España jugará la fase final de la ATP Cup, que enfrentará desde mañana jueves a los ocho mejores equipos del mundo en Sídney. Después de que Roberto Bautista abriese la eliminatoria ante Japón ganando a Go Soeda por 6-2 y 6-4, Rafael Nadal cerró el triunfo imponiéndose en un sufrido partido a Yoshihito Nishioka 7-6 y 6-4. Hoy mismo, sin tiempo que perder, la selección se marchará de Perth para aclimatarse al cambio horario (tres horas más) y las condiciones de la nueva ciudad, donde el viernes buscarán el pase a las semifinales.
“Ha sido un partido difícil”, aseguró Nadal tras el triunfo. “He ido a contracorriente en muchos momentos del primer set. Por suerte, cada vez que me ha hecho break lo he podido devolver. Era mi primera prueba jugando de día, en unas condiciones de calor y con un rival que estaba adaptado a estas circunstancias, he hecho cosas bien, y otras menos bien. En los momentos que tenía que estar acertado, lo he estado”, añadió el número uno. “Es una victoria positiva para mí porque he pasado por situaciones que necesitaba, a nivel físico y también a nivel tenístico. Creo que será un partido que me ayudará a seguir hacia adelante”.
“Veníamos como los favoritos, y hemos cumplido”, le siguió Francis Roig, el capitán español. “Teníamos el mejor equipo. Hemos dado muy buen nivel y también hemos entrenado bien”, dijo el técnico catalán. “A ver si podemos llegar en buena forma a Sídney”.
La velocidad de Nishioka desbordó a Nadal en el arranque del partido. En un juego descomunal, el japonés le arrebató el saque al número uno del mundo y se colocó 3-2, impresionándose a sí mismo por los tres zarpazos que le dieron el break contra el español. Una reacción inmediata de Nadal devolvió el cruce a la igualdad (3-3) hasta que el japonés volvió a llevar al límite a su rival convirtiendo otra pelota de rotura que le puso la primera manga en las manos (5-4 y saque).
Si el primer break fue mérito de Nishioka, en el segundo la responsabilidad le correspondió en buena parte a Nadal. El mallorquín, demasiado errático, entregó los dos últimos puntos cometiendo una doble falta y fallando un revés cruzado sin mucha dificultad. En consecuencia, se metió en un jardín del que salió en una sensacional exhibición de escapismo: le rompió el servicio en blanco a Nishioka cuando sacaba por el set (5-4), le citó a continuación en el tie-break, perdió la ventaja que tenía (de 4-1 a 5-4) y finalmente se hizo con la primera manga tras un punto que el japonés tuvo que ganarle 10 veces, y aún así lo perdió.
No sacó bandera blanca Nishioka en el segundo set, y mira que tenía motivos para hacerlo. Con 3-2 arriba, el número 72 abrió otra pequeña brecha (tres pelotas de break) que Nadal salvó para enfilar el camino de la victoria sin más sobresaltos. Fue, en cualquier caso, una mañana revuelta para el mallorquín: los cambios en las condiciones (España siempre había jugado de noche), un rival inspirado y un día difícil le obligaron a sobrevivir.
La especialidad del número uno.