Novak Djokovic ya está en su octava final de la Copa de Maestros. El serbio, fiel a su cita con una de sus competiciones fetiche, volvió a atesorar la increíble calidad que tiene y logró imponerse al estadounidense Taylor Fritz en las semifinales. Lo hizo sin ceder ni un solo set, pero sudando y sufriendo porque en ambas mangas tuvo que llegar al tiebreak para doblegar a un rival muy duro.
Con esta victoria, Djokovic se coló en su octava final de la Copa de Maestros, un torneo tan solo reservado a los mejores y donde el serbio se sigue colando año tras año. Ahora buscará el título y ya espera a su rival, que saldrá de la otra semifinal en la que se miden Casper Ruud y Andrey Rublev.
Este domingo Novak Djokovic tratará de alzarse con su sexto entorchado en esta competición, algo que le permitiría igualar a otro mito como es el suizo Roger Federer, el hombre con más Copas de Maestros.
Una dura batalla
No lo puso nada fácil Taylor Fritz, pero Djokovic resistió con entereza en el momento decisivo, justo cuando el de California le tuvo a su merced y pudo asestar el golpe clave para llevar el duelo a un tercer envite definitivo. Nole hizo el primer break y se puso 3-2 con el servicio a favor. No le pesó en ese momento al estadounidense la presión, que le devolvió la rotura al instante, igualando una primera manga que inevitablemente se decidió en el primer tiebreak de la tarde.
En el primer momento decisivo del encuentro, Novak tiró de veteranía y de solvencia. Fue mucho más sólido al resto y se agenció en esta 'muerte súbita' la primera manga. No obstante, Fritz ya había dado muestras muy claras de que no se iba a dar por vencido así como así.
El estadounidense salió, como en el resto de partidos, sin nada que perder. Con su brazo derecho por martillo consiguió quebrar a las primeras de cambio al cinco veces maestro y ponerle contra las cuerdas. Por un momento, el serbio volvió a mostrarse algo debilitado físicamente, aturdido por el golpe encajado de parte de un joven de 25 años dispuesto a todo por alcanzar la gloria que supone una final de la Copa de Maestros.
Sin embargo, el error de Fritz fue no matar a su rival cuando lo tenía en la lona. Si perdonas a un tenista de la clase de Djokovic, y éste consigue salir vivo de un mal momento, lo lógico es que pase lo que sucedió, que se recupere y sea él mismo el que termine asestando un golpe definitivo.
Se rehizo Djokovic cuando Fritz servía para cerrar el set y le quebró. Justo en el momento perfecto para acabar con las ilusiones del de San Diego, para recuperar el ánimo y para tomar el impulso necesario para imponerse en el tiebreak en su segundo punto de partido.
Fácil para Ruud
En la segunda final hubo mucha menos batalla. Casper Ruud pasó por encima de Andrey Rublev como una apisonadora (6-2 y 6-4) y no le dio la más mínima opción al ruso, que terminó desquiciado y fuera del partido. Ruud pudo jugar, especialmente en el segundo set, con la ansiedad de un rival fuera de sí.
En la primera manga hubo partido hasta la mitad de la misma, precisamente hasta que Ruud logró el primer break y empezó a mandar en el marcador. Rublev se mostró muy frágil de mente, y no llevó nada bien tener que ir a remolque desde tan pronto. El resultado fue de 6-2 en este primer parcial.
Se esperaba un borrón y cuenta nueva por parte de Andrey Rublev de cara al segundo set, que llevara el encuentro hasta las últimas consecuencias. Sin embargo, lo que hizo el ruso fue borrarse por completo. Comenzó perdiendo su saque y a partir de ahí fue cuesta abajo y sin frenos en su debacle. Ruud apenas tuvo que seguir la corriente, aprovechar el viento a favor y esperar a que el partido se terminara.
Ahora, Novak Djokovic y Casper Ruud se verán las caras en la gran final de estas ATP Finals. El serbio parte como el gran favorito, si bien es cierto que a lo largo del torneo ha tenido un mayor desgaste físico, también en las semifinales. El noruego, por su parte, llega más fresco de piernas y tratará de dar la sorpresa.