World Athletics, la Federación Internacional de Atletismo, comenzó un incendio que ha llegado ya a todas las disciplinas deportivas. Se trata de la determinación sobre qué hacer con la inclusión de deportistas trans en las categorías masculinas y femeninas. El principal debate está en aquellos atletas que, habiendo nacido como hombres, deciden transicionar hacia mujeres para después competir en categorías femeninas.
El deporte femenino, casi al unísono, define esta situación como una injusticia ya que considera que aquellos deportistas que han superado la pubertad como hombres tienen unas ventajas físicas biológicas que rompen la barrera de la igualdad competitiva, principio básico de cualquier disciplina.
Después de ver casos de deportistas trans brillando en competiciones femeninas de atletismo, halterofilia o ciclismo, hay una disciplina que se ha fragmentado por completo. Se trata de la natación, la cual vuelve a estar en el centro de los focos como ya sucedió con las famosas aventuras de Lia Thomas, la nadadora trans que fracasó en el deporte como hombre y que ahora arrasa como mujer a nivel universitario en Estados Unidos y que incluso sueña con ir a los Juegos Olímpicos.
Swim England, la Federación Británica de Natación, ha decidido romper con la Federación Internacional (FINA) y ha presentado un modelo de gestión propio basado en la creación de dos categorías. Por un lado la famosa 'categoría abierta' y por el otro la categoría femenina. De esta forma, las nadadoras trans tendrían que competir en la primera, junto a hombres y personas no binarias, mientras que la segunda sería exclusivamente para mujeres. Una decisión contraria a la FINA, pero solo aplicable para el profesionalismo.
El plan de Swim England
La Federación Británica de Natación, cuyas decisiones afectan a deportes como la natación, la natación artística, los saltos de trampolín y el waterpolo, ha optado por desarrollar un rompedor plan para intentar acabar con la polémica de deportistas trans en sus competiciones. Una decisión que choca frontalmente, eso sí, con los designios ya realizado por la FINA, la Federación Internacional de Natación.
En su caso, Swim England ha decidido crear un nuevo modelo formado por dos categorías. Cambia el plan gestión tradicional, con una categoría masculina y una femenina, por una categoría femenina y por una categoría denominada como abierta. En esta nueva deberán competir, a partir del próximo mes de septiembre, los atletas cuyo sexo de nacimiento sea masculino o aquellos que se definan como trans o como personas no binarias.
Esto será así para todas aquellas competiciones que estén autorizadas por la reglamentación de Swim England, aunque no para las pruebas que sean disputadas por nadadoras sin licencia, es decir, un nivel más amateur. Ahí, Swim England sí permite a nadadoras trans competir contra mujeres biológicas, una decisión que difiere de la FINA, la cual ha intentado por todos los medios que las deportistas trans tengan su propia categoría, separada de mujeres y hombres, y que estas compitan contra atletas no binarios.
Para estas competiciones de bajo nivel, conocidas como aquellas para atletas 'sin licencia', sí permitirá que las nadadoras puedan competir en el sexo autodefinido y no en el biológico, marcado ahora por esa nueva categoría. Sin embargo, el matiz realizado va en relación con los resultados y las marcas fijadas, ya que no entrarán en las clasificaciones de Swim England ni serán consideradas para posibles récords.
De esta manera, la Federación Británica quiere evitar una de las vías que suele crear mayor polémica en este ámbito de la inclusión de personas trans en competiciones femeninas como son el establecimiento de récords imposibles de alcanzar para mujeres biológicas. No obstante, lo que no podrá perseguir son las victorias conseguidas, al menos hasta que no haya una revisión de la reglamentación.
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Antes de dar forma a esta decisión, Swim England ha conformado un comité de expertos que ha contado con aportaciones de hasta 2.000 miembros entre los que se encontraban partes interesadas y grupos de defensa. El encargado de dar explicaciones sobre esta decisión ha sido Mike Hawkes, responsable de diversidad e inclusión de Swim England, quien ha asegurado que este nuevo enfoque de dos niveles preservaría la sana competencia propia del deporte sin convertir la natación en un especio contrario a la inclusión.
