Fin al reinado de España en la Copa Davis. Cederá la corona el próximo 5 de diciembre, cuando una nueva selección se proclame campeona, pero lo habrá hecho peleando hasta el último momento, que es lo que hizo este domingo contra Rusia. Se acarició la épica con un Feliciano López inspirado y ante el que se presupone como el gran favorito a alzarse con el título. Y eso sumado a de donde se venía con las bajas imprevistas.
Que España luchara así por estar en cuartos se puede considerar casi un milagro. El equipo de Sergi Bruguera lo intentó hasta el final, sobreponiéndose a incontables contratiempos que ponían en dificultades poder prolongar la estancia en el torneo con Madrid como una de las sedes. Se peleó y se rugió, pero no se llegó a las eliminatorias que era el objetivo.
Poco se puede objetar al equipo español, con Pablo Carreño como número uno y Feliciano López de dos cuando, a priori, partía con un rol secundario a sus 40 años. Ambos jugaron los partidos individuales ante Ecuador y Rusia y doblaron, uno cada uno, en los partidos de dobles con Marcel Granollers como pareja. Bruguera lo puso todo en manos de ellos tres, toda vez que Albert Ramos y Pedro Martínez habían llegado a la expedición casi con lo puesto.
De Nadal a Alcaraz
El equipo español estaba en cuadro. Primero por la baja de su líder y uno de los mejores deportistas de la historia del país, sino el mejor: Rafa Nadal. Se sabía desde agosto, cuando tomó la decisión de poner fin a su temporada por una lesión en el pie. Hubo tiempo para maniobrar, pero una ausencia así es imposible de cubrir. Y si luego viene lo que sucedió después...
El primer 'palazo' fue la baja de Roberto Bautista, quien debía liderar al equipo sin Nadal. Se cayó del torneo a unos días de su arranque por una rotura abdominal. De días se pasó a horas, que era lo que quedaba para el pistoletazo de salida cuando se anunció que Carlos Alcaraz, la gran esperanza española, era baja también, en su caso, por positivo por coronavirus.
Dos sets que pesaron
Cambio de orden en el equipo y a remar. Contra Ecuador se cumplió con un 3-0 indispensable, pero se empezó a fraguar la desgracia con los dos sets que se dejaron Pablo Carreño ante Emilio Gómez y el asturiano junto a Granollers en el dobles. Viendo que otros equipos ganaban 'limpios' en otros grupos, ya se sabía que había que tirar de calculadora si se quedaba segundo.
Entonces se dio la inesperada irrupción de Feliciano López, convocado inicialmente para un papel menor, centrado en el dobles pero obligado a un protagonismo con el que no se contaba. Primero ganó 2-0 en su partido individual contra Ecuador y, de no ser por el cansancio, hubiera jugador el dobles contra la tricolor. Ante Rusia se puso la capa de líder y dejó una de las mejores actuaciones de su carrera.
Es uno de los duelos más importantes de mi vida y me duele muchísimo que no haya servido para clasificarnos
Ante Rublev (número 5 del mundo) dio la campanada y ganó 2-1, remontada incluida: "Creo que ha sido uno de los mejores partidos de mi carrera, para mí era un premio jugar ante 10.000 personas y ante el 5 del mundo", dijo. La pena es que no fue suficiente: "Es uno de los duelos más importantes de mi vida y me duele muchísimo que no haya servido para clasificarnos. Lo he dado todo y estoy orgulloso de mi esfuerzo, me veía compitiendo en cuartos de final y ha faltado muy poco. Así es el deporte, no podemos hacer nada más".
Carreño se vio arrasado por el vendaval Medvedev, la segunda mejor raqueta del mundo, y cayó 2-0. Todo quedaba por decidir en el dobles y solo valía ganar. Un simple set era lo que impedía a España aspirar a ser una de las mejores segundas en caso de perder su partido. En la mente de todos se reproducían los sets 'regalados' contra Ecuador. Aún así, tras la gesta de 'Feli' ante Rublev no todo estaba perdido.
España salió a por todas en el dobles, con Feliciano López y Granollers llevándose el primer set (6-4) contra Rublev y Karatsev. Otro set y España estaba en cuartos, mientras que Rusia se quedaba contra las cuerdas ya que necesitaba sumar un set más para asegurarse el pase, aunque fuera como segunda. Golpearon los favoritos en la segunda manga (2-6) y obtenían, ahora sí, el billete.
La Serbia de Djokovic peligró
Cosas de la vida, en el último set se decidía el futuro de España y de la Serbia de Novak Djokovic en la Copa Davis. El mejor del mundo se hubiera ido a casa si Rusia cedía contra la dupla española. Estuvo igualado, pero un maldito break, en el que los representantes del gigante europeo se lucieron al resto, dejo a los nuestros a merced en el último juego. Se murió en la orilla.
Fin a un ciclo. España llevaba sin perder como local en la Davis desde hacía 22 años (y 33 eliminatorias después). Hubo que sudar para romper la racha. Ahora España, tras dos años como sede y como mejor equipo del siglo XXI, espera ser una de las dos invitadas para la fase final de 2022. Dentro de un año espera ser menos castigada por tantos imprevistos.
"Hemos tenido problemas constantes en los días previos a la competición y no puedo estar más orgulloso de cómo ha reaccionado el equipo. No pudimos contar con nuestros mejores hombres, pero la manera en que hemos competido no tiene ni un pero. Han tenido un nivel de entrega y dedicación absoluta, no puedo estar más orgulloso de ellos", analizó Bruguera sobre el papel de su equipo. Adiós a la Davis.
[Más información: Rusia deja a fuera a España de los cuartos de la Copa Davis en el punto de dobles]