De Fukuoka 2001 a Budapest 2022. Dos generaciones diferentes después, camino de la tercera, España vuelve a ser campeona del mundo de Waterpolo. El equipo liderado por David Martín Lozano ganó en la tanda de penaltis a Italia para sumar la tercera corona mundial de la historia del país. La Selección desperdició una ventaja clara en el último cuarto, pero la buena actuación del portero suplente Edu Lorrio y el gol definitivo de Álvaro Granados en la muerte súbita le dieron el triunfo al combinado nacional.
Giacommo Cannella falló dos penaltis en la tanda siendo el villano para la selección italiana. España se venga después de que en la última final munidal cayeran ante la selección transalpina. Además era la tercera vez que los dos combinados nacionales se enfrentaban por un oro y siempre había acabado con revés para los ibéricos. La generación de los Felipe Perrone, Martín Famera, Alberto Munárriz y Blai Mallarach por fin tiene su gran éxito, mientras que la nueva que lidera Unai Aguirre comienza dorada.
Es el único éxito del país en los Mundiales de Natación después de que no se haya conseguido ninguna medalla en las pruebas de velocidad y la selección femenina tampoco consiguiera llegar a las rondas finales. El equipo nacional releva a los Iván Pérez, Jesús Rollán, los hermanos Moro y el seleccionador Joan Jané, artífice de los dos campeonatos del mundo que tenía hasta ahora el combinado nacional. España vuelve a ser la mejor en Waterpolo.
El triunfo permitió a España tomarse la revancha de la derrota que encajó hace tres años, precisamente ante el conjunto italiano, en la final de los Mundiales de Gwangju, donde los de David Martín cayeron por un claro 10-5. Un marcador que el conjunto español pareció en disposición de devolver este domingo en Budapest a los de Alessandro Campagna, tras situarse con una renta de cuatro goles (4-8) mediado el primer parcial. Italia logró empatar para forzar la ronda de penaltis en un gran último cuarto.
Alguna vez tenía que salir cara. Y lo hizo de forma agónica, en la tanda de penaltis después de que todo se complicase cuando el partido estaba dominado. Y no solo en la tanda de penaltis, en la muerte súbita de la tanda de penaltis. Si los datos históricos con Italia eran malos, tampoco la estadística del seleccionador era halagüeña. En su sexto gran campeonato desde que se hizo cargo en 2016 sumaba cinco semifinales y cuatro finales.
La agonía
Los de Martín comenzaron muy serios adelantándose (0-2) con un gol de contra de Granados y otro que tuvo que validar el VAR de Alberto Munarriz, que anotaba también el tercero. Italia sobrevivía rentabilizando las superioridades, ya que anotaba en tres de las cuatro de las que disfrutó, para dejar el marcador 3-3 al final del primer cuarto.
En el segundo cuarto aparecieron las dos estrellas de la selección: en ataque Álvaro Granados y en defensa Unai Aguirre. El cañonero metió dos goles y el meta selló la portería con cinco paradas. Todo ello permitió a los de Martín tomar ventaja de nuevo (5-3). Italia rozaba lo antirreglamentario en defensa, lo que castigaban los árbitros con seis expulsiones. Felipe Perrone colocaba el 6-3 con el que se llegaba al descanso.
El tercer cuarto arrancó con un gol de Perrone que contestó Marziali para romper la racha de cuatro goles seguidos de España. Granados rentabilizaba una doble expulsión italiana para colocar el (8-4) con el que doblaban a la campeona del mundo, que no era capaz de descifrar la defensa española. Cannela marcaba el quinto gol azzurri, también en superioridad. Italia vivía de esas situaciones y apretaban llevándose el cuarto dos a tres para dejar el marcador 8-6.
Martín pedía a sus chicos cabeza y defensa para el asalto final, pero llegaba todo lo contrario. El cuarto final arrancó con una asistencia de Larumbe que fue palmeada a gol por Martin Famera desde la posición de boya. España abría brecha, que cicatrizaría demasiado rápido. Italia se acercaba con un controvertido penalti y un gol de Dolce a 2:56 del final fue el primero en igualdad de los italianos. Cada balón valía su peso en oro. Presciutii colocaba el empate, tras un parcial de 3-1. Por suerte, la tanda fue favorable para España.