El lío está servido dentro del mundo del ajedrez. Una nueva polémica ha vuelto a salpicar al campeón del mundo Magnus Carlsen y a su último rival, Hans Niemann. El noruego acusó a su oponente de realizar trampas en la Sinquefield Cup el pasado 6 de septiembre. En su nuevo enfrentamiento, abandonó su partida frente al estadounidense sin dar explicación alguna.
Durante la disputa del torneo online Julius Baer Generation Cup, Carlsen abandonó la sexta partida semirápida frente a Niemann a los dos movimientos. Una decisión que ha sido muy cuestionada por las grandes figuras del mundo del ajedrez como lo son Kaspárov y Karpov. La sombra de las trampas del jugador de 19 años sigue rondando ante el absoluto silencio del campeón del mundo.
La polémica de las perlas anales como método para realizar trampas contra Carlsen por parte del joven maestro desató todo tipo de especulaciones. A pesar del gran revuelo formado, nada ha sido demostrado y solamente están las acciones del noruego como hechos fehacientes.
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Una de las partidas más cortas de la historia
El misterio alrededor de la decisión de Carlsen está levantando gran cantidad de revuelo en el mundo del ajedrez. Su prematuro adiós en el Julius Baer Generation Cup de partidas semirrápidas se produjo cuando se encontraba como el segundo clasificado del mismo. Apenas dejó que la sexta partida se desarrollase frente a Niemann.
Se rindió en el segundo movimiento( 1.d4 Cf6 2.c4, (1-0)). Una rendición que dejó atónitos al no estar contextualizada y no dar explicación por lo sucedido. Carlsen no quiso disputar ni dar la posibilidad de que Niemann pudiese desarrollar sus movimientos y, prematuramente, se marchó de la misma.
Las acusaciones por el uso de las perlas anales no han sido demostradas por el momento. Y su inscripción en el torneo no se vio afectado. Además, el propio Carlsen es uno de los principales accionistas de Chess24.com, empresa que se encarga de organizar las partidas online en las que ambos ajedrecistas estaban participando.
Ni la organización ni el Maestro han dado expresado o comunicado información alguna sobre lo sucedido. Un silencio que mantiene en vilo a la comunidad del ajedrez y que no está gustando debido a la toxicidad que se está creando con las acusaciones de trampas realizadas.
Kaspárov le pide explicaciones
Una de las grandes leyendas de los tableros pidió explicaciones al noruego a través de las redes sociales. El 'Ogro de Bakú' no compartió sus actos al retirarse del torneo más importante del mundo, la Sinquefield Cup.
"No profundizaré en las feas insinuaciones del asunto ahora, pero debo comentar lo que sí sabemos: el campeón mundial de ajedrez Magnus Carlsen se retiró del torneo más importante del mundo en St. Louis, un acto sin precedentes en los últimos 50 años, y se requiere su explicación", apuntaba en primera instancia el nacionalizado croata.
No se quedaron ahí las consideraciones del mejor jugador de la historia, según la gran mayoría. Y minutos más tarde volvió a mostrar su tajante posición. "La retirada de Carlsen fue un golpe para los fanáticos del ajedrez, sus colegas en el torneo, los organizadores y, mientras los rumores y la publicidad negativa se arremolinan en el vacío, para el juego. El título mundial tiene sus responsabilidades, y una declaración pública es la menor de ellas aquí", recalcó.
Carlsen, señalado desde su propio país
Las decisiones tomadas por el decimosexto campeón del mundo de ajedrez no han sentado nada bien en Noruega. Sus propios compatriotas le han señalado como "antideportivo" tras su espantada en la partida frente a Niemann.
"Es inaceptable perder a propósito y muy antideportivo, una actitud que puede ser tan sancionada como hacer trampas", apuntó el comentarista deportivo Jon Ludvig Hammer de TV-2. Pese a todo, Carlsen y su entorno han decidido no hacer declaraciones.
El único mensaje lanzado en sus redes fue la comparación con Mourinho. "Me retiro del torneo, siempre he disfrutado jugando en el club de San Luis y espero regresar", explicó y agregó un vídeo del entrenador portugués. "Si digo lo que pienso, me echan", eran las palabras pronunciadas por el luso. La polémica está servida y parece lejos de acabar.