El deporte ruso se harta de los vetos: "En 7 años no estuve en 4 competiciones sin nada en mi contra"
Maria Lasitskene alza la voz por lo que están viviendo muchos deportistas rusos que están lejos del dopaje y que no apoyan la guerra con Ucrania.
12 junio, 2022 02:15Noticias relacionadas
- El deporte ruso cierra filas con Vladimir Putin: apoyo a la invasión y protección frente al dopaje
- La desaparición del ruso Mazepin tras su despido de la F1: confiscan sus bienes y ni rastro de la fundación
- Sergey Sirotkin, de piloto de Fórmula 1 a mandamás en Rusia y protegido por Putin en los despachos
En el mes de febrero, Rusia comenzó la invasión a Ucrania. El tiempo ha ido pasando y la guerra continúa. Esto ha tenido sus consecuencias en las distintas esferas, económica, política... y también deportiva. El veto a los deportistas rusos y bielorrusos se ha ido sucediendo en varias disciplinas. Del fútbol al baloncesto, pasando por la Fórmula 1 o el atletismo.
Así ha estallado la atleta Maria Lasitskene. La deportista vive un momento complicado por el veto a los rusos. Una barrera a la competición que no es nuevo, aunque sí más implacable. Antes fue el dopaje lo que impedía que los profesionales compitiesen bajo la bandera de Rusia.
Lasitskene, de 29 años, se queja porque nunca se ha dopado y tampoco está de acuerdo con la invasión a Ucrania. Pero, pese a ello, por su nacionalidad el rechazo le golpea de lleno. De ahí que haya tomado la palabra para señalar directamente al Comité Olímpico Internacional (COI) y al presidente del organismo, Thomas Bach.
"No estoy segura de que me conozca, señor Bach, ya que, partiendo de sus últimas declaraciones y decisiones, usted está mucho más cerca de la política que de los atletas y el deporte profesional en general", escribe Maria Lasitskene en una carta publicada por MatchTV.
"De los últimos siete años, no tuve la posibilidad de estar en cuatro grandes competiciones internacionales, pese a que nunca hubo ninguna queja personal en mi contra. Si a usted realmente le importasen los destinos de los deportistas, no les obligaría a expresarse al respecto e intentaría buscar la unidad del mundo a través del mundo. Pero usted eligió la solución más simple: vetar a todos en base a su ciudadanía", señala la atleta.
Fue en el año 2016 cuando la Federación Internacional de Atletismo, antes conocida con las siglas IAAF y ahora denominada como World Athletics, cuando se pidió el veto olímpico para los atletas rusos por el dopaje. Desde entonces ha podido competir, pero sin bandera. Bien como ANA (Authorised Neutral Athlete) o como atleta de la ROC (Russian Olympic Commitee).
Durante este tiempo ha ganado dos títulos del Mundo, en 2017 y 2019. En 2015 también se proclamó campeona del mundo. Pero por aquel entonces sí que defendía la bandera rusa. Además, en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se llevó el oro en salto de altura. Competir es su vida y aunque fuese sin representar a su país, pudo seguir haciéndolo. Pero eso ha cambiado con la guerra.
"Nada de esto debió haber sucedido jamás y ningún argumento me convencerá de lo contrario", afirma la campeona olímpica. Para, a continuación, señalar a Bach: "Si a usted realmente le importasen los destinos de los deportistas, no les obligaría a expresarse al respecto e intentaría buscar la unidad del mundo a través del deporte. Pero usted eligió la solución más simple: vetar a todos en base a su ciudadanía".
Lasitskene quiere que el deporte vaya mucho más allá de una bandera porque "el público no ama a los atletas por su nacionalidad, sino por lo que estos muestran en las competiciones". Y pone de relieve, al mismo tiempo, que el veto a los deportistas rusos "no detuvo la guerra, sino que desató una nueva en torno al deporte". Algo que considera que "ya es imposible de detener".
Como ella hay más. Más profesionales que ni estuvieron envueltos en el escándalo del dopaje en Rusia ni tampoco están a favor de la invasión a Ucrania que está llevando a cabo su país. Y, pese a ello, se ven castigados, rechazados, señalados. Muchos sin poder seguir adelante con sus carreras. En el caso de Maria Lasitskene, diciendo adiós a la oportunidad de volver a ganar el oro en el Mundial de Eugene (Oregón, Estados Unidos), que comienza el próximo 15 de julio.
