Un rey sin corona lo es porque le han despojado de ella o porque nunca se ha sentado en el trono que le corresponde. Blon es de los segundos. Leyenda del freestyle, ha estado en todas las Nacionales de Red Bull Batalla desde 2013 y competirá este sábado en la de este año que se celebra en Málaga. Diez finales y esta será la última.
Pablo Pérez Rueda (Barcelona, 1991), nombre real de Blon, empezó en el freestyle cuando nadie siquiera podía imaginar lo que es hoy en día. Ya competía antes del parón de Red Bull desde el 2009 y en 2013, cuando el torneo volvió, se clasificó para la Nacional. Tenía 22 años y desde entonces ha ido soplando velas al ritmo que competía en Finales de Red Bull.
Siente que los años pesan, que prácticamente todo el mundo de mi generación "ya no está". Por eso cree que toca cerrar una etapa, aunque no ganar la Red Bull este año le dejará clavada una espinita. Entre los millones de fans que tiene el freestyle, la gran mayoría está de acuerdo en que no puede irse sin su corona.
EL ESPAÑOL ha hablado con Blon antes de la Final Nacional. Habla de su despedida, pero también echa un vistazo atrás para recordar al Pablo que pisaba su primer gran escenario hace 9 años. Lo peor que lleva es la ansiedad, la sensación de que todo a su alrededor pasa muy rápido. Quiere pararse a pensar "y soltar el aire".
Tu décima Final Nacional de Red Bull, que se dice pronto. ¿Cómo la afrontas?
Con muchas ganas. A cenar. Creo que tengo bastantes tablas, sé lo que siente antes de una cita tan importante como Red Bull, durante y después. Con ganas de vivir cada momento, con la ilusión del primer día al final y con hambre de victoria. Creo que después de haberme quedado a las puertas tantos años, en algún momento se tiene que dar y este puede ser un buen año.
¿Sientes que serás el centro de atención de la Final por esto? Ya el año pasado en el WiZink (Madrid) se respiraba algo así.
Hay mucha gente que tiene ganas de verme vencer, pero igualmente hay muchos nombres muy potentes. Gente como BTA que lleva ocho finales, que también se dice pronto. Somos 16 participantes que tenemos mucha calidad, que podemos hacer grandes cosas.
Sí que es verdad que, por narrativa y por romanticismo, hay muchas personas que esperan ver cómo levanto ese trofeo, y eso también es una presión añadida, pero me genera mucha emoción y mucha ilusión.
Más presión que en tu primera Red Bull, imagino. ¿Más nervios también? ¿Cómo recuerdas tu final de 2013?
La primera fue muy diferente, claro. Podía ser un favorito, pero no era uno de los grandes favoritos. Tenía mucha ilusión, pero también muchos nervios porque no sabía cómo me iba a encontrar, cómo me iba a acoger el público de otra ciudad. Entonces era un niño. Han pasado ya nueve años.
A día de hoy siento que tengo mucha más experiencia, conozco mucho más a los participantes, sé más lo que cuenta en una competición como Red Bull... Sé que es muy complicado, ya que depende de muchos factores y no solamente de hacerlo bien. Pero bueno, no hay tantísima diferencia con aquellas primeras veces. Sigo teniendo ilusión y sigo teniendo ganas.
Además de esa primera Nacional, ¿hay otra que recuerdes con especial cariño?
Sí, la de 2015 de Alicante. Fue la primera final estando con mi pareja Fue muy bonita y, además, creo que hice un gran papel. La del año de la pandemia, pese a que no hubiera público, también fue especial porque conseguí el subcampeonato y fue bastante bonito.
Y en general todas, cada Final Nacional tiene una historia y guardo recuerdos con la gente que lo he compartido, momentos en el escenario. Todas son especiales, pero me quedaría igual con la de 2015.
¿Cómo analizas tu actuación del año pasado?
Yo creo que hice muy buena competición. Tuve un rapeo muy bueno, en todas las rondas dejé grandes momentos, con algunos altibajos, pero por lo general muy bien. Y para esta voy a intentar hacerlo mejor. Es que al final no se sabe porque depende de todo (formatos, rival, inspiración...), pero me veo muy seguro de mí mismo.
Creo que aquel momento también fue un punto de inflexión para mí. Luego me he visto muy bien en otras competiciones como la FMS de este año. Estoy entrenando bastante, me estoy conociendo mucho más y puede ser que salgan cosas bonitas.
Has dejado caer desde hace meses que será tu última Nacional. ¿Lo tienes claro?
