El campanazo de la primera ronda de Roland Garros la ha protagonizado Daniil Medvedev después de caer eliminado contra el brasileño Thiago Seyboth Wild en cinco sets, por 7-6, 6-7, 2-6, 6-3 y 6-4. El ruso se vio también superado por el ambiente, mandando incluso callar al público después de un encontronazo con la juez de silla.
El Grand Slam francés se queda así sin su segundo favorito. Un rival menos en la lucha por la Copa de los Mosqueteros para el español Carlos Alcaraz. Y un gran golpe para el propio tenista ruso, que llegaba con buenas sensaciones y con opciones para sentarse en el trono de Rafa Nadal.
Medvedev venía de ganar el Masters 1000 de Roma, pero con su derrota a las primeras de cambio, se queda sin opciones de arrebatar el número 1 del ranking de la ATP a 'Carlitos'. Un batacazo, en el que, además, se volvió a ver la peor cara del tenista.
De nuevo se dirigió al público para silenciarlos después de recibir algunos abucheos. Esto luego de que parase un punto al ver que una bola de Seyboth Wild se había marchado fuera. Entonces, la juez de silla bajó para comprobar la marca sobre la arcilla y esta la dio por buena.
Ahí comenzó una discusión entre el tenista ruso y la juez de silla, porque él seguía pensando que la bola era mala. Esto provocó los abucheos de los aficionados que se encontraban viendo el partido, algo que no sentó nada bien a Medvedev. Tanto es así que hizo el gesto de mandarlos callar, a lo que el público reaccionó con más abucheos.
Una remontada imposible
Seyboth Wild, el 179 del mundo y que comenzó el año 2023 fuera de los 400 primeros de la ATP, comenzó el partido con sorpresa al llevarse el primer set y llevó la segunda manga hasta el tie-break. Con un 6-4 en contra en la muerte súbita, empezó el intento de remontada del ruso.
Logró levantar el segundo set y se apuntó también el tercero. Pareció entonces que el guion del encuentro cambiaba a favor del número 2, pero acabó saliéndose del choque con sus salidas de tono contra la jueza de silla y el público de París. Medvedev terminó por hundirse en la quinta y definitiva manga, para convertirse en la gran sorpresa de Roland Garros en esta primera ronda, torneo en el que en la pasada edición alcanzó los octavos de final.