El tenis fue uno de los deportes más castigados por la crisis dejada por el coronavirus. Durante el estallido de la pandemia y la imposición del confinamiento general, todas las competiciones se suspendieron provocando que muchos jugadores perdieran todos sus ingresos e incluso se quedaran sin fondos para poder seguir pagando a sus equipos.
Tras los primeros pasos de la vuelta a una cierta normalidad, algunos torneos consiguieron celebrarse, pero los más humildes del circuito siguieron pagando caras las consecuencias de la aparición del virus, la prohibición de la entrada de público y el sobrecoste que supone tener que adaptar las competiciones a los nuevos protocolos.
Ya el pasado año, la ATP intentó paliar como pudo esta importante crisis intentando mirar por los más necesitados del circuito, jugadores cuyo ránking no les permite tener grandes ingresos y que dependen en gran medida de su participación en torneos para poder seguir viviendo del deporte de la raqueta.
Con la idea de seguir conservando esos ránkings, algo que también se usaba para no forzar a los tenistas a jugar cualquier torneo y a realizar viajes por miedo a perder esos puntos tan necesarios, la ATP congeló las clasificaciones hasta marzo de 2021, un plazo que ya concluye. Sin embargo, esta gran noticia ha tenido una ampliación de unos meses más.
Los altos dirigentes del tenis mundial han estado trabajando en los últimos meses para idear un plan a seguir eficaz con todas las necesidades que se han generado y que han puesto muchas carreras en riesgo. De esta forma, los puntos quedarán congelados hasta el próximo 9 de agosto, de momento, periodo en el que se incluye el Master 1000 de Toronto.
De esta manera, tal y como sucedió en 2020, los puntos que se consiguieron entre el 4 de marzo y el 5 de agosto de 2019 se mantendrán en un 50% independientemente de lo que ocurra en 2021. Solo se sumarán puntos en un torneo, y no se darán ese 50% obtenido hace dos cursos, si se consigue el 100% en dicho certamen.
Medidas económicas
Además, la ATP ha acordado una subida y una crecida de los premios en los torneos más pequeños del circuito, los ATP 250 y 500. Estos torneos sufrieron una bajada del 50% en su bolsa de premios y ahora registrarán subidas de entre el 60% y el 80% para incentivar la participación, la reactivación del circuito y reducir las pérdidas, intentando salvar así el ecosistema del tenis mundial.
Esta subida, que ha sido aprobada por la ATP y por el Consejo de Jugadores, correrá a cargo de la Asociación de Tenistas Profesionales. En dicho Consejo de Jugadores, del que forman parte importante Rafa Nadal y Roger Federer, se ha aprobado también la renuncia al bonus que cobraban los 12 mejor clasificados del circuito a final de curso como concepto en favor de su promoción del tenis, ya que se entiende que sus temporadas, sus éxitos y sus presencias en los diferentes torneos dan valor y prestigio al deporte y ayudan a la mayor llegada de ingresos.
Ese bonus ascendía a algo más de 4 millones de euros y ahora será invertido en estas medidas aprobadas por la Asociación de Tenistas Profesionales para intentar ayudar a los jugadores y torneos más vulnerables del circuito, aunque la pandemia no ha entendido en muchos casos de categorías, provocando que torneos como Wimbledon se tuvieran que suspender en 2020. La esperanza ahora es que el 2021 traiga una temporada más cercana a la normalidad, aunque sea con restricciones.
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