"Como resultado de la fuerza del sentimiento mostrado a través de nuestra consulta independiente, reconocemos que la competición justa se considera la columna vertebral de nuestros deportes acuáticos y, por lo tanto, debe ser prioritaria". Es decir, que Swim England entiende que hay espacio para la inclusión, pero sin interferir en el deporte a más alto nivel.
Confrontación con la FINA
El rompedor plan que va a poner en marcha Swim England tiene un gran rival enfrente. Seguramente, el más temido para la Federación Británica de Natación. Se trata de la FINA, la cual defiende una política totalmente diferente para la inclusión de personas trans en el deporte. El máximo organismo rector considera que la principal medida debe ser eliminar a las atletas trans de las competiciones femeninas y que para ello, la situación idílica sería la creación de una categoría para ellas y para las atletas no binarias.
La situación en la natación mundial ha cambiado mucho en los últimos años. Especialmente tras el estallido del 'caso Lia Thomas'. La nadadora estadounidense tuvo una primera parte de su carrera deportiva en la que competía como hombre sin obtener grandes resultados. Después, decidió iniciar su cambio de sexo y cuando empezó a competir contra mujeres, sus logros cambiaron radicalmente.
Se convirtió en la mejor nadadora del deporte universitario en Estados Unidos e incluso a comenzó a soñar en grande con su participación en los Juegos Olímpicos. A partir de esta polémica, la FINA decidió prohibir que las mujeres trans pudieran participar en competiciones femeninas. Aquí llega la primera confrontación entre la FINA y Swim England, ya que desde la Federación Británica no aprueban la prohibición generalizada.
"Entendemos que existe el nerviosismo de que los atletas trans vayan a afectar a las oportunidades de los atletas cisgénero, ya sean deportivas, en términos de progreso a través de la vía del talento o comerciales. E incluso lo que se está viendo en Estados Unidos con respecto a Lia Thomas".
"Pero creemos que lo que hemos proporcionado es una política que permitirá la inclusión desde la base hasta el nivel más alto posible, momento en el que la integridad competitiva debe tener prioridad. No es lo mejor de ambos mundos, pero sin duda es lo mejor que creemos que es posible".
Swim England considera que la no prohibición total de la presencia de nadadoras trans en competiciones femeninas, la cual solo se producirá en la élite profesional, y la creación después de una categoría abierta, y no de una para estas personas y para aquellas que se definen como no binarias, son las formas más correctas y con mayor sensibilidad para abordar un caso siempre complicado.
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Eso sí, Mike Hawkes y Swim England reconocen que esta situación se podría volver a estudiar en un futuro ya que no son decisiones inamovibles. Por ejemplo, en el caso del waterpolo, las mujeres transexuales no pueden competir ni siquiera a nivel recreativo contra jugadoras femeninas en la categoría absoluta por motivos lógicos de seguridad.
Para Hawkes y para la Federación Británica de Natación, las decisiones adoptadas son la fórmula más cercana a una solución mágica que no existe. Y además, se adaptan a la postura impulsada por el Grupo de Igualdad de los Consejos Deportivos, el cual ya manifestó su postura en septiembre de 2021. El objetivo no ha sido otro que buscar la forma de inclusión más equilibrada posible de las mujeres transgénero en el deporte femenino garantizando al mismo tiempo la equidad competitiva y la seguridad.
Decisiones que han tomado desde Swim England siendo plenamente conscientes de que recibirán críticas desde uno y otro sector: "Esto no es algo que hayamos hecho en un periodo de semanas. Pero habrá preguntas y habrá reacciones, porque probablemente sea el tema más polémico y emotivo del deporte en este momento".