Ana Peleteiro, medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, se prepara para la cita de París 2024 y ha dado una entrevista para Vogue España. La atleta gallega se abre con varios temas personales, desde el racismo que ha sufrido a lo largo de su vida hasta su reciente maternidad.
La saltadora española cuenta sus orígenes: "Mi madre biológica es blanca, coruñesa y fui, al parecer, su segundo embarazo". Su madre biológica la dejó en el hospital y Peleteiro cree que fue "una mujer supervaliente, que supo reconocer que no estaba preparada".
"Ahí intervino la Administración. Llamaron a la primera familia en la lista de adopciones y dijeron: 'La niña tiene un problema: es un poco morenita'. Y ellos no me quisieron. Y también lo entiendo, porque en 1995 adoptar ya era en sí algo novedoso, como para encima estar dando aún más explicaciones", siguió relatando Peleteiro.
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Hasta que un 10 de diciembre fue adoptada por sus padres: "La adopción es algo maravilloso y creo que hay un montón de niños en la misma situación que yo que se merecen una segunda oportunidad", explica.
Desde pequeña tuvo que enfrentarse al racismo, algo que continúa a día de hoy. Pero Peleteiro encontró maneras de protegerse de los insultos: "Siempre me supe defender muy bien a puñetazos. Mi padre me decía: 'A ti que no te coman'. Y yo me defendía con las armas que tenía. Y con 14 o 15 años, no son precisamente retóricas. Mi padre se pasó la ESO en la Jefatura de Estudios. Pero orgulloso porque veía que no me dejaba pisar", termina por recordar en la citada revista.
La maternidad
Peleteiro compagina ahora el deporte de élite con la maternidad: "El 20 de diciembre de 2022 me estaban abriendo siete capas de abdomen para ver a mi niña por primera vez. Hoy, gracias al trabajo específico que he realizado junto a la preparadora Cristina Díaz, tengo esa zona incluso más fuerte que antes de ser madre. Pero la verdad es que me costó mucho volver a verme otra vez con mi ropa de competición [...] Las mujeres todavía nos castigamos mucho si no encajamos perfectamente en ese inalcanzable canon de belleza que no sé quién carajo se inventó".
"Ha sido un año, sobre todo, de descubrirme como mujer y como persona. He tenido que desenterrar a la Ana más trabajadora y más persistente, a la Ana que aunque se levante cansada tras una noche sin pegar ojo, tiene que ir a entrenar. La maternidad hace que, a veces, todo sea una odisea. No podía ir a ningún sitio sin mi hija, sobre todo al principio, porque además estaba dando el pecho. Me separaba de ella diez minutos y parecía que los senos me iban a explotar. Eso fue lo que más me chocó", añade.
París 2024
La atleta gallega mira a los Juegos Olímpicos de París 2024 con un objetivo claro: "Medalla. No hay otra cosa...Estoy trabajando todos los días para conseguirlo. La verdad es que me encuentro muy bien. Estoy haciendo cosas que no había hecho nunca antes. Y mi entrenador, Iván Pedroso, está muy orgulloso. Confío plenamente en él. Además, desde que di a luz, nuestra relación está en un momento muy dulce. Tengo muchísima confianza en este año. Y me encanta, porque hay quienes no la tienen. Hay quienes piensan que por haber sido madre, mi éxito en la pista es cosa del pasado", concluye.