La presencia de atletas trans en el deporte es un debate eterno que no parece tener un final claro. Sin embargo, cada vez que se produce alguna situación polémica con deportistas de esta naturaleza, la discusión regresa a los medios de comunicación y también a las redes sociales. Ahora, la polémica ha salpicado al voleibol por un caso que se ha producido en Estados Unidos.
El suceso en cuestión se produjo en un partido de categorías inferiores disputado en California. Una joven de 17 años recibió un fuerte golpe propinado por una rival que se autodenominaba jugadora trans al haber iniciado su transición para ser una mujer. La chica recibió un impacto en la cabeza, un brutal pelotazo, que le provocó una conmoción cerebral grave.
El informe elaborado tras este terrible suceso indicaba que "un estudiante varón identificado como trans competía junto a mujeres" en este partido disputado en el Half Moon Bay High School de California. La jugadora agredida tuvo que ser atendida de urgencia y se perderá lo que resta de temporada por culpa de esta conmoción.
La polémica con las deportistas trans se reabre en Estados Unidos
Estados Unidos es uno de los países en los que el debate por la inclusión de deportistas trans está más candente. El último caso que se ha producido, y que ha tenido lugar en un partido de voleibol de adolescentes en California, ha provocado que los críticos con la presencia de estas deportistas en categorías femeninas se levanten en armas.
La noticia fue adelantada por el medio Reduxx, quien pudo hablar con el padre de la joven. Él ha sido el encargado de denunciar la complicada situación en la que se encuentra su hija. Incluso ha dado un nombre falso, Luis, para proteger su identidad ante la corriente de críticas y presiones que pudiera recibir.
La chica de 17 años era gran amante de este deporte, el cual practicaba desde que es muy pequeña. Sin embargo, esta temporada no podrá volver a vestirse de corto, ya que el brutal impacto recibido le ha provocado una conmoción cerebral que debe vigilar tal y como le han dicho los médicos.
"Mi hija ha estado involucrada con el voleibol desde que estaba en cuarto grado. Ella siempre fue muy competitiva y exigente. Cuando empezó a preguntar acerca de jugar voleibol, empezó a practicar en el patio trasero. Durante horas seguidas, golpeaba la pelota en el techo inclinado. Con el tiempo pudo ser capitana del equipo".
Este hombre explicó que la diferencia entre esta jugadora y el resto era muy notable y que se dio cuenta enseguida de su fuerza y de sus capacidades: "Desde lejos parecía un niño vestido con un uniforme de voleibol femenino". La situación le pareció tan extraña que incluso escribió un mensaje a su mujer para transmitirle sus dudas: "Le pregunté si sabía que podría haber un hombre en el equipo. Ella dijo que sí".
"Le dije a mi esposa que esto no era justo. Me sentí frustrado porque, de manera indirecta, ahora estaba apoyando la confusión de género de alguien. Para empezar, ahora jugaban contra mi hija y sus compañeras de equipo. Había oído hablar de las personas transgénero en cuestiones deportivas, las políticas de identificación de género en el baño y los grupos trans que les leían a los niños en la escuela. Ahora me afectaba directamente a mí".
Lo cierto es que la experiencia para él fue horrible cuando vio a su hija tendida en el suelo tras recibir ese brutal impacto. En ese momento estaba hablando con otro padre. Y tras escuchar el impresionante golpe, lo siguiente fue ver como a la pequeña la sacaban de la pista mientras le sujetaban la cabeza. Ahí le invadió una sensación de angustia e impotencia.
"El otro padre se volvió hacia mí y me dijo: '¿viste eso? Ese chico la golpeó. Me había perdido el golpe real, pero sentí el peso de todos mirándome, incluido el equipo contrario". En ese momento, decidió abandonar el pabellón para ver qué le había sucedido a su hija, la cual estaba recibiendo una primera evaluación de los daños.
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La joven tenía un fuerte dolor de cabeza y no veía con claridad. Intentó volver al partido, pero tuvo que desistir en su empeño y escuchar a los servicios médicos. Tras pasar por las manos de médicos especializados, le prohibieron volver a jugar en lo que resta de temporada. "Ella jugaba por diversión y este era el último año que lo hacía. Se sentía robada y yo me sentía impotente".
A pesar de que le atemorizaba hablar, ha decidido hacerlo, aunque de manera oculta. Su intención era que su hija no fuera perseguida por esta cuestión, ya que decidió denunciar ante la escuela la participación de atletas trans en competiciones femeninas. Sin embargo, desde el centro le indicaron que el reglamento lo permitía y que no podían hacer nada.
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"No me malinterpreten, tengo empatía por el niño. No sé lo duro que debe ser para alguien nacer varón y no identificarse con eso. La vida debe ser difícil. Pero ¿en qué momento la disforia de género de alguien cruza el límite de la empatía? En mi caso, cuando mi hija resultó herida".
El medio que destapó el caso, Reduxx, consiguió identificar al estudiante como Aaron Lester. Esta deportista trans es hija de la activista por la justicia social Lisa Phelan y del músico John Lester. Ellos contaron en una entrevista que su hijo había expresado su interés por vestir ropa femenina y por acercarse al universo de las mujeres con apenas 9 años. Aunque no está claro cuando inició su transición, su madre se especializó en la defensa del colectivo trans en el año 2021.