Alcaraz se crece ante el revés a una mano: Tsitsipas en Roland Garros y números que apabullan

Pocos movimientos tan elegantes ha visto el tenis como el revés a una mano que hizo suyo Roger Federer. El adiós del suizo dejó un vació respecto a un tipo de golpeo que, en realidad, hubo un tiempo en el que era usado por casi todos. Ahora ocurre al contrario: está en extinción y pareciera como si tenistas como Carlos Alcaraz estuvieran dispuestos a acabar definitivamente con él.

Que se entienda. No es que Alcaraz sea un ferviente opositor de este bonito golpe. Básicamente es que se ha convertido casi en un imposible ganarle si el rival es de esos que de pequeños optaron por el camino más difícil, el de amoldarse al revés a una mano y no con dos. Stefanos Tsitsipas, su oponente de este martes en cuartos de final de Roland Garros, es el jugador con más ranking que sigue fiel a ese estilo.

A Alcaraz no le pillará por sorpresa, ya que ha dado la casualidad de que sus dos últimos rivales también son 'artistas' del revés a una mano: el canadiense Denis Shapovalov y el italiano Lorenzo Musetti. Pero a ninguno de los dos les sirvió ante la principal virtud del español, que Tsitsipas retrata así: "Nunca había visto a alguien golpear con tanta fuerza. Tiene una velocidad de pelota que es increíble".

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Los números hablan por sí solos. Como profesional, Alcaraz se ha enfrentado en 18 partidos a este tipo de rivales. El resultado en 17 de esas ocasiones fue de victoria para el tenista murciano. La única derrota en su haber fue contra Musetti, en la final del ATP de Hamburgo del año pasado. Este domingo, Carlitos pudo tomarse la revancha arrollando al italiano en tres sets (6-3, 6-2 y 6-2). 

Tal es el dominio, que Tsitsipas cuenta todos sus duelos contra Alcaraz por derrotas: 0-4 es el balance del ateniense. La última fue en la pasada final del Godó, en la que el español 'fundió' a su rival en apenas una hora y 20 minutos. Los otros precedentes corresponden al US Open 2021 (tercera ronda), Masters de Miami 2022 (cuarta ronda) y Godó 2022 (cuartos de final).

Tsitsipas, cinco años mayor, se considera un gran fan de Alcaraz: "Le debo mucho a Carlitos, porque es un soplo de aire fresco, el hecho de que esté en la gira. Es tan competitivo y aún así siempre está con una sonrisa en su rostro. Tiene tanto carisma y reparte tanta energía positiva... Lo admiro por lo que es. Esa es también la razón por la que estoy mucho más alegre y feliz cuando practico este deporte, gracias a él", decía en la primera semana de Roland Garros.

El griego no teme reconocer la superioridad actual de Alcaraz respecto a casi todos. En su caso parece abrumadora, según los resultados. "Compartir es vivir", bromeaba Tsitsipas ante Carlos tras perder la final del último Godó. Este martes tratará de cambiar la historia y dar un halo de esperanza a todos esos tenistas, cada vez menos, que siguen jugando con el revés a una mano en la élite.

'Charly', como 'Juanky'

El tenis evoluciona y ha tendido desde hace un tiempo al revés con dos manos. Djokovic, por ejemplo, empezó en su niñez a jugarlo con una mano y cambió porque los otros niños le enviaban bolas altas a su revés. El serbio acabó teniendo el mejor revés del circuito ya con la raqueta también apoyada en su mano izquierda.

Alcaraz ha tenido y tiene un maestro excepcional para su revés con dos manos. Juan Carlos Ferrero siempre lo tuvo como su golpe favorito cuando jugaba profesionalmente y le trasladó su habilidad a su alumno. A Carlitos le permite defenderse mejor y aprovechar al máximo su potencia. En realidad el revés a una mano tiene también sus ventajas: un gran golpeo permite colocar la bola en sitios imposibles y esconde su dirección hasta el último momento. Pero hay que saber cómo usarlo y de esos cada vez quedan menos.

El tenis se dibuja ahora con otra brocha y Alcaraz es su mejor representante. Porque combina la potencia con una calidad también exquisita. Su sello son las dejadas imposibles, pero también consigue lucirse con un revés con dos manos en el que también reside mucha belleza. Otro tenis al de Roger, pero que también deja huella.

Este martes, Alcaraz tiene la oportunidad de romper su techo en Roland Garros. El año pasado, en cuartos, se encontró con un gran Alexander Zverev que le venció en cuatro sets y privó a todos de unas semis entre Carlos y Nadal históricas. Sin Rafa, el murciano recoge el testigo. Delante tendrá a su víctima preferida, un tenista de revés a una mano.