Carolina Marín está a punto de hacer realidad su regreso. La jugadora española sigue apurando la recta final de su largo camino para volver a las pistas después de la gravísima lesión de rodilla que se produjo a finales de mayo. La onubense se encontraba en plena preparación de los Juegos Olímpicos cuando su articulación dijo basta. El calvario volvía a empezar.
Solo unos días después anunciaba su ausencia de Tokio 2020 y su paso por quirófano para tratarse la segunda rotura de ligamento que sufre en su carrera profesional. Justo cuando peleaba por volver a lo más alto del bádminton mundial, teniendo delante los retos de defender el oro ganado en Rio 2016 y de llevarse el Campeonato del Mundo que se celebraba en Huelva, en su tierra, llegó su golpe más duro en cuanto a lo deportivo se refiere.
Ahora todo eso ha quedado ya atrás y se prepara volver a las pistas, un hecho que se ha retrasado de manera preocupante en los últimos tiempos. 'Caro' intentó regresar para la disputa de ese Mundial en su casa en el mes de diciembre, pero no fue posible y se ha ido retrasando una semana tras otra hasta consumirse los meses de enero y febrero. Y probablemente también marzo.
Tal y como ha anunciado su equipo, lo más probable es que el regreso de la onubense se produzca en el Campeonato de Europa que se celebrará en Madrid a finales de abril. Ese sería el momento y el lugar elegido por la jugadora y su entorno para volver a las pistas. Y para ello, ha llevado a cabo un exhaustivo plan que ha tenido secretos muy importantes para marcar una recuperación que esperan que sea realmente exitosa.
12 horas de lucha
Carolina Marín está cumpliendo con un duro programa de preparación en los últimos meses que está poniendo a la andaluza al límite. El lema de la española siempre ha sido 'Puedo porque pienso que puedo' y está convencida de que a poder culminar con éxito ese reto de volver a lo más alto. Su objetivo a largo plazo está fijado en los Juegos Olímpicos de París del año 2024. Quiere colgarse el oro para demostrarse a sí misma, y también al mundo, que fue, es y será la mejor. Será la defensa de la corona que no puedo hacer este verano.
Sin embargo, no solo tiene su mente puesta en ese reto de los Juegos que ahora mismo queda a muy largo plazo. Por el camino tendrá algunas pruebas de especial interés como será ese Campeonato de Europa que se celebra en la capital de España en el que tiene ideado hacer su regreso. Pero hasta que llegue ese momento, le quedan todavía muchas horas de trabajo.
Concretamente, las 12 que lleva a cabo cada día. Tal y como transmite su propio equipo más cercano, ven con admiración profunda el desgaste y la dedicación que está derrochando la onubense con un trabajo diario que está siendo extenuante. Pero tiene como reto llegar lo más preparada posible a su retorno y con ese deseo y esa ilusión lucha cada día.
Un esfuerzo que no solo se está notando en la pista, si no que está ramificado en el resto de facetas que la volantista nacional está trabajando a conciencia. Una preparación que está tocando todos los palos que desde su equipo consideran básicos para llevar a Carolina de nuevo al número uno mundial.
Dentro de esas doce horas de trabajo que está llevando a cabo la andaluza, destacan especialmente las sesiones de gimnasio y fortalecimiento muscular que se compenetran con las horas dedicadas a la pista. Además, también pasa frecuentemente por las manos de su fisio de confianza para tratar su cuerpo y su recuperación al milímetro y no sufrir ningún contratiempo que pueda hacerla parar de nuevo.
Y junto con el trabajo físico, Carolina ha aumentado en los últimos meses las terapias de apoyo con su psicóloga de confianza. No es nuevo que la volantista acuda a este tipo de ayudas, algo que ya había añadido con anterioridad a su preparación, pero sí es cierto que en los últimos meses, estas sesiones han aumentado considerablemente su importancia. Ha sido básico para salir del bache.
Para Carolina, después de haber superado trances muy importantes a lo largo de los últimos años de su carrera, es tan importante la salud mental como la física. Si el cuidado de su rodilla ha sido clave en los últimos meses, también ha sido vital construir una Carolina mucho más fuerte y poderosa desde el punto de vista psicológico. Así es cómo se construye una campeona sin fisuras.
La llegada del modelo francés
Carolina Marín apura ya la recta final de su recuperación antes de volver a las pistas. Ese anuncio oficial se hará además con bombo y platillo a través de un importante acto en la sede del Consejo Superior de Deportes. Sin embargo, hasta que ese momento llegue, la andaluza va a experimentar algunos cambios importantes en su entorno.
Uno de ellos, sin duda el más llamativo, es la convivencia con el modelo francés, el último reto de su entrenador Fernando Rivas. Carolina y su técnico comenzaron a trabajar juntos hace 14 años, cuando llegó desde Huelva hasta Madrid para formar parte del Centro de Alto Rendimiento de la capital. Ahí arrancó una relación que todavía perdura y que promete mantenerse en el tiempo.
Sin embargo, Rivas ha dejado de formar parte del equipo de la Federación Española de Bádminton, en la cual era una de las personas más importantes y el responsable máximo del ámbito deportivo. Ahora, el técnico de Carolina ha aceptado una oferta llegada desde Francia para ponerse al frente su federación y de su nuevo proyecto.
El país galo se ha convertido en un auténtico referente en las categorías inferiores y ahora quieren que su modelo sea exportado también a la máxima categoría. Y quién mejor para llevarlo a cabo que un entrenador que ha convertido a una jugadora europea en la mejor del mundo por encima de todas las asiáticas.
Aun así, Rivas ha reconocido que su nuevo proyecto no afectará a la preparación de Marín y que todo seguirá su curso con un plan perfectamente estructurado: "Francia es una potencia a nivel júnior, y queremos desarrollarlo. Hay más jugadores y entrenadores que en España, la cultura es mayor. El objetivo en un futuro es conseguir buenos resultados en cualquier gran evento".
"Ya lo estamos compatibilizando. Mi contrato es a tiempo parcial, haré mucho trabajo desde España. Cuando no esté, Carolina será atendida perfectamente, está todo coordinado con la FESBA y el CSD. A Carolina no le va a faltar entrenamiento, y eso ha sido importante para aceptar este puesto. La preparación será la misma".
Para Fernando y para Carolina, este cambio será positivo para la jugadora española ya que su técnico necesitaba un nuevo proyecto en lo personal y en lo deportivo. Además, podrán exportar el nuevo modelo que ya se está poniendo en práctica con éxito en el país vecino: "Lo atractivo es el aplicar una metodología que se conoce que funciona. Somos alrededor de 25 personas que trabajaremos juntos en este objetivo que es a seis años. Ojalá con mi granito de arena podamos conseguir medallas".
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