A Carlos Alcaraz le puedes vencer una vez, pero hacerlo en dos ocasiones consecutivas resulta ahora mismo prácticamente imposible. Y sino que se lo pregunten a Tommy Paul, que después de deshacerse en Toronto del murciano volvió a toparse con él en los octavos de final del Masters 1.000 de Cincinnati pero con resultado totalmente opuesto (7-6, 6-7, 6-3). [Así vivimos la victoria de Carlos Alcaraz sobre Tommy Paul]
A Carlitos le volvió a costar. Lo que consiguió no fue ni mucho menos una victoria sencilla ni abultada. Tuvo que remar para llegar al tiebreak en la primera manga e incluso remontar en el desempate, se desmoronó inexplicablemente en el tiebreak de la segunda y certificó el triunfo en la última con parón por la lluvia incluido. Pero en esta ocasión, la moneda cayó del lado del tenista murciano, que ya está en los cuartos de final.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero sigue atravesando un momento un tanto dudoso de juego. En el horizonte está cada vez más cerca el gran objetivo de este tramo de la temporada, y ese no es otro que el US Open donde se juega revalidar su condición de campeón. Ya la pasada campaña sorprendió al mundo con su primer Grand Slam y la meta es llegar con las mejores sensaciones posibles a este torneo, algo para lo que va a tener que seguir trabajando a fondo.
Frente a los fantasmas
No se trataba de un partido cualquiera para Carlos Alcaraz. Este choque se jugaba mucho en lo mental porque el español quería quitarse de encima el mal sabor de boca que le dejó su última derrota ante Tommy Paul, así que quizás tenía más presión sobre sus hombros de lo debido.
El choque comenzó con buenas sensaciones para Carlitos, que llegó a tener una bola de break en el primer juego aunque no pudo aprovecharla. Ganó su primer servicio en blanco, pero desde luego que no iba a ser coser y cantar como pintaba en esos dos primeros juegos. Poco a poco, Tommy Paul se fue entonando y de hecho consiguió romper el servicio del español para colocarse 2-4 arriba en el primer set.
Con el posterior 3-5 en el marcador y servicio para el norteamericano para cerrar la primera manga, las cosas pintaban muy mal para Alcaraz, pero fue ahí cuando el murciano dio el do de pecho. Recuperó el break en el momento más crítico y forzó el tiebreak.
En el desempate, llegó a estar 1-3 abajo, pensando que Tommy Paul podría volver a dejarle por el camino por segunda vez, pero Alcaraz resurgió de sus cenizas y terminó dándole la vuelta al marcador para adjudicarse el primer set.
La segunda manga fue una auténtica montaña rusa. Es difícil encontrarle una explicación lógica a lo que pasó en este tramo de partido y a las constantes roturas de servicio que cedieron ambos jugadores de manera constante. El primer break lo consiguió el estadounidense para aventajarse 3-4, pero cuando parecía que ponía la directa apareció Alcaraz para frenarlo.
Cuatro roturas de servicio consecutivas, dos por cada bando, dejaron esta segunda manga a las puertas del tiebreak. Con el 6-5 en contra, Paul tuvo varias bolas para ir al desempate, también Carlitos para cerrar el choque en un juego que parecía interminable. Tras un cuarto de hora de juego, 15 minutos y 9 segundos, el desenlace se fue al tiebreak.
De manera inexplicable, Alcaraz se desmoronó en este desempate. Perdió el primer punto y a partir de ahí todo fue una cadena de errores que le sirvieron una victoria plácida a Tommy Paul en la segunda manga. En blanco. Vuelta a empezar y otra vez los fantasmas reapareciendo.
Por si tenía pocos alicientes, el partido se suspendió en varias ocasiones por la lluvia. Lo hizo con Alcaraz ya mandando en la última manga. Los jugadores se fueron a vestuarios, regresaron y tuvieron que volver a abandonar la pista. En el regreso el español no acusó el parón y puso la directa para colarse en los cuartos de final donde se medirá al australiano Max Purcell.