Serena Williams

Serena Williams Jorge Pacheco

Tenis US OPEN

La era Serena Williams: el tenis femenino cambió para siempre y se queda huérfano sin ella

Serena Williams trajo un nuevo estilo al tenis femenino y logró perdurar ante el paso de las décadas. Hoy el circuito está falto de estrellas como ella.

4 septiembre, 2022 02:15

Eres simplemente el (la) mejor, mejor que el resto, mejor que nadie que haya conocido. La leyenda de la música Tina Turner escribió esta estrofa para su canción Simply The Best. Durante la noche del viernes en Nueva York sonó a todo volumen. Fue la sintonía elegida para despedir de las pistas de tenis a Serena Williams, la mejor de la historia.

Serena se retira. El día 26 cumplirá 41 años y quiere hacerlo junto a su familia, en especial su hija de cinco años Olympia. En el deporte ya lo ha conseguido casi todo. Su única 'derrota' es no haber podido alcanzar los 24 Grand Slam de Margaret Court. Se queda a las puertas, aunque hace tiempo que conseguirlo se volvió una utopía.

Fijando un paralelismo entre las carreras -una musical y otra tenística- de Tina Turner y Serena, ambas se convirtieron en iconos de cuatro décadas diferentes. La artista sacó álbumes en los 70, los 80, los 90 y 2010. Serena ha jugado y ganado desde los 90 hasta este 2022. Nadie en el deporte ha dominado así el tiempo.

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Un cuarto de siglo que reescribió la historia del tenis para las mujeres. La primera vez de Serena en el cuadro principal de un torneo profesional fue en 1997. Dos años después, a sus 17, ya ganaba su primer Grand Slam: el US Open -donde se ha despedido esta semana- de 1999. Le siguieron otros 22 majors hasta el último que conquistó, el Abierto de Australia 2017.

Recogió el testigo de Steffi Graff cuando la alemana estaba a punto de retirarse. Ganó el pulso a su hermana Venus, a Martina HingisJennifer Capriati. Luego fueron llegando otras como Justine Henin, Maria Sharapova o Svetlana Kuznetsova. Serena se mantuvo siempre ahí, como la mejor de todas.

Balance de Serena Williams en los Grand Slam

Balance de Serena Williams en los Grand Slam Jorge Pacheco

Tal fue su trascendencia y la de su hermana que Hollywood, hace solo unos meses, estrenó El método Williams, la película que trataba una figura crucial en la vida de Serena: su padre Richard. Él llevó las carreras de Venus y Serena desde niñas bajo una estricta disciplina.

Su influencia está fuera de toda duda. "Gracias papá, sé que me estás viendo", le dedicaba Serena en su adiós del presente US Open. Y también se acordó de su hermana, la verdadera protagonista del film: "No sería Serena si no hubiera Venus, así que gracias, Venus. Ella es la única razón por la que Serena existió". En las pistas fue la menor la que acabó perfeccionando el sistema.

El método Serena

El 'método Serena' enterró el estilo clásico que durante décadas marcó la pauta en el circuito WTA, con la estrategia como argumento, jugadoras talentosas, de una técnica pulida y movimientos de escuela amparadas por una gran preparación mental y física.

Serena impuso definitivamente una revolución que empezó a dejarse entrever años atrás, en raquetas como las de Graff o Monica Seles pero que no terminaba de establecerse. Era la fuerza, la potencia por encima de todo, una gran ambición y un carácter competitivo extraordinario. Eran los tiempos en los que la preparación física imponía su ley. Los intercambios dejaron de ser eternos y los puntos en juego cada vez más cortos. El saque ganaba en relevancia también ya en el tenis de mujeres y la pegada desarmaba a la adversaria.

Serena y Venus Williams, en 2009

Serena y Venus Williams, en 2009 Reuters

La evolución coincidió con el desarrollo de los nuevos hábitos. La alimentación, por ejemplo, y los nuevos materiales en raquetas y en todos los componentes deportivos. A ello se habituó a la perfección Serena que ya marcaba territorio en el tour. Gran parte de lo que llegó después y de lo que hay ahora procede de la factoría Williams. Ahora todo tiene que ver con esto.

