El Comité Olímpico Internacional ha pedido levantar el veto a los deportistas rusos y bielorrusos. Una decisión que llega prácticamente un año después de la decisión de no dejarles participar en los distintos eventos que le atañen y que se reprodujo sistemáticamente en las distintas federaciones a escala mundial.
Una especie de 'desescala' para que todos los deportistas puedan volver a competir al máximo nivel y con la visión puesta en un futuro cercano. La proximidad de los Juegos Olímpicos de París 2024 ha provocado la decisión, ya que las restricciones no podían seguir imperando contra los deportistas.
Aunque para ello, tendrán que acreditar que no se ha mostrado en ningún momento a favor de la guerra entre Ucrania y Rusia y, además, deberán de pasar una serie de controles de dopaje, ya que se había instaurado en el país soviético como una práctica de estado durante los últimos años.
Una decisión que no parece estar bien vista a nivel mundial, ya que pocos han sido los deportes que se han mostrado partícipes de reintegrar a los deportistas rusos y bielorrusos. Un silencio que ha imperado y que no parece que a corto plazo vaya a producirse ante las dificultades para reconfigura el panorama actual en estos momentos.
Además, la continua insistencia de Volodymyr Zelenski, presidente de Ucrania, ha hecho que se hayan reducido esas opciones. Además, el deporte parece haberse puesto a su favor salvo contadas excepciones. La presión del país europeo se ha mostrado como un factor fundamental para que se siga manteniendo el veto en gran parte.
Dificultad para readmitirlos
No es nada fácil reorganizar el panorama deportivo de la noche a la mañana tras la decisión del Comité Olímpico Internacional. Muchas de las federaciones, principalmente al estar basadas en deportes de equipo, se encuentran con un grave problema para reestructurar las competiciones.
La principal idea del COI es que se vaya reduciendo poco a poco ese veto para que los atletas y deportistas pudiesen tener opciones de competir y clasificarse para los Juegos Olímpicos de París. Para ello, falta un año y medio y los procesos están comenzando para certificar esas plazas. De ahí la decisión.
Sin embargo, esa medida se favorece mayormente a los deportes individuales, donde su reintegración es mucho más rápida. Algo que no ocurre en aquellos de equipo, donde es prácticamente recuperar la normalidad hasta finales de 2023, cuando comiencen las nuevas temporadas.
En caso como el fútbol, donde los clubes rusos están excluidos de las competiciones europeas, es imposible que se les pueda dar esa oportunidad para volver ahora. Con la mayoría de ellas en su recta final, los equipos del país gobernado por Vladímir Putin no pueden ser incluidos nuevamente por arte de magia.
Es más, el TAS dio la razón a la FIFA y la UEFA en su decisión tras la reclamación de la Federación Rusa y varios equipos como Zenit, Sochi, CSKA Moscú y Dynamo Moscú. El Tribunal apuntaba a la "necesidad de un desarrollo seguro y ordenado de los acontecimientos futbolísticos para el resto del mundo" para rechazar su recurso. Una circunstancia que puede seguir al menos hasta que la seguridad se pueda garantizar o acabe la guerra. De hecho, la selección no participará en la Eurocopa 2024 tras la ampliación del veto que fue confirmado el pasado septiembre.
CSKA Moscú, UNICS Kazan, Zenit St Petersburg y Lokomotiv Kuban Krasnodar sufrieron la misma situación en el baloncesto europeo. Los tres primeros, en Euroliga, y el último, en Eurocup, fueron eliminados de raíz el pasado febrero y en esta temporada tampoco se les ha inscrito. Un camino similar al del fútbol que también puede aplicarse al fútbol sala, hockey hielo o balonmano.
[Zelensky exige a Macron que presione al COI para vetar a los atletas rusos en los JJOO de París 2024]
Mismo recorrido que las anteriores hubo en la natación y atletismo, donde tampoco compitieron en los mundiales y europeos disputados en 2022, y son consideradas de las más importantes. Al igual que en los demás deportes, ninguna federación ha hecho pública la readmisión de los deportistas rusas, ni tampoco parece que haya realmente interés en hacerlo.
También hay que recordar que no era el primer problema con Rusia. En 2018, la trama de dopaje de estado dejó muy tocada la imagen del país y ya tuvieron que sancionarles compitiendo bajo bandera neutral para no representar a su territorio, aparte de los distintos castigos impuestos.
Desde el 17 de diciembre de 2020 hasta el 16 de diciembre de 2022, el gigante euroasiático quedó excluido, como participante, organizador o candidato, de cualquier gran competición, incluidos Campeonatos del Mundo tras el caso de dopaje de estado. Una sanción que fue confirmada por el TAS en 2020 y que parece tener continuidad por parte de las federaciones tras el veto por su guerra con Ucrania.
Varias excepciones
Pocos son los que se han mostrado a favor de que los deportistas rusos o equipos rusos siguiesen manteniendo sus estructuras al máximo nivel. Únicamente, casos como el automovilismo, judo, ciclismo, evitando que lo hiciesen equipos como el Gazprom pero si corredores, o el tenis, y éste último con excepciones como Wimbledon, les han permitido competir.
Aunque todos los que han participado en ellos, lo han tenido que hacer sacrificando ciertos elementos. En estos casos, ha sido renunciando a sus himnos y a sus banderas en los eventos internacionales. Los tenistas Andrey Rublev o Daniil Medvedev o los ciclistas Pavel Sivakov o Aleksandr Vlasov.
Una de las primeras en romper con de manera radical ha sido la Federación de Boxeo. A inicios de 2023, ya expuso públicamente que estaba a favor de reincorporar a los púgiles nacidos en Rusia y Bielorrusia. La Asociación Internacional decidió mantener un pulso con el COI y el pasado octubre hizo manifiesto su intención de levantar el veto.
"Los atletas de este país no son soldados ni parte del gobierno, por lo que no tienen nada que ver con la guerra contra Ucrania o cualquier conflicto que se esté llevando a cabo. Sin embargo, se determinó que cualquier boxeador que se pronuncie en favor de la guerra o esté envuelta en ella será excluido inmediatamente", declaró la Federación.
Una decisión que suscitó el apoyo del ministro de Deportes ruso, Oleg Matytsin, y que no ha sido seguida por ninguna otra federación. Un puzzle difícil de resolver que en los próximos meses irá viendo más luz, pero que el por el momento no parece animar a levantar el veto por parte de los distintos deportes.