La llegada de Rafa Nadal como embajador de la Federación de Arabia Saudí de tenis ha causado cierto estupor dentro del deporte de la raqueta. Casi nadie se esperaba una firma de tal calibre en un proyecto. Este desembarco no deja de ser una maniobra del país del Golfo Pérsico para seguir completando ese 'sportwashing' de cara al mundo.
El proyecto de Arabia Saudí va más allá de fichar a Rafa Nadal, puesto que ya lleva tiempo trabajando para convertirse en uno de los centros neurálgicos del tenis. Pese a ser un lugar casi inhóspito, el país saudí ya ha conseguido acumular a varios de los mejores jugadores del mundo dentro de sus fronteras.
Ha organizado exhibiciones como la Diriyah Tennis Cup. Eso hizo que se trasladasen hasta allí jugadores de la talla de Stefanos Tsitsipas, Andrey Rublev o Alexander Zverev. Todos ellos lucharon por un premio que alcanzaba el millón de dólares, algo a lo que difícilmente se puede acceder si no ganas un Grand Slam.
[Rafa Nadal, nombrado nuevo embajador de la Federación de Tenis de Arabia Saudí]
Se han llevado también las Next Gen Final y están peleando por disputar las WTA Finals. Además, han sido capaces de atraer a Novak Djokovic y Carlos Alcaraz para un partido de exhibición antes del Open de Australia. Es decir, la llegada de Rafa Nadal ha sido tan solo un paso más.
Una maniobra que ya ha replicado a otros deportes. El último de ellos ha sido el golf, donde han creado un circuito alternativo al PGA, el LIV Golf, y se han dedicado a llevarse a golpe de talonario a varios de los mejores jugadores del mundo, como ha sido el caso de Jon Rahm, con un contrato que supera los 500 millones de dólares, Sergio García o Phil Mickelson.
El mismo camino que ha seguido con el fútbol. La liga saudí se ha convertido en una acaparadora de estrellas y ha firmado a varios de los mejores del mundo. Ha sido el caso de Karim Benzema, Cristiano Ronaldo, Sadio Mané o N'Golo Kanté. Una apuesta marcada por las desorbitadas ofertas, las cuáles han sido prácticamente irrechazables.
Atraer a estrellas
Arabia Saudí ya ha puesto su maquinaria en marcha para convertirse en una auténtica referencia a nivel mundial en el tenis. Desde hace un par de años comenzó a dar pequeños pasos, algunos de ellos casi desapercibidos, para ir copando terreno y así tender sus redes en el futuro, como ha ocurrido como el reciente fichaje de Rafa Nadal.
La Diriyah Tennis Cup ha sido uno de los torneos más relevantes que disputa en Arabia Saudí. Durante varias temporadas atrajo a varios de los mejores jugadores del mundo gracias a unos suculentos premios ofrecidos. Un millón de dólares recibía el ganador, algo extrañísimo de ver en el circuito.
Stefanos Tsitsipas, Andrey Rublev, Alexander Zverev, Nick Kyrgios, Hubert Hurkacz, Cameron Norrie, Matteo Berrettini, Stan Wawrinka, Dominic Thiem y Dominik Stricker han sido algunos de los que han participado. De hecho, Medvedev, actual número 3 del mundo, ha sido un jugador recurrente en los duelos participados en Arabia Saudí.
A través del dinero han conseguido que las estrellas visiten sus fronteras y se conviertan en una atracción más dentro del deporte. Por ejemplo, Carlos Alcaraz y Novak Djokovic disputaron un partido de exhibición tan solo una semana antes de disputar el Open de Australia.
Poco a poco, han ido captando a los jugadores y han ido haciendo lo propio en el circuito masculino y femenino. Las Next Gen ATP Finals se han disputado esta temporada allí en mitad de un espectáculo sin igual, pero no se quedan tranquilos con esa única cita.
Esta temporada, ante los problemas surgidos para disputa de la Copa de Maestras, Arabia Saudí entró con fuerza en la puja para llevarse el torneo que reúne a las ocho mejores tenistas del mundo. Sin embargo, finalmente, se trasladó a Cancún, aunque todo hace indicar que a partir de 2024 la WTA firmará un acuerdo con ellos para que se disputen las WTA Finals durante cuatro temporadas.
Además, una de las guindas del proyecto es la más que posible llegada de un Masters 1000. Desde el fondo de inversión saudí quieren comprar una licencia y Miami y París-Bercy aparecen como las futuribles a cedérsela a cambio de un grueso de millones. Además, la operación ya ha sido desvelada por algunas personas relevantes dentro del tenis.
"Espero que el Masters 1000 que la ATP regalará a Arabia en enero de 2025, quizás combinado con la WTA, sea suficiente para satisfacer sus ganas de tenis", eran las palabras del presidente de la Federación Italiana de Tenis, Angelo Binaghi. Unas declaraciones que supusieron toda una revolución y que confirmaron a Arabia Saudí como un lugar de futuro en el tenis, tan solo a la espera de que se dé el visto bueno.
Captar a estrellas
"Dondequiera que mires en Arabia Saudí puedes ver crecimiento y progreso, y estoy ilusionado de formar parte de este proyecto. Sigo jugando al tenis porque amo el juego y la competición, pero más allá de jugar y competir, quiero ayudar a que el deporte crezca en todo el mundo y Arabia Saudita tiene un verdadero potencial", eran las palabras de Rafa Nadal para confirmar su unión a la Federación de Tenis de Arabia Saudí.
Unas palabras que revelan que Arabia Saudí no solo quiere que vayan los mejores jugadores del mundo, sino que también quiere crearlos. El país del Golfo Pérsico está empeñado en ser protagonista y sabe que para ello también han de generar talento, por eso han decidido apostar por Rafa Nadal.
Falta saber si el tenista español será partícipe del crecimiento del tenis en Arabia Saudí abriendo una sede la Rafa Nadal Academy en el territorio. De hecho, ya inauguró una sede en Kuwait para potenciar el talento de Oriente Medio, por lo que sería raro que pusiese en marcha otro proyecto allí.