El décimo partido entre Rafa Nadal y Nick Kyrgios iba a prometer emoción. El jugador de tenis español finalmente no podrá jugar por su lesión y el australiano llegará por primera vez a una final. El excéntrico tenista llega en el momento en el que parece que está abandonando esa postura de chico malo y polémico para primar el inmenso talento con el que ya ha ganado en el pasado al balear. Pero sigue dando que hablar por esa forma particular de ser.
La relación que mantienen ambos siempre ha sido bastante lejana, sobre todo por la actitud de Kyrgios. Tanto en sus partidos como en ruedas de prensa, han tenido sus más y sus menos: desde mosqueos de Nadal por la forma de sacar, hasta pelotazos intencionados y reconocidos de Nick. El australiano ha dejado su huella en este Wimbledon. Comenzó con su espectáculo ante Paul Jubbs y acabó desquiciando a Stefanos Tsitsipas. Además, ha sido acusado de maltrato por una ex.
Es parte de su juego y lo normal es que también lo emplee en esta tercera vez que se ven las caras en Wimbledon. La rivalidad entre ambos comenzó en 2014, cuando un joven invitado por la organización de 19 años eliminaba al balear en octavos de final. Nadal se vengó de esa cita en la segunda ronda de la edición de 2019. Hace tres años que Kyrgios no gana al español (Acapulco 2019) y vienen de un partido en Indian Wells disputado, a pesar de que Nick estaba en un pub a las cuatro de la madrugada el día previo.
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Durante todo este tiempo, Kyrgios ha protagonizado algunos de los momentos más tensos, hilarantes y polémicos de los últimos años en el tenis, por lo que a nadie sorprende los incidentes que ha acumulado hasta ahora en Wimbledon. Desde joven apuntaba maneras, y en el Masters 1000 de Montreal en 2015 le dijo a Wawrinka durante un partido que Kokkinakis se había acostado con su novia. "Lo siento colega", le espetó.
En alguna ocasión directamente se ha dejado ganar, mostrando una actitud totalmente pasiva ante el partido y enfureciendo a los aficionados, como en Shanghái 2016. Zverev le ganó después de que Kyrgios se encarara con el público y para rematar cargó contra los periodistas por su actitud hacia él. La ATP le sancionó con 25.000 dólares y dos meses sin competir; a Nick no le importó demasiado. Más barato le salió simular que se masturbaba con una botella en Queen's.
Polémica con Nadal
La más fuerte que han tenido fue en la sala de prensa de Acapulco 2019. "Creo que es un buen chico, pero le falta un poco de respeto al público, hacia el rival y hacia sí mismo también. Es un jugador que tiene un talento descomunal. Podría ganar Grand Slam y pelear por las primeras posiciones del ránking, pero por algo está donde está", exponía Nadal en rueda de prensa después del incidente que habían protagonizado durante el encuentro.
Kyrgios decidió ejecutar un saque de cuchara cuando el partido estaba entrando en una fase dramática. El público también lo entendió como un vacile, por lo que abucheó al australiano. Contestó a sus palabras en rueda de prensa: "Rafa no me conoce y no voy a escuchar lo que me diga. Cada uno es cómo es". Hasta ese momento, había demostrado sus malos modales contra otros tenistas. Nadal no había sido víctima de su actitud a pesar de haberse encontrado antes.
No tardaría en volver a serlo. Ese mismo año en Wimbledon, en un momento del partido de segunda ronda, Nadal subió a la red y Kyrgios le lanzó la bola fuerte al cuerpo. Rafa reaccionó rápido y puso la raqueta para evitar el impacto. De todas formas, le dedicó una mirada al rival que lo decía todo. Tampoco le pidió perdón: "¿Cuántos Grand Slams tiene? ¿Cuánto dinero en sus cuentas...? ¿No puede aguantar un pelotazo?".
No hace falta que se hayan enfrentado para que Kyrgios piense en él. Cada vez que le amonestan por tardar mucho en sacar, protesta porque cree que con el español son más tolerantes que con él. En Halle y ante Tsitsipas, perdió los nervios cuando recibió un warning del juez de silla al demorarse más de la cuenta secándose con la toalla. "¿No puedo ir a por mi toalla? Juego contra Rafa y todo el tiempo tengo que esperar cuando voy a sacar. Y a él no le dicen nada", le dijo sensiblemente enfadado.