Serena, consciente de su superioridad, ganaba como y cuando quería. Aceleraba a tiempo para dar un giro al resultado, para arruinar pronósticos y frustrar adversarias. La jugadora de Saginaw marcaba el paso. Su irrupción en la cancha iba más allá del mero partido, de la competición, del torneo. Instaurada en el número 1 del mundo durante 319 semanas hizo del juego un espectáculo. Hizo de las pistas una pasarela donde cada movimiento y cada actuación tenían una parte atlética y otra de tendencia, de estilismo.

El circuito sin Serena

El sello Serena cambió la historia del tenis femenino, pero ahora este debe superar su ausencia. Con cierta sensación de orfandad, el circuito ha estado falto de continuidad desde que la pequeña de las Williams dejó de ganar. Hace ya cinco años y solo Ashleigh Barty -retirada a los 25 años- y ahora Iga Swiatek -la número 1 desde el 4 de abril- han dado ciertos visos de fortaleza en la pista.

La demostración de que la irregularidad reina en la WTA está en el actual top 10. Solo hay tres que saben lo que es ganar un Grand Slam: Swiatek, Halep (7ª) y Muguruza (10ª), todas con dos victorias. Las de Halep y Mugu, además, quedan ya lejos: 2018-2019 y 2016-2017, respectivamente.

Luego solo está Ons Jabeur (5ª) que haya jugado al menos una final, la última de Wimbledon que perdió ante Rybakina. El resto no ha pasado nunca de semis (Sakkari (3ª), Sabalenka (6ª) y Kasatkina (9ª)) o, incluso, de cuartos (Kontaveit (2ª), Badosa (4ª) y Pegula (8ª)). Solo cinco de las 10 mejores rankeadas llegaron a segunda ronda en el US Open como Serena Williams.

Los datos contrastan con los de Serena, ganadora de 23 Grand Slam en casi la misma cantidad de años jugados. El último fue hace cinco años (Abierto de Australia) y los nombres de las ganadoras desde entonces denotan la inconsistencia que sufre el circuito femenino:

2017 2018 2019 2020 2021 2022
Abierto de Australia Serena Williams

Caroline Wozniacki

(WTA: Retirada)

Naomi Osaka

(WTA: 44)

Sofia Kenin 

(WTA: 265)

Naomi Osaka

(WTA: 44)

Ashleigh Barty

(WTA: Retirada)

Roland Garros

Jelena Ostapenko

(WTA: 16)

Simona Halep

(WTA: 7)

Ashleigh Barty

(WTA: Retirada)

Iga Swiatek

(WTA: 1)

Barbora Krejcikova

(WTA: 23)

Iga Swiatek

(WTA: 1)

Wimbledon

Garbiñe Muguruza

(WTA: 10)

Angelique Kerber

(WTA: 50)

Simona Halep

(WTA: 7)

       -

Ashleigh Barty

(WTA: Retirada)

Elena Rybakina

(WTA: 25)

US Open

Sloane Stephens

(WTA: 51)

Naomi Osaka

(WTA: 44)

Bianca Andreescu

(WTA: 48)

Naomi Osaka

(WTA: 44)

Emma Raducanu 

(WTA: 11)

         ?

Candidatas a herederas ha habido varias. Las jovencísimas Naomi Osaka y Emma Raducanu parecían tener reservada la próxima gran rivalidad del tenis, pero la presión las acabó enterrando.

Hay mucha igualdad en la parte de arriba, de ahí que las sorpresas estén a la orden del día en cada torneo. En el pasado Wimbledon, por ejemplo, solo llegaron a octavos de final dos tenistas del top 10 de por entonces: Jabeur y Badosa, que cayó en esa ronda. En Roland Garros, peor aún: solo llegó Swiatek, que ganó el torneo. La pregunta se hace sola: ¿Deja Serena Williams el tenis femenino en buenas manos?