Sandra Sánchez es historia viva del kárate en la modalidad de kata. La atleta de Talavera de la Reina persigue a sus 40 años seguir rompiendo las barreras de un deporte que será muy castigado en el futuro con su salida del programa olímpico de cara a París 2024. Por ello, ha afrontado este curso que está a punto de terminar con la ambición de completar la mejor temporada que se haya hecho en esta disciplina.
Su camino de éxitos comenzó con su victoria en el campeonato de Europa, donde impuso su ley y en el que demostró que hoy por hoy no tiene rival en el Viejo Continente. Su supremacía es incontestable a nivel mundial, cuanto menos cuando el territorio y las contrincantes se reducen en número y también en calidad.
En el certamen disputado en Porec, Croacia, después del cancelado el pasado año en Bakú, Azerbaiyán, suponía la confirmación del excelente nivel mostrado por la deportista talaverana en una competición que estaba claramente destinada a terminar en su extenso palmarés, el cual forma ya parte del libro Record Guinness.
La competición que se celebró en mayo sirvió para confirmar también el gran nivel que tenía la atleta española cuyo gran objetivo no era otro que convertirse en campeona olímpica. Se trataba de una oportunidad única para ella y para todos los deportistas que pertenecen a esta disciplina.
La española, gran favorita a colgarse el ansiado metal, no defraudó y arrasó en el cuadro femenino llevándose el oro que le acreditaba como la mejor de la historia en este deporte. Esa victoria en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 suponía un hito inigualable para ella, ya que era la primera vez en la historia que la modalidad de kata se presentaba como disciplina olímpica.
Además, el valor era doble, no solo por convertirse en el primer oro olímpico de la historia, sino porque el kata ya ha sido confirmado como baja de cara al programa que estará presente en los próximos Juegos Olímpicos que se celebrarán en París. Un golpe muy duro para un deporte que ha tenido su punto de mayor énfasis mediático durante la cita de Tokio.
Una oportunidad única
Sandra Sánchez tiene ante sí un reto que ya de por sí es ilusionante, pero que solo está a su alcance y que serviría para romper la historia. Al no saber nadie cuándo podrán regresar el kata a unos Juegos Olímpicos, la talaverana tiene la oportunidad única que le brinda este 2021 tan especial de ser la única en completar la ansiada triple corona ganando Europeo, Juegos Olímpicos y el Mundial, el cual se está disputando estos días en Dubái después de haber sido suspendido en 2020.
Con el Campeonato de Europa en el bolsillo y con el primer oro olímpico de su historia colgando de su cuello, Sandra tiene la oportunidad de sumar otro hito a su carrera y a este deporte si consigue cerrar esos tres triunfos con el campeonato del mundo. Será difícil volver a encontrar otra temporada en la que las tres competiciones coincidan, ya que, como mínimo hasta los Juegos Olímpicos del año 2028, el kata no podrá estar entre los deportes presentes en la cita más importante del mundo.
La deportista española se propuso este gran reto a comienzos del curso y de momento ya ha conseguido subir dos escalones de esta dura escalera hacia el éxito. Solo le falta el último, aunque lo cierto es que no lo tendrá nada fácil en una tierra que le trae especiales recuerdos en su larga y no siempre fácil carrera deportiva.
Sandra Sánchez, al límite
A sus 40 años casi recién cumplidos después de su estancia en Tokio, ya que nació en septiembre de 1981, Sandra se está enfrentando a su temporada más larga y extenuante. Nunca había contado con la dura exigencia de tener que luchar por un premio tan alto como es una medalla de oro en los Juegos Olímpicos.
Sandra ha confirmado que llega un tanto al límite a la disputa del campenato del mundo, pero no duda en que podrá sacar su mejor versión en la decisiva final en la que se tendrá que jugar el premio mayor. La primera parte de la temporada se desarrolló con cierta normalidad y con muy buenas sensaciones. Sin embargo, tras los Juegos ha venido una pequeña crisis.
Después de conseguir ese hito histórico en Japón, Sandra ha tenido que acudir a multitud de actos y de homenajes para que toda la afición y las instituciones le felicitaran por su éxito reciente. Sin embargo, eso ha afectado a su preparación de cara a la cita de Dubái, ya que ha tenido menos tiempo tanto para entrenar como para descansar, y las pocas horas de entrenamiento de las que ha gozado han tenido que ser a una intensidad mayor y con una mayor carga de estrés por todo lo que le rodeaba.
Llega algo agotada física y mentalmente al campeonato del mundo, también porque su auto exigencia está siendo muy alta. Quiere demostrar que a pesar de haber sido la mejor durante los últimos años, todavía es capaz de ofrecer una versión óptima de su rendimiento y de que puede superar lo ofrecido en Tokio sorprendiendo a los jurados.
Durante todo su ascenso a la élite del kárate, Sandra ha aprendido que los jueces no solo le comparan con sus rivales, sino también con ella misma. Por eso, no solo necesita ganar o ser mejor que el resto, sino también ir implementando lo que ofrece en cada competición, la última de ella, los Juegos Olímpicos.
De momento, el resultado está siendo formidable ya que Sandra se encuentra en la gran final, en la pelea por el oro, la cual disputará el próximo sábado. Su rival será la japonesa Hikaru Ono, por lo que no se enfrentará a su gran oponente, la también nipona Kiyou Shimizu, quien se ha disputado con la talaverana las últimas coronas mundiales y el oro en los pasados Juegos Olímpicos y que está ausente en la competición.
Sandra comenzó defendiendo la corona que conquistó hace tres años en Madrid con la mejor puntuación a su vez de su grupo en la ronda inicial, 27.2 con el kata 'Kururunfa'. La ejecución del kata 'Suparinpei' en la segunda ronda mereció también la nota más alta, 27.14, que mejoró posteriormente en la tercera con una puntuación de 27.92 después de llevar a cabo el kata 'Papuren' con el que aseguró una nueva final. Por su parte, su compañero Damián Quintero también accedió a la final y se jugará el oro ante el campeón olímpico Kiyuna Ryo.
Todo empezó en Dubái
Dubái fue la sede elegida para celebrar los Mundiales de Kárate después de que la edición de 2020 tuviera que suspender por la pandemia. Por ello, ha habido que esperar más que nunca, tres años, para que se llevaran a cabo y en solo un año volverá a ponerse en juego el cetro mundial. Para entonces, Sandra podría llegar como nueva campeona.
Aunque llega agotada, Sandra tiene la confianza de que el esfuerzo y los entrenamientos hayan merecido la pena. De momento, lo que sí le ha repercutido una gran satisfacción es jugarse la corona mundial en un lugar muy importante para ella y para su carrera, ya que en Dubái comenzó su legado después de tiempos difíciles.
Hasta los Emiratos Árabes Unidos ha viajado junto a su entrenador y marido Jesús del Corral, de quien es inseparable. No es la primera vez que aterrizan allí juntos a la espera de encontrar un gran futuro, ya que lo hicieron en el año 2014 cuando la carrera de Sandra pendía de un hilo. Después de encontrar varias puertas cerradas en España, se vio obligada a tener que emigrar para encontrar una oportunidad.
En Dubái, un club le ofreció la oportunidad de competir a nivel internacional y allí permaneció hasta 2017, cuando ya se había consolidado como una gran estrella. Gracias a esa primera oportunidad, Sandra lleva sin bajarse desde el año 2015 de un podio internacional y se ha convertido en la mejor representante de esta modalidad en toda la historia. Su regreso a Dubái supone un bonito reencuentro para motivarse cara a cerrar su triple corona.
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