El US Open avanza y Rafa Nadal y Carlos Alcaraz ya se encuentran en octavos de final. Los dos tenistas llegaron con dudas al torneo, pero han ido pasando rondas y ya han ganado los tres duelos que el cuadro les había puesto por delante.
En el caso de Nadal comenzó el torneo neoyorquino ante un Hijikata que le puso en aprietos en los dos primeros sets pero al que terminó venciendo. Hay que recordar que Nadal llegaba a Flushing Meadows con un solo partido de preparación (el que perdió en Cincinatti) después de sufrir una rotura abdominal en los cuartos de final de Wimbledon.
Después de Hijikata cayeron Fognigni y más recientemente Gasquet, al que arrasó en la pista. Una dinámica de menos a más que ahora tendrá que poner a prueba frente al norteamericano Tiafoe. El estadounidense ha dejado por el camino a Giron, Kubler y Schwatrzman sin perder ningún set hasta ahora.
En el caso de Nadal, llegaba a Nueva York habiendo sido ganador de dos de los tres Grand Slam de la temporada (Open de Australia y Roland Garros) y habiendo llegado a las semifinales de Wimbledon, de la que solo le apartó la ya mencionada lesión abdominal.
Además viene espoleado, ya que dos de los principales contrincantes para hacerse con el Abierto de EEUU no están en la pista: Djokovic y Zverev. El primero por su negativa a vacunarse, lo que le ha cerrado las puertas del país y del torneo, y el segundo porque aún está recuperándose de una grave lesión de tobillo que se hizo precisamente ante Nadal en semifinales de Roland Garros.
[Nadal y Alcaraz, distintas dinámicas y mismos objetivos: ganar el US Open y lograr el número 1]
Por su parte, Alcaraz aterrizó en el US Open con una importante crisis de confianza y resultados. El tenista murciano ha señalado varias veces que le ha atenazado la presión ya que, a sus 19 años, es uno de los mejores del mundo y se le exige el máximo en cada torneo.
Tras ser eliminado de Wimbledon por Jannik Sinner encadenó dos finales perdidas de manera consecutiva en Hamburgo y Umag. Una situación que le hizo daño mentalmente y que le costó caro después en el Masters 1.000 de Canadá y en Cincinatti. "Voy a intentar apartar todas expectativas puestas en mí, disfrutar como vengo haciendo siempre y seguir jugando como el Carlitos de siempre" decía antes del US Open.
Sin embargo, el nivel que ha demostrado hasta ahora en Nueva York está siendo óptimo. Hasta el momento no ha perdido ningún set. Sí sufrió algo más en su estreno contra el argentino Báez, que le llevó dos veces al tie-break, pero ante Coria y después contra Brooksby arrasó y no dio opción a sus rivales, que sufrieron una de las mejores versiones de Alcaraz.
Una dura prueba
Ahora tiene cerca los cuartos de final, pero antes tendrá que vencer a un tenista verdaderamente duro, Marian Cilic. El croata es una buena piedra de toque para ver hasta qué punto se ha recuperado el español de unos últimos meses que deportivamente no han salido como quería.
En el caso de Alcaraz el objetivo es el mismo que el de Rafa Nadal, llegar lo más lejos posible en el US Open con la mira puesta en levantar el título y, de paso, hacerse con el número 1 del ranking.