El 25 de septiembre de 2022 Eliud Kipchoge asombró al mundo al batir el récord mundial de Maratón. Con un tiempo de 2:01:09 superó su marca de 2018 y dejó más inalcanzable aún su registro. Mientras tanto, otro joven keniata de 22 años llamado Kelvin Kiptum soñaba con igualar o quien sabe si superar a su compatriota. Eso quedaba lejos, todavía no había corrido una maratón. Sin embargo, solo ha tenido que esperar 378 días para destronar al rey maratoniano.
Berlín fue testigo del récord mundial de Kipchoge. Esta vez, Chicago vio con sus propios ojos como Kiptum pulverizaba la marca de su paisano con una diferencia de 34 segundos. Una proeza histórica. Una carrera memorable de un atleta de la localidad keniata de Eldoret que puso su nombre en el mapa mundial y que comenzó a escribir una historia que augura ser de letras doradas.
Kelvin Kiptum acabó la maratón del domingo sobrado. Tras unos últimos metros en los que se exprimió al máximo en el sprint quiso darse un homenaje antes de cruzar la línea de meta. Alzó el dedo al cielo y miró al lado derecho y lanzó un beso al público en señal de agradecimiento al apoyo recibido. Giró su vista al lado izquierdo y repitió su gesto. Acabó con una mirada fija a la meta final, dándose un golpe en el pecho y finalizando la prueba con una sonrisa. Sabía que había hecho historia.
[Kelvin Kiptum da una exhibición en Chicago y revienta el récord del mundo de maratón]
"Me siento muy feliz, me estaba preparando para la victoria con récord del circuito, pero afortunadamente ha sido con récord del mundo, que no estaba en mi mente para hoy", declaró el keniata minutos después de su triunfo en Chicago.
Esa alegría final, lógica por la magnitud de los acontecimientos, fue un semblante serio durante las dos horas previas. El keniata pisó fuerte desde el principio y llegó al kilómetro quince por debajo del tiempo de Kipchoge. Lo hizo junto a Mateiko, pero finalizó la carrera con doce kilómetros en solitario. Fue allí donde ofreció su mejor versión ya que consiguió recuperar una ligera desventaja con los tiempos de Kipchoge.
Carrera meteórica
Lo conseguido por Kiptum el domingo en Chicago está a la altura de una de las mejores hazañas deportivas de los últimos años. Su récord tiene varios ingredientes para calificarlo de una forma tan excepcional y de darle el valor que lo merece. En primer lugar, parecía imposible que alguien batiera el récord de Kipchoge. Hacerlo con más de medio minuto de diferencia y con la solvencia que mostró Kiptum habla de que estamos ante un atleta único.
Otro factor clave es la edad. Kiptum ha logrado esta plusmarca con tan solo 23 años mientras que su paisano lo hizo con 37 años. Una diferencia abismal que dejar ver el margen de mejora de Kiptum.
Sin embargo, lo que ha sorprendido a todo el mundo sobre este prodigio del atletismo ha sido su escasa trayectoria. La de Chicago fue la tercera maratón que disputó, es decir, en tan solo tres intentos ha pasado por encima de todos los maratonianos. Palabras mayores. Hasta el domingo Kiptum contaba en su haber con dos maratones ganadas en las dos que había participado. Fueron dos golpes sobre la mesa ya que en estas pruebas consiguió la tercera y la segunda mejor marca de la historia.
Su primera exhibición llegó el pasado 4 de diciembre de 2022 en Valencia. Asombró con su estratosférica marca de 2:01.53, que se convertía como la tercera más rápida del planeta. Unos meses después, el pasado 23 de abril, volvió a hacer historia en Londres superando su registro y firmando la segunda mejor marca de la historia.
Chicago 2023 entra la historia porque puede haber simbolizado un cambio de era en la élite del atletismo en ruta. Si hasta hace nada todo el planeta se preguntaba cuándo bajaría Kipchoge de las dos horas en maratón en una carrera que no estuviera hecha a su medida, ahora este mismo interrogante se le pone sobre la mesa a Kiptum. Y se abre una expectación inusitada por la batalla entre dos generaciones en París, en los Juegos Olímpicos del año que viene.
La gesta de Kiptum deja en segundo plano otra gesta, la de Sifan Hassan, que ha ganado en Chicago siendo la segunda mujer más rápida en maratón. La neerlandesa ha parado el cronómetro en 2:13.44 y sólo está por detrás del impresionante récord del mundo de Tigst Assefa, establecido hace dos semanas en Berlín (2:11.53).