Sí, sí. Ya creo que es hora de cerrar un ciclo, cerrar el círculo. Diez es un número bonito para hacerlo. Y bueno, si no gano pues me quedaré con esa espinita. Quién sabe si en unos años volveré a intentarlo. Pero creo que ya es momento de cerrar un poco y que mi participación en esta competición llegue a su fin.
¿Por qué sientes como que es hora de cerrar un ciclo?
Bueno el intentarlo tanto, el intentar dar el relevo a nuevos talentos también... Al final prácticamente todo el mundo de mi generación ya no está, está a otras cosas e incluso ni improvisa. Nos hacemos mayores también y buscamos otras cosas, buscamos otras vías, abrir otras puertas. Red Bull es solo un día al año, pero es un día que si te lo tomas en serio te pasas meses focalizado y necesito descansar un poco.
¿Cómo te encuentras actualmente?
Me noto un poco cansado. Creo que aún puedo seguir activo en cuanto a nivel y que todavía no he explotado ni tres cuartos de lo que puedo explotar. Estoy un poco cansado, la verdad, pero no por nivel ni por ganas.
Llevo mucho tiempo viviendo con mucha ansiedad, viviendo muy rápido todo y a veces hay que pararse a pensar, a recordar el camino y a intentar soltar el aire. Si no es como que siento que me estoy perdiendo muchas cosas de mí mismo.
"A veces hay que pararse a pensar y soltar el aire; siento que me estoy perdiendo muchas cosas de mí mismo"
¿Qué diferencia sientes respecto a 2013?
Ha evolucionado mucho. Las cosas que antes podían servir igual ahora ya no, ya no son tan fáciles de comprar por el público. Entonces tienes que ser mucho más completo y mucho más versátil, seguir una narrativa... Sí que es verdad que son batallas muy cortas las de Red Bull. Tiene esa magia de que es algo instantáneo y el que está mejor en dos minutos es el que gana.
Era más fácil sorprender en 2013. Había muchas menos cosas que se habían dicho y muchas menos que se habían hecho. Se hacen tantas, tantas, tantas competiciones que realmente es complicado.
En una entrevista con Kapo, él me destacaba del freestyle de antes la piña que había entre todos, cuando esto no era profesional. ¿Crees que eso se ha perdido?
Yo creo que sigue habiendo piña y seguimos acogiendo con los brazos abiertos a la gente nueva, pero hay una diferencia. Cuando nosotros empezamos, esto no era un trabajo, Cada uno estudiábamos, trabajábamos, y teníamos la Red Bull como una fecha señaladísima. Ahora estamos cada semana haciendo competiciones, eventos, la gente que empieza ya sabe que se puede vivir de esto y ya se lo toma como un trabajo. Por esa parte es muy diferente. Sigue habiendo piña, pero ahora los intereses son distintos.
¿Cómo ve el freestyle actual alguien que ha estado desde sus inicios?
Era imposible imaginarnos esto. Era imposible imaginar que pudiéramos vivir un circuito profesional, que pudiéramos dedicarnos realmente a esto, que se crearan tantas figuras relacionadas con el mundo del freestyle. No tienen ningún tipo de sentido a lo que estamos llegando y donde hemos llegado.
Y todo ha venido de una forma muy rápida y preciosa. O sea, yo me enorgullezco y estoy muy contento de haber sido uno de los impulsores de que esto sucediera. Estuve ahí cuando todo esto era desierto y ahora que hay una 'ciudad de lujo' la sigo disfrutando.
"Me enorgullezco de haber sido uno de los impulsores de que el freestyle haya llegado hasta aquí"
¿Y qué crees que necesita el freestyle para seguir creciendo en el futuro?
Yo creo que hay que renovarse. Hay que renovar formatos, hay que mirar un poco más hacia el show, hacia el teatro más que a la competición. Al final está todo muy sobreexplotado. Los formatos están sobreexplotados, los participantes siempre son los mismos... Es difícil que la gente se sorprenda ya con algo. Hay que darle una vuelta a eso para volver a enganchar al público.
¿Ha afectado a esa falta de sorpresa la 'deportivización' del freestyle?
Sin ninguna duda. Y también que ahora la afición es mucho más hooligan. Todo eso se nota bastante. El público ahora ya, prácticamente, se lo toma como si viera un partido de futbol, hay mucha toxicidad entre la propia gente que está dentro de la comunidad, en redes, en medios... El público lo absorbe. Es un público joven, que quiere una personalidad marcada, y lo traslada. Eso hace que a los propios freestylers se nos quiten las ganas de estar en el circuito.
Los nombres de la Final Nacional para Blon
La sorpresa para el público: Nocre
Rival a evitar en primera ronda: Mnak
Rival que no quiere en una hipotética final: Mnak
Final soñada contra... BTA