El pasado mes de octubre, la imagen de Elnaz Rekabi compitiendo sin hiyab en el Campeonato Asiático de Escalada celebrado en Seúl dio la vuelta al mundo. Esto se vio como un acto de rebeldía ante la represión que viven las mujeres de Irán, pero después ella misma pidió disculpas y explicó los motivos por los que no usó velo.
Desde la BBC aseguraron que "su disculpa fue forzada" y ahora llega un nuevo capítulo del 'caso Rekabi'. Tal y como se ha revelado, la casa familiar de la escaladora iraní ha sido demolida. Aunque sobre este tema se han formado dos teorías muy diferentes.
Por un lado, la que denuncia la venganza tomada por Irán porque Elnaz Rekabi compitiese sin hiyab. Por otro, que la demolición de la vivienda familiar tuvo lugar antes de que sucediera lo del velo y que, además, viene provocada por una falta de permisos en la construcción de la villa.
Villa demolida
Ha sido esta semana cuando apareció un vídeo de la casa familiar de Elnaz Rekabi derribada. La villa, completamente en ruinas. Las medallas de la escaladora, esparcidas por el suelo. Y el hermano de la atleta, Davood, llorando por lo sucedido con su hogar.
Lo que no ha trascendido es cuándo se grabaron estas imágenes. Y todo por esa doble teoría señalada anteriormente. Activistas antigubernamentales denuncian que lo sucedido con la casa de los Rekabi es un acto de venganza porque Elnaz compitiese en los Juegos Asiáticos sin el hiyab.
Sin embargo, la agencia Tasnim, de carácter semioficial, ha confirmado, por su parte, que la casa de Elnaz Rekabi ha sido demolida porque la familia de la escaladora no disponía de un permiso válido para su construcción. Y, además, que los hechos ocurrieron antes de que la deportista compitiera sin el velo en Seúl.
Sin hiyab
Tan solo unos días después de competir sin hiyab, Elnaz Rekabi reapareció públicamente a la llegada a su país. Lo hizo con el pelo cubierto por una sudadera y una gorra y entonando el mea culpa. "Estaba ocupada poniéndome mis zapatos y mi equipación, y eso hizo que me olvidará de ponerme el velo", expuso nada más aterrizar a la agencia estatal IRNA.
"Regreso a Irán con la mente en paz a pesar de que siento mucho estrés y tensión. Pero gracias a dios, nada ha ocurrido", agregó entonces la escaladora de 33 años. Una disculpa que no muchos entendieron ni creyeron. De hecho, la BBC confirmó que les habían dicho que esa disculpa de la deportista fue forzada.
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Fue recibida al grito de "heroína" en el aeropuerto y de ahí a la polémica tras su regreso a Irán. ¿Fue a su casa o dónde estuvo? Y todo porque al día siguiente mantuvo un encuentro con el ministro de deportes iraní. A esta cumbre apareció con la misma ropa. Esto hizo sospechar de que podía no haber vuelto a su casa tras competir sin el hiyab en Corea del Sur.
Entonces ya aparecieron algunas noticias sobre que las autoridades iraníes habían amenazado a la escaladora con quitarle la propiedad familiar si ella no hacía una declaración en la que pidiese perdón por lo sucedido. De ahí a que se haya conocido ahora que la casa ha sido demolida.