Silencio y miedo
A favor o en contra de Vladimir Putin. Los deportistas rusos se han ido posicionando. Más alto y claro los que respaldan al presidente. ¿Silencio? ¿Miedo? Esto es lo que se percibe de aquellos que rechazan la guerra, pero que tampoco hablan sobre el lado del que están. Eso sí, entre estos reina un sentimiento de estar indefensos ante los graves acontecimientos que todavía se siguen viviendo.
Svetlana Khorkina, Ivan Kuliak, Ivan Stretovich, Alexander Povetkin, Anatoli Karpov, Sergey Karjakin, Irina Rodnina, Marat Safin o el campeón olímpico de natación Evgeny Rylov, sancionado nueve meses por su apoyo a Vladimir Putin. Y así un largo etcétera de deportistas y exdeportistas que se colocan en el lado del presidente. Pero también está el otro 'ejército'. El de aquellos que pidieron la paz.
En el tenis se encuentran varios casos. Un deporte que ha dejado seguir compitiendo a rusos y bielorrusos. Con la excepción de Wimbledon: "Es nuestra responsabilidad jugar nuestro papel en los esfuerzos del Gobierno para limitar la influencia de Rusia a nivel global. En las circunstancias de una agresión militar injustificada y sin precedentes, sería inaceptable que el régimen ruso se beneficiara de alguna manera de la participación de tenistas rusos y bielorrusos en Wimbledon. Por lo tanto, declinamos la participación de rusos y bielorrusos en la edición de 2022".
Esto supone que Daniil Medvedev no pueda disputar el Grand Slam de hierba. El tenista ruso, que llegó al número 1 de la ATP, no ha hablado abiertamente en contra de Vladimir Putin, pero sí ha lanzado mensajes de paz: "Quiero pedir la paz en el mundo, la paz entre los países. Los niños nacen con una confianza interior en el mundo, creen mucho en todo: en las personas, en el amor, en la seguridad y la justicia, en sus oportunidades en la vida. Estemos juntos y mostrémosles que es verdad, porque todos los niños no deben dejar de soñar".
Mientras que Andrey Rublev también abogó por la paz: "No a la guerra, por favor". La misma línea que Yevgeny Kafelnikov: "Parad la guerra". Y también de Anastasia Pavlyuchenkova: "Siempre he representado a Rusia. Es mi casa y mi país. Pero ahora tengo mucho miedo, al igual que mis amigos y familiares. No me asusta mostrar mi posición, estoy en contra de la guerra y la violencia. Los motivos personales o políticos no pueden justificar la violencia".
Otros guardan un silencio. Silencio criticado en el resto del mundo, pero que en algunos casos va de la mano del miedo. Se coloquen de un lado de otro, el veto suele ser general. Aunque sí que hay ciertas excepciones con aquellos que digan no a la guerra, pero también no a Vladimir Putin.
El caso del judo
El boicot a Rusia ha sido prácticamente total en el mundo del deporte. Pero, recientemente, el judo ha dado un paso a un lado. La Federación Internacional de Judo (FIJ) ha confirmado que permitirá competir a los deportistas rusos, así como a los bielorrusos, en sus competiciones. Eso sí, deberán participar con la denominación de 'atletas neutrales'.
"Esta decisión da las mismas oportunidades a todos los atletas, para superar la discriminación, la política, los conflictos o cualquier otro asunto no relacionado con el deporte. El deporte es una herramienta social importante, un puente para reconstruir comunidades y una sociedad mejor, a nivel mundial, reza el comunicado de la FIJ. "El conflicto no es creado ni alimentado por el deporte. Los atletas no deben ser castigados por cuestiones que están fuera de su control", añade el organismo.
Al igual que Maria Lasitskene, la FIJ apunta que hay que marcar diferencias: "Todos los que apoyan la guerra pueden y deben ser sancionados, pero deben ser respetados los derechos de quienes no apoyen la guerra. No hay sanción y no debe haber sanción por tener pasaporte" .
"¿Cómo se puede garantizar una competencia internacional justa si los gobiernos deciden de acuerdo con sus propios intereses políticos, quién puede participar en una competencia y quién no? Hoy es Rusia y Bielorrusia, mañana puede ser tu país. Si dejamos esto en manos de los gobiernos, nos estaremos convirtiendo en una herramienta política y no podremos garantizar la competencia justa", sentencia Marius Vizer, el presidente de la FIJ, muy cercano a Vladimir Putin.
[Más información: El campeón olímpico de natación Evgeny Rylov es sancionado nueve meses por su apoyo a Putin]