El combate se acerca y la tensión entre Mike Tyson y Jake Paul sigue creciendo con el paso de las horas. La mecha ya está encendía y lo ha hecho a raíz de lo ocurrido durante el careo de ambos contendientes durante el pesaje, que acabó con una agresión.
Tyson se había mostrado muy comedido los días anteriores al combate, pero en el último momento dejó claro que no está para bromas y que la pelea estaba muy lejos de ser una exhibición. "No tengo nada más que decir, solo quiero pelear", advertía Mike en rueda de prensa.
Llegó el pesaje y, cuando ambos boxeadores iban a realizar su último careo, Jake Paul se acercó medio agachado a Tyson propinándole un pisotón que acabó en tragedia. En un abrir y cerrar de ojos, Paul se encontró con la mano abierta de Tyson impactando en su moflete izquierdo.
Nadie esperó el 'tortazo', especialmente por la actitud tan respetuosa que había mostrado anteriormente, y por el hecho de que en teoría ambos se llevan bien. Además, los presentes no apreciaron el pisotón, por lo que lo vieron como una acción repentina e injustificada en un principio. Más tarde se supieron los motivos.
Rápidamente, el equipo de Tyson le separó de la escena del crimen, ante un Jake Paul que vivía en esos momentos una mezcla de incredulidad y risas nerviosas. Sin embargo, pronto volvió a su papel para ponerse frente al público tocándose el rostro con una sonrisa de oreja a oreja. "Las palabras se acabaron", repetía Mike antes de abandonar el escenario con cara de pocos amigos.
Por su parte, la reacción de Paul al bofetón recibido no tardó en llegar. "Ni sentí el golpe. El tipo está enojado y ahora esto se volvió un asunto personal. Él debe morir", amenazó. "Este es momento de pellizcarme. Mike Tyson me dio una bofetada", apuntó Jake Paul en X.
El evento de los 80M
El combate de boxeo, que se celebra en la madrugada de este viernes 15 de noviembre (horario español), ha sido calificado por críticos como "el mayor espectáculo circense en el boxeo", y no es para menos: el combate contará con una bolsa de 80 millones de dólares, precios récord en entradas VIP, una histórica diferencia de edad entre los contendientes y la transmisión exclusiva en Netflix, marcando el primer paso de la plataforma en los deportes de combate.
Los peleadores han asegurado un acuerdo de 31 millones de libras (alrededor de 40 millones de dólares) cada uno por este combate. Además, las entradas para el evento también han roto récords en precios, con paquetes VIP que alcanzan los 2 millones de dólares.
Estos exclusivos asientos, ubicados a menos de dos metros del cuadrilátero, permiten a sus compradores acceso a áreas privadas, visitas a los vestidores de ambos luchadores, un bar libre y un menú gourmet de primera clase, así como un acompañamiento de seguridad personal para moverse por el estadio.
Se espera que más de 60.000 aficionados acudan al AT&T Stadium para presenciar el enfrentamiento en vivo, mientras millones de personas en todo el mundo sintonizan Netflix para verlo desde casa.