Sigue la tensión en relación a la disputa de los próximos Juegos Olímpicos de París que se celebrarán en el año 2024. Existe una disputa que prevalece ahora mismo por encima de cualquier interés deportivo y es si Rusia y Bielorrusia deben participar en las competiciones que se disputarán en territorio francés.
Muchos han opinado al respecto y en estos momentos la división en el ámbito deportivo es total. De lado de Rusia se encuentra el Comité Olímpico Internacional, el ente que finalmente tendrá que tomar la decisión, y países como Francia, organizadora de la cita y que aboga por un principio de integración. Tanto Thomas Bach como Emmanuel Macron, presidentes del COI y del país galo respectivamente, apuestan por el sí. En cambio, en territorio francés existe una rebelde, Anne Hidalgo, la alcaldesa de París que sí apoya el veto contra Rusia.
A pesar de que el estado de Vladímir Putin inició hace casi un año una guerra previa invasión de Ucrania, los partidarios de este planteamiento defienden la presencia de atletas rusos y bielorrusos bajo bandera neutral. Una propuesta que nació en Estados Unidos y que cada vez tiene más posibilidades de ser la elegida.
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Del otro lado se sitúa, lógicamente, Ucrania. Volodímir Zelenski está promoviendo un veto a nivel mundial para intentar evitar la presencia de estos dos países en la cita deportiva más importante del año. El presidente ucranio ya ha obtenido algunos apoyos siendo el último hecho público el de Reino Unido.
Las islas Británicas se han expresado oficialmente a través de Lucy Frazier, ministra de Deportes y Cultura de Reino Unido, quien asegura que es intolerable que se acepte tan solo la idea de pensar si Rusia y sus atletas deben estar en París aunque sea con bandera neutral: "Mientras Putin continúe con su guerra, Rusia y Bielorrusia no deben poder participar en ningún campeonato mundial ni estar representados en los Juegos Olímpicos".
Reino Unido es pionera en eso de perseguir a los atletas nórdicos ya que, por ejemplo, vetó a todos los tenistas rusos y bielorrusos de la última edición de Wimbledon, algo que supuso un auténtico shock para el circuito. Y en vista de la firmeza con la que la ministra se ha expresado en este asunto, parece que la línea a seguir será la misma en 2023 si el conflicto no cesa.
"Hay peligro de que el mundo quiera pasar página y volver a como las cosas eran antes. Sin embargo, la situación con Ucrania no ha cambiado desde la decisión que tomó el Comité Olímpico Internacional el pasado febrero, cuando comenzó la invasión rusa, de prohibir participar a rusos y bielorrusos de cualquier competición".
Zelenski cierra filas
Frazier ha ofrecido su punto de vista a través de un comunicado que ha sido distribuido a través de redes sociales después de haber participado en una reunión telemática celebrada este viernes por la mañana de la que han formado parte 35 naciones. Una de ellas, lógicamente, era Ucrania, ya que Zelenki se encuentra de viaje institucional. En los últimos días se ha reunido con Rishi Sunak y con el rey Carlos III.
Por su parte, Zelenski ha agradecido las palabras de Frazier y ha apoyado esta postura para seguir intentando que cale hondo la corriente en contra de la participación rusa en los Juegos Olímpicos de 2024 y en todas las competiciones de clubes, selecciones e individuales hasta entonces: "El terror y los Juegos Olímpicos son dos cosas opuestas, no pueden mezclarse. Rusia está tratando de captar cualquier tipo de atención por parte del mundo para hacer propaganda de la guerra. La participación de Rusia no puede blanquearse con la neutralidad o con una bandera blanca".