Carlos Alcaraz ya está en la tercera ronda del Mutua Madrid Open. El tenista español estuvo durante muchos minutos contra las cuerdas ante el finlandés Ruusuvuori, especialmente después de perder el primer set (2-6, 6-4, 6-2), pero supo rehacerse, reencontrarse con su mejor tenis y avanzó a la siguiente eliminatoria donde se enfrentará a Dimitrov.
El murciano se mostró muy dubitativo con su servicio y se cargó de errores no forzados que a punto estuvieron de dar al traste con sus ilusiones en Madrid a las primeras de cambio. Sin embargo, con el apoyo de la Caja Mágica y gracias a su conexión especial con la grada, Alcaraz consiguió darle la vuelta a una situación que se le había puesto muy cuesta arriba.
Sudó hasta la última gota de esfuerzo para adjudicarse la segunda manga. El punto de inflexión estuvo en el ecuador de ese set, cuando tuvo que pelear durante prácticamente un cuarto de hora para sacar adelante su servicio y poner en aquel momento el 3-3. Posteriormente llegó el break a favor definitivo para decantar la balanza en el segundo parcial.
A partir de ahí, todo fue sobre ruedas. Ruusuvuori, que se había visto ganador por algún momento, se vino abajo y cedió su servicio a las primeras de cambio en el tercer set. Eso lo aprovechó Alcaraz para deleitar al público madrileño y sobrevivir a un complicado debut.
De menos a más
En Madrid, todo el mundo tenía depositadas unas grandes esperanzas en Carlos Alcaraz. El público quiere verlo ganando su segundo trofeo consecutivo en la capital de España y por eso la Caja Mágica se llenó para verle. Sin la figura de Rafa Nadal, está claro que todo el favoritismo y el cariño del público recae sobre el murciano.
Quizás todo este escenario le pesó al principio. En su debut en Madrid, Alcaraz no hizo ni mucho menos un partido brillante pero lo importante al fin y al cabo es que logró la victoria. Estuvo contra las cuerdas, y como muestra no hay más que ver la manera en la que celebró su triunfo al final del partido, con una rabia desmedida para tratarse de una primera aparición.
El primer set del murciano fue realmente nefasto. No se encontró en absoluto, cometió demasiadas dobles faltas, estuvo impreciso con su servicio y los errores no forzados se fueron acumulando de una manera exagerada. Todo eso lo aprovechó Ruusuvuori, que se sentía a gusto sobre la pista, para llevarse el primer set incluso con facilidad.
El público no daba crédito y la preocupación crecía en el palco de Alcaraz. El segundo set comenzó igualado, con cada jugador sacando adelante su servicio, aunque los problemas del murciano eran más que evidentes. De hecho, casi 15 minutos tuvo que pelear para sacar adelante uno de sus juegos en el ecuador de esta segunda manga, un instante sin duda crucial para el devenir del partido.
Acto seguido, Alcaraz logró el break y se puso 4-3 arriba en el marcador para terminar ganando el segundo set. Ya era imparable. Ruusuvuori, que se vio con la victoria en la mano, se cayó por completo en la última manga desde el primer momento. Cedió su servicio y todo fue cuesta abajo para el número 2 del mundo que terminó por obrar la remontada y que ya espera a Dimitrov en la tercera ronda.