 2. Es a día de hoy su lugar más alto alcanzado y todavía sueña con alcanzar el trono y, sobre todo, ganar ese Grand Slam que se le resiste a él y a otros de su generación como Tsitsipas.
La gran preocupación para Zverev de cara al enfrentamiento contra Alcaraz en cuartos ha de ser la diferencia de desgaste entre uno y otro. De la comparativa de los sets perdidos en el torneo por el alemán (6) y el español (1) surge también una brecha de 4 horas y 15 minutos de más que ha tenido de juego Sascha respecto a Carlitos.
Sobre el desgaste del alemán, Alcaraz dio una comentada impresión tras su victoria en octavos contra Kecmanovic: "Creo que he hecho todo bien. Tendré mis oportunidades si sigo jugando así. Él ha jugado partidos largos a cinco sets. Va a ser difícil para él físicamente", resumió el tenista murciano en pista.
Estas palabras se las pusieron a Zverev en su rueda de prensa oficial y este respondió con un recado a Alcaraz: "No es como en el US Open, donde estaba completamente muerto. Es mejor si juegas menos, pero no estoy muerto. Mi estado físico no es el mismo que en el US Open. Espero que el partido sea muy diferente, para ser honesto", agregó.
Esta es la octava vez que Alcaraz y Zverev se enfrentan en partido oficial, inclinándose la balanza por poco a favor de Alexander por cuatro victorias a tres. Es también la tercera ocasión que se ven en un Grand Slam, casualmente en los cuartos de final, con hasta ahora un triunfo para cada uno: Sascha en el Roland Garros 2022 y Carlitos en el US Open 2023. Este miércoles, habrá desempate.