"Jannik, es la segunda vez que me ganas este año. Descubriré cómo derrotarte". Que Carlos Alcaraz (El Palmar, 2003) te diga eso cuando le acabas de ganar un final es porque tienes que ser bueno, muy bueno. Sinner (San Candido, Italia; 2001) lo es, sobradamente. Y poco a poco se va convirtiendo en el némesis del español.
Primero es su verdugo en Wimbledon y luego le quita la corona en Umag, donde un año antes ganaba su primer título como profesional. Normal que Alcaraz se pique con Sinner, dos años mayor que él, más aún si se tiene en cuenta que hasta hace un mes le había ganado siempre. Estas dos derrotas escuecen.
Carlos y Jannik se conocieron en Villena, allí donde entrena el español junto a Ferrero cuando no tiene torneos. Tenían 15 y 17 años, respectivamente. Cuatro más tarde se enfrentan en los mejores escenarios (Grand Slam, finales...) y están llamados a protagonizar la gran rivalidad de la próxima década.
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Sinner estuvo pegado al deporte desde niño. Le gustaba el esquí, el fútbol y el tenis, practicando todo eso durante un tiempo. Llegó a ganar un campeonato de Italia de esquí con ocho años. A los 13 dejó la montaña y los campos de fútbol para dedicarse exclusivamente a las pistas de tenis con su gurú particular, el veterano entrenador Riccardo Piatti.
Siendo un tenista junior ya quedó claro que podría llegar muy lejos y entró al circuito profesional en 2018. Con 17 años sumó varios títulos Challenger, siendo esa época en la que conoció a Alcaraz. En la JC Ferrero Equelite nació una rivalidad, pero también una amistad.
Sinner - Alcaraz, cara a cara
Sus carreras tienen ciertas similitudes por su precocidad, aunque es cierto que en este 2022 Carlos ha ido arrasando a ritmo de récords. Uno que tenía Sinner, el de más joven llegar a los cuartos de final de Roland Garros desde Djokovic (2006), lo batió hace unos meses Alcaraz. El italiano tenía 19 años, 1 mes y 20 días y el español 19 años y 26 días.
Estaban empatados a cinco títulos, pero con el de Umag Sinner ya suma seis: un ATP 500 (Washington) y cinco ATP 250 (Sofía -dos veces-, Melbourne, Amberes y Umag). El torneo croata es el primero que gana en 2022, año en el que Alcaraz ha ganado cuatro. Carlos, con un trofeo menos, tiene más peso en su palmarés: dos Masters 1.000 (Miami y Madrid), dos ATP 500 (Río y Barcelona) y un ATP 250 (Umag). os dos ganaron las Next Gen ATP Finals: Sinner en 2019, contra De Miñaur, y Alcaraz en 2021, contra Korda.
En el top 10 de un rejuvenecido ranking ATP -solo Nadal y Djokovic tienen más de 26 años entre los diez primeros-, Sinner y Alcaraz son los más pequeños. Les sigue Felix Auger-Aliassime, un año mayor que Jannik, quien le tiene a tiro para adelantarle -es 9º- en las próximas semanas.
La escalada de Alcaraz y Sinner es imparable. Cuando se enfrentaron en Wimbledon eran el 7 y el 13 del mundo, respectivamente, y desde este lunes son el 4 y el 10. Igual que veremos repetirse la imagen de ellos como finalistas de un torneo, como en Umag, los pronósticos apuntan a que con el tiempo será normal verles en el 1 y el 2 del ranking. Y competir por los Grand Slam como Nadal, Djokovic y Federer han hecho durante tantos años.
Carlos Alcaraz parece ya tener su gran rival con el que pretende competir todo. La deportividad prima por encima del resto: "Carlos, mejoras cada semana, cada torneo en el que juegas. Ya has demostrado cosas increíbles este año y estoy seguro de que jugarás a un gran nivel también en la gira estadounidense. Te deseo lo mejor", le decía Sinner tras la final de Umag.
Antes Alcaraz le desafió en tono de broma: "Jannik, es la segunda vez que me ganas este año. Descubriré cómo derrotarte este año. Increíble el nivel al que has jugado esta semana. Gran trabajo. Enhorabuena por todo, te deseo la mejor de las suertes para esta temporada". El respeto es mutuo y así es como nacen las grandes rivalidades.
El proceso
El tiempo dirá hasta dónde son capaces de llegar cada uno y hasta dónde pueden llevar su rivalidad. Todo tiene un proceso, como el que ahora está pasando Alcaraz. Hasta Hamburgo no sabía lo que era perder la final de un torneo como profesional y en una semana ha perdido dos. Cuando acabó el partido contra Sinner se le vio abatido, aunque la sonrisa volvió a su rostro cuando en el 'podio' se dio la mano con su amigo.
Sinner también ha pasado por esto. Tras confirmarse en 2020 y cuajar un gran 2021 -sobre todo su fase final-, el 2022 estaba siendo un dolor de muelas para él. Lejos de ganar títulos, remontó cuando venció a Carlos en Wimbledon. Otra remontada, la de este domingo ante el español, le llevó hasta su primer trofeo del año.
Que se retroalimenten el uno al otro es lo que les puede hacer imparables. El resto lo tienen, cada uno con sus puntos fuertes. Carlos más potente y Jannik más técnico quizás, aunque ninguno tiene grandes agujeros en lo tenístico. La nueva escuela del tenis pule los detalles cada vez más. Cuidando lo mental y esquivando las lesiones, estos dos jóvenes tenistas prometen dejar grandes momentos el uno contra el otro. Como profesionales, de momento, 2-1 para 'Jan'.