Novak Djokovic se ha propuesto crear un nuevo tenis. Quizás, algún día, desde la ATP o incluso sus propios compañeros le adviertan que al final se terminará quedando solo. Mientras tanto, el serbio sigue empeñado en dejar su sello en el deporte de la raqueta, pero no solo ganando torneos y exhibiendo su calidad infinita, sino cambiando cosas que son casi culturales.
El tenista balcánico se encuentra disputando el Grand Slam de Roland Garros donde es el gran favorito a llevarse el título junto al español Rafa Nadal. Djokovic no ha perdido ni un solo partido este año, ya que solo su descalificación en el US Open tras propinar un brutal pelotazo a un juez de silla ha sido su única derrota. Por eso, el número 1 del mundo se cree con total potestad para decidir quien debe estar y quien no en la pista, y considera que los jueces de línea no solo le estorban, sino que le molestan.
De esta forma, desde el torneo parisino, Djokovic ha confirmado cual sería su deseo para con ellos, y no es otro que eliminarles del tenis. Para 'Nole', no realizan ninguna función útil y están ahí solo por tradición y por cultura deportiva, y asegura que con la tecnología existente no hacen ninguna falta.
"Con todo mi respeto a la tradición y a la cultura de este deporte en cuanto a la presencia de personas dentro de la pista, incluidos los jueces de línea, no veo ninguna razón por la que en cada torneo en este mundo tan tecnológico no se hagan las cosas como en Nueva York". Así comenzaba su alegato el reciente ganador del Master 1000 de Roma y de Cincinnati.
"La tecnología es tan avanzada que no veo razones por las que haya que seguir manteniendo a los jueces de línea en la pista". Directo al centro de su polémica, Djokovic soltó la bomba. No quiere a los jueces de línea ni en pintura después del altercado que tuvo en Flushing Meadows cuando en una de sus habituales pérdidas de nervios propinó un pelotazo tremendo a una árbitro.
La justificación de Djokovic
Djokovic siguió con su alegato en el que también hizo referencia al dinero que supone esta tecnología que hay presente en deportes como el tenis: "Es mi opinión. Claro que la tecnología es cara y es un tema de dinero, pero creo que nos dirigimos a eso y no hay razones para mantenerlos".
"Los recogepelotas sí, por supuesto. Pero los jueces de línea...Quizás me podéis decir por qué deben seguir, más allá de la tradición. Y así, posiblemente, tendría menos opciones de hacer lo que hice en Nueva York". Ni corto ni perezoso, Djokovic aseguró que la solución para evitar que el número 1 del mundo le pegue un pelotazo a un árbitro es quitar a ese árbitro de todas las pistas.
Sin duda, se tratan de unas palabras polémicas del líder del ránking ATP que tendrán una repercusión enorme, especialmente en París, donde 'Nole' tendrá que seguir viéndoselas con muchos jueces de línea si quiere luchar por sumar su segundo Grand Slam de la temporada, lejos ya de aquel triunfo conseguido en Australia a principios de año.
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