Serena Williams dirá adiós al tenis después del US Open. Al menos eso es lo que confirmó recientemente la mejor raqueta femenina del siglo XXI. Convertida en todo un icono, la estadounidense se enfrenta a su último Grand Slam. Una última oportunidad de acabar con la 'maldición de Margaret Court'. Aunque no lo tendrá nada fácil.
Podía tenerlo todo en contra. Una deportista, mujer y negra, en una disciplina 'de blancos'. Pero con su hermana Venus al lado y su padre detrás de ambas, Serena llegó hasta lo más alto. De ahí a triunfar no solo dentro de las pistas de tenis, sino también en la moda hasta gestar toda una fortuna.
Eso no es todo. Su papel como madre, siendo deportista de élite, también ha marcado un antes y un después. En un momento clave para la conciliación entre maternidad y deporte, Serena Williams pasó a ser un ejemplo en la materia, al igual que otras atletas como Allyson Felix o Alex Morgan.
El adiós de Serena
Toronto, Cincinnati y US Open. Esta es la hoja de ruta en la despedida de la menor de las hermanas Williams del circuito de la WTA. Serena es la protagonista de la edición de septiembre de la prestigiosa revista Vogue. En dicha publicación anuncia su retirada del tenis: "Estoy aquí para decirles que me estoy alejando del tenis, hacia otras cosas que son importantes para mí".
"Llega un momento en la vida en el que tenemos que decidir movernos en una dirección diferente. Ese momento siempre es difícil cuando amas tanto algo. Dios mío, me gusta el tenis. Pero ahora, la cuenta regresiva ha comenzado. Tengo que concentrarme en ser madre, mis metas espirituales y finalmente descubrir una Serena diferente, pero emocionante. Voy a disfrutar estas próximas semanas", comienza diciendo la estadounidense.
"Nunca me ha gustado la palabra jubilación. No me parece una palabra moderna. He estado pensando en esto como una transición, pero quiero ser sensible sobre cómo uso esa palabra, que significa algo muy específico e importante para una comunidad de personas. Quizás la mejor palabra para describir lo que estoy haciendo es evolución. Estoy aquí para decirles que me estoy alejando del tenis, hacia otras cosas que son importantes para mí", continúa.
"No hay felicidad en este tema para mí. Sé que no es lo habitual, pero siento mucho dolor. Es lo más difícil que jamás podría imaginar. Lo odio. Odio tener que estar en esta encrucijada. Sigo diciéndome a mí misma, desearía que pudiera ser fácil para mí, pero no lo es. Estoy desgarrada: no quiero que termine, pero al mismo tiempo estoy lista para lo que sigue. No sé cómo voy a poder ver esta revista cuando salga, sabiendo que esto es todo, el final de una historia que comenzó en Compton, California, con una niña negra que solo quería jugar tenis", sentencia Serena.
Icono mundial
Siete Open de Australia, seis Wimbledon, seis US Open y tres Roland Garros, además de catorce títulos de dobles y dos de mixtos. Su palmarés lo completa con 23 torneos de la WTA, 319 semanas liderando el circuito femenino y el conocido como Golden Slam (los cuatro majors y la medalla de oro en unos Juegos Olímpicos, en su caso en Londres 2012).
"Una niña negra que solo quería jugar tenis". Así habla de sí misma una Serena Williams que llegó al circuito pisando fuerte y que acabó derribando barreras. Del racismo al machismo. La campeona estadounidense nunca se ha mantenido en un segundo plano, cuando ha tenido que alzar la voz lo ha hecho alto y claro. De hecho, este mismo año 2022 habló sobre el doble rasero que todavía existe entre hombres y mujeres dentro de su deporte.
Todo después de que Alexander Zverev se liase a raquetazos contra la silla del árbitro. Entonces Serena Williams no dudó en denunciar esa doble vara de medir: "Desde luego que hay un doble estándar. Probablemente estaría en la cárcel si hiciera algo así, no lo digo en broma". "Ves que pasan otras cosas en el circuito y te preguntas '¿qué pasaría si yo lo hubiera hecho?'. Pero está bien", agregó.
El tenis es uno de los deportes que más equiparados tiene los premios entre hombres y mujeres. Figuras como la de Serena Williams han ayudado a que la brecha disminuya. Tanto ella como su hermana Venus, Maria Sharapova o incluso Martina Hingis colocaron a la WTA en uno de los centros de atención de los aficionados. De hecho, la menor de las Williams suele ser una habitual en las listas de los deportistas mejor pagados.
Los inicios no fueron fáciles, pero tanto ella como su hermana trabajaron muy duro desde niñas: "Sabíamos que era un deporte de gente blanca, pero para nosotras estábamos en el tenis y queríamos ganar. Tuvimos que trabajar duro y ser mejores, pero eso nos llevó a ser mejores". "Quitamos la barrera del color y nos convertimos en las mejores. Con o sin récords, ahí están las pruebas: cambiamos el deporte, cambiamos la moda, cambiamos la forma de pensar de la gente, aún en los negocios", aseguró en una entrevista para la CNN.
La leyenda del tenis nunca ha ocultado que siempre ha trabajado para "las mujeres y la gente de color". Dos luchas con las que se ha alineado. Un referente dentro de su generación, pero sobre todo para las siguientes. Las niñas quieren ser la próxima Serena Williams. Ella es única y quién sabe si conseguirá al fin su 24º Grand Slam en Nueva York. Por el momento, el sueño sigue vivo. Después llegará el momento de decir adiós. Aunque seguro que es un 'hasta luego', ya que habrá Serena para rato en otros escenarios de la vida.