Hablar del 'flag football' es hablar de un mundo completamente desconocido para una buena parte de los aficionados al deporte. Suena a un juego americano complejo, con unas normas complicadas de entender y además minoritario, pero no todas estas afirmaciones son ciertas. Se trata de una versión del fútbol americano, ese que tantos seguidores y millones de dólares mueve en Estados Unidos.

Precisamente esta es la lucha que tiene, desde hace unos años, el 'flag football', la de dejar de ser un reducto y algo desconocido para convertirse en un deporte reconocido a nivel mundial. En los últimos años este juego ha conseguido ganar mucho terreno, instaurarse en países inimaginables y acoger adeptos bajo su regazo que lo practican por diversión, pero ahora sus mandatarios consideran que ha llegado el momento de dar el paso definitivo.

La NFL ha amparado un movimiento tan ambicioso como el de entrar en los Juegos Olímpicos. El ente quiere que el hermano pequeño del fútbol americano pase a formar parte del mayor evento deportivo que existe en el planeta y que forme parte del calendario de Los Ángeles 2028. La meta es complicada, lo saben, pero Izell Reese, un exjugador de la NFL se ha puesto este objetivo entre ceja y ceja y no va a parar hasta conseguirlo.

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Por el momento, esta campaña ha conseguido dar unos primeros pasos muy importantes, y se puede decir que el 'flag football' está en la lista de espera para poder acceder a unos Juegos Olímpicos. Compite por ganarse un puesto junto a otros deportes como el automovilismo, el kickboxing o el softbol, pero ya sabe que a principios del verano conocerá la decisión tomada por el COI y sabrá si debuta en los JJOO de 2028.

Izell Reese, el cerebro

Este norteamericano natural de Alabama es uno de los principales culpables de que el 'flag football' esté a las puertas de colarse en unos Juegos Olímpicos por primera vez en la Historia. Fichado por los Dallas Cowboys, llegó a jugar siete temporadas en la NFL, por lo que sabe lo que se cuece en este deporte. Sin embargo, tras su retirada, su mente inquieta le llevó a embarcarse en esta aventura tan complicada.

Parecía una quimera, un sueño imposible de cumplir, pero entonces entró de por medio la propia NFL. Con el soporte de un ente tan potente tanto deportiva como económicamente, todo se volvió un poco más sencillo. Esta organización tiene una clara ambición que es la de hacer el fútbol americano cada vez más y más grande, mucho más seguido en todos los puntos del planeta, y ve en este camino una forma inmejorable de conseguir su objetivo.

Por eso, se pusieron manos a la obra y comenzaron a trabajar en ello. Todo comenzó en 2020 y ahora, tres años más tarde, el 'flag football' suena cada vez con más fuerza. Este juego se ha metido en la lista de aspirantes a irrumpir en los Juegos Olímpicos de 2028 que se disputarán en Los Ángeles y los miembros del COI tendrán que dar una valoración en los próximos meses. 

Pese a que habitualmente es la propia NFL la que abandera cualquier tipo de iniciativa de este tipo, tratando de mostrar su poderío financiero, ahora sabe que en el COI hay miembros que saben poco sobre este organismo o el fútbol americano, por lo que la estrategia es distinta. No han querido publicitar a los cuatro vientos sus intenciones, y tratan de mover hilos con cuidado en pos de su objetivo. 

De hecho, han reclamado incluso el apoyo de la Federación Internacional de Fútbol Americano, con sede en París, para impulsar este movimiento. "Normalmente somos los líderes, pero esta vez no, no lo somos", comentó Troy Vincent, vicepresidente ejecutivo de la NFL.

Los competidores

Lo cierto es que el 'flag football' no estará en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024. Para ellos, el calendario está cerrado y es inamovible, pero sí que se esperan cambios para Los Ángeles 2028. Es ahí donde se ha marcado la NFL su principal objetivo, el de estar dentro de cinco años en el mayor evento deportivo que se celebra en el planeta. Consideran que esto sería el fin a su problema de proyección internacional.

Pero obviamente, este juego no es el único que está llamando a las puertas del COI para hacerse un hueco. Los JJOO se encuentran en constante cambio, y ya en la pasada edición de Tokyo 2020 algunos deportes como el skateboarding o el surf consiguieron debutar, por lo que el 'flag football' quiere lograr algo similar para 2028. En la carrera, tendrá que pegarse con otros deportes para hacerse un hueco.

El Comité Olímpico Internacional tiene una lista de hasta diez deportes en espera para poder entrar en el evento. Así, el béisbol, el softbol, el cricket, el lacrosse, el automovilismo, el kárate, el squash, el break y el kickboxing aguardan una decisión para poder llevar a sus deportistas a los JJOO. Hay fecha para la decisión, porque a finales de primavera o a inicios de este mismo verano se conocerán los votos de los miembros del COI.

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El 'flag football'

Este juego se puede considerar como un hermano pequeño del fútbol americano, aunque por supuesto con notables diferencias. El mecanismo del deporte es similar, hay que tratar de llevar el balón de un lado al otro del campo para anotar un touchdown, pero en el 'flag football' se elimina cualquier tipo de contacto, lo más característico del deporte principal.

Aquí, los jugadores no llevan cascos ni hombreras, sino que portan diferentes banderas en su cintura que sirven de referencia. En el momento en el que un jugador roba la bandera de otro, se considera un placaje y el juego se detiene al igual que sucede en el fútbol americano. Hay hasta cuatro dows o intentos para pasar de la mitad del campo y otros tantos para llegar a la línea de fondo.

Se juega además en diferentes modalidades, en un 5 contra 5 habitualmente, pero también hay variantes de más jugadores, 8 o 9 en el terreno de juego. Es mucho menos agresivo, con lo positivo que eso es para la salud del jugador, algo que ha hecho que su práctica se haya multiplicado durante los últimos años.