El tenis asiste a un cambio de orden que empuja con sus fuerzas Carlos Alcaraz. El palmareño, con 20 años cumplidos hace menos de tres meses, sacudió el circuito con su victoria contra Novak Djokovic en la final del último Wimbledon. Asentado como el mejor del mundo, cada vez con menos candidatos a bajarle de ahí por su propio crecimiento, inicia su era con un dominio apabullante sobre el resto.
Más allá de Djokovic, que ya tiene 36 años, Alcaraz busca rival. A los Medvedev, Tsitsipas y Zverev, los de la generación entre la del Big Three y la suya, los gana con suma facilidad. Mientras que Sinner, Holger Rune o Auger-Aliassime, sus coetáneos, no van tan acelerados como Carlitos en su progreso.
El tenis se pregunta si habrá alguien durante la próxima década que le dispute a Alcaraz el cetro mundial. Con el panorama actual tal que así, no está de más mirar a lo que viene por detrás, que ya va asomando algo la cabeza, y comprobar que también hay algún que otro talento interesante al que seguir. El último en aparecer se llama Alex Michelsen.
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Este joven tenista de 18 años y 1,93 metros de altura, nacido la ciudad californiana de Aliso Viejo, en Estados Unidos, ha eclosionando a lo largo de la última semana durante el ATP 250 de Newport. Allí ha disputado la final, siendo el segundo cuadro principal que pisa como profesional. Jugó en Mallorca, donde fue derrotado a la primera, y antes solo había competido a nivel ITF y Challenger.
En la final cedió ante el francés Adrian Mannarino, número 38 del mundo, pero más interesante es que por el camino ha acabado con Maxime Cressy, último campeón en Newport; Mackenzie McDonald, verdugo de Rafa Nadal en su último partido hasta la fecha; y John Isner, jugador que más veces (4) ha ganado el torneo y exnúmero 8 mundial. Estos tres últimos nacieron en Estados Unidos como él.
Michelsen se ha quedado a nada de convertirse en el estadounidense más joven en ganar un título de la ATP desde Andy Roddick en Houston 2001. De momento equipara a Ben Shelton, la última promesa de su país en saltar al circuito, pero nacido en 2002 -es decir, un año mayor Alcaraz- y todavía sin saber lo que es ganar un título de la ATP.
Lo de Michelsen se acerca a lo que hizo otro jugador de su año, el 2004, hace unos meses. Se trata del francés, que estrenó su palmarés como profesional en el último ATP 250 de Lyon. El pasado 28 de mayo venció al argentino Francisco Cerúndolo por 6-3 y 7-5, convirtiéndose en el campeón más joven de la historia del torneo con 18 años, 11 meses y 16 días.
Michelsen pudo este domingo rebajar la marca de Fils si se hubiera alzado campeón con 18 años, 10 meses y 27 días. Más prematuro todavía fue Alcaraz, que ganó su primer torneo ATP (el 250 de Umag 2021) con 18 años, 2 meses y 16 días. El murciano ganó en aquel torneo de tierra al francés Richard Gasquet (6-2 y 6-2) y se convertía en el más joven en levantar un título del circuito profesional desde Kei Nishikori en 2008.
Ser finalista en Newport eleva a Michelsen en el ranking desde el puesto 190 hasta el 140. Hace un año era el 1.081 del ranking y ahora va camino de cerrar el 2023 entre los 100 primeros de la clasificación. Su objetivo es competir en las próximas Next Gen ATP Finals que han tenido a Alcaraz (2021) y Brandon Nakashima (2022) como sus últimos campeones.
Así juega Michelsen
En Estados Unidos, Michelsen suena cada vez con más fuerza. En enero llegó su nombre a oídos de Brad Gilbert, exnúmero 4 del mundo y entrenador de leyendas como Andre Agassi, Andy Roddick y Andy Murray. Le vio en un torneo en Malibú, más adelante en el Calabasas Futures y prevé un ilusionante futuruo para él.
"Va a terminar el año Top 100 y va a estar en el Abierto de Australia", ha dicho esta semana Gilbert en el portal de la ATP sobre Michelsen. Compara su irrupción con la de Shelton, "pero su juego es completamente diferente, Ben tenía un gran servicio y volaba alrededor de la cancha".
De Michelsen dice encontrar una mezcla de rasgos de otros tenistas estadounidenses, como Jenson Brooksby y Tommy Paul. "Sus dos fortalezas son que se mueve increíblemente pese a sus 1,93 metros y sabe cómo defenderse, con la habilidad de Murray o Brooksby. Pero es, incluso, más rápido que Brooksby".
Gilbert también elogió otra cualidad: "Ya tiene un revés de clase mundial". También espera que Michelsen todavía crezca algo más, hasta rozar los dos metros. Donde su crecimiento es imparable es en pista. Un nuevo talento emerge en el circuito de la ATP y se postula a medio plazo como una nueva amenaza para Carlos Alcaraz.