Magnus Carlsen 'deja' el ajedrez y se pasa al póker: de renunciar al Mundial a jugárselo todo en EEUU

El ajedrez se encuentra buscando al sucesor de Magnus Carlsen en el Campeonato del Mundo que se está disputando en Astaná. En el país kazajo, el chino Ding Liren y el ruso Ian Nepomniachtchi pelean por suceder al noruego en una igualada serie tras la victoria del asiático en la última partida y poner el 2-2.

Sin embargo, Carlsen parece no estar muy pendiente de lo que ocurre en Astaná. El Gran Maestro tiene puesta su atención en otros menesteres, a miles de kilómetros de la capital de Azerbaiyán. Concretamente, se encuentra en Los Ángeles, costa oeste de Estados Unidos, con otro entretenimiento en su cabeza.

Concretamente, Carlsen fue uno de los grandes protagonistas del Hustler Casino Live (HCL). Allí compartió mesa junto a otros conocidos rostros de las redes en una de las partidas. El noruego recibió la invitación de Alexandra Botez, también ajedrecista y creadora de contenido.

Junto a la gran estrella del mundo del ajedrez, había otros personajes reconocidos en otros ámbitos como el de los videojuegos, YouTube o vloggueros. Nate Hill, Kian Lawley, JC Caylen o el vlogger argentino Mariano Grandoli eran algunos de los presentes. Tampoco faltaron estrellas de Tik Tok como Bryce Hall y Nick Austin.

De hecho, el Gran Maestro llegó a bromear con su presencia en Los Ángeles y señaló en tono jocoso que estaba allí para ganarse la vida y así encontrar un sustento que le pueda costear sus vicios. "Necesito el dinero para costearme hábitos como la bebida. Así que me lo voy a tomar muy en serio", explicó en unas declaraciones recogidas.

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Aficionado al póker

No es la primera vez que el campeón mundial desde 2013 ha sido relacionado con el póker. Carlsen ya se ha dejado ver en varias ocasiones practicando esta modalidad y tuvo su momento más álgido cuando participó en el Norwegian National Poker Championship el pasado año.

El ajedrecista acudió hasta el Reino Unido y se convirtió en una de las grandes atracciones. Pese a no ser un completo experto, su papel fue más que reseñable. Carlsen plantó cara y dejó una imagen para el recuerdo marcándose un faro ante sus rivales que le daba el pase a la siguiente mesa.

De hecho, tan buena fue la actuación del Gran Maestro que acabó superando las expectativas de todos y terminó en la vigesimoquinta posición, quedándose a nada de entrar en la mesa. Esto le supuso un premio en metálico de 5.160 euros, una elevada cuantía para el ajedrecista y motivo por el cual se ha convertido en un aficionado del póker en los últimos tiempos.