El universo del boxeo se enfrenta una vez más a una crisis de esas que se suelen llamar insuperables. Su vertiente amateur ha sido golpeada con un directo al mentón que se viene preparando durante meses en forma de investigación criminal, la cual ha determinado que en los últimos tiempos se han producido graves escándalos de amaños.
Concretamente, la mayoría de estas irregularidades se produjeron en torno a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, celebrados en la ciudad brasileña en el verano de 2016. El profesor y experto en procesos deportivos Richard McLaren ha sido el encargado de llevar a cabo este complicado trabajo que ha terminado de confirmar lo que muchos ya sospechaban y lo que algunos denunciaron en su momento.
McLaren, quien también estuvo inmerso en las acusaciones de dopaje de estado contra Rusia y que terminaron provocando una enorme sanción al país, ha realizado un trabajo que le ha llevado los últimos tres meses hasta poder afirmar con certeza que varios combates, tanto previos como pertenecientes a los Juegos Olímpicos de 2016, fueron amañados.
Además, Richard asegura que no solo se cambiaron puntuaciones o decisiones finales, sino que se llevó a cabo un complejo plan industrial para controlar hasta las designaciones arbitrales, las cuales se traducían en un trato desigual sobre el ring respecto a los dos luchadores.
De esta forma, y tal y como se ha anunciado desde Lausana, Suiza, se denuncia una manipulación en cadena de resultados en todo el universo del boxeo amateur, el cual tiene acceso a los Juegos Olímpicos mediante diferentes campeonatos y clasificatorios.
"Figuras clave decidieron qué reglas no se les aplicaban a ellos. Ha imperado una cultura del miedo, la intimidación y la obediencia". Estas son algunas de las duras palabras que ha utilizado el profesor McLaren para definir la conclusión de su dura investigación. A pesar de que no se ha transmitido el número total de combates que se podrían haber manipulado, las estimaciones hablan de un número alrededor de 10, algunos de ellos con medallas en juego.
"Esta estructura informal permitió que árbitros y jueces cómplices y obedientes... fuesen asignados a determinadas peleas para poder manipular su desenlace". En su informe, McLaren, a través de varios testigos, habla incluso de pago de sobornos por valor de cientos de miles de dólares para elegir a los vencedores de un combate.
Corrupción de la AIBA
La Asociación Internacional de Boxeo Amateur siempre ha estado en el ojo del huracán por este tipo de conflictos, pero estas sospechas han sido todavía mayores a comienzos de la pasada década. Es por ello que desde la propia asociación se haya solicitado la realización de esta compleja y completa investigación sobre lo sucedido alrededor de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
De la AIBA depende el rumbo olímpico de este deporte que tiene un curioso funcionamiento ya que los púgiles que acceden a estos eventos no son reconocidos como profesionales, a pesar de que lo sean. Las sospechas que siempre generó el proceder que se llevó a cabo en aquellos Juegos ha obligado a Umar Kremlev, un empresario ruso que ejerce como director desde el pasado mes de diciembre, a realizar esta investigación para esclarecer los escándalos de amaños que provocaron una corrupción interna sin precedentes.
"Se contrató al profesor McLaren porque no tenemos nada que ocultar. Trataremos de incorporar cualquier recomendación útil y buscaremos asesoría legal en relación con lo que se debe hacer con quienes haya participado en el arreglo". Estas han sido las contundentes palabras con las que Kremlev condenaba los hechos y explicaba sus decisiones actuales. Las acusaciones se centran ahora sobre los antiguos rectores de la Asociación Internacional de Boxeo Amateur, Gafur Rakhimov y Wu Ching-Kuo, a quienes se señala como principales culpables y cabecillas de esta trama. Este último estaba al mando de la Asociación durante la celebración de los Juegos de 2016.
El caso Michael Conlan
Uno de los mayores escándalos producidos en aquella época fue la derrota del boxeador Michael Conlan frente a Vladimir Nikitin en los cuartos de final de peso gallo tras una decisión dividida muy polémica. A pesar de que no se ha especificado de manera oficial que dicho combate fuera uno de los investigados y amañados, sus quejas levantaron un gran revuelo y que ayudaron a que se haya podido llegar a esta situación de claridad.
Varios combates previos a aquellos Juegos Olímpicos levantaron ciertas sospechas, pero fue lo ocurrido en Río de Janeiro lo que terminó colmando el vaso de la paciencia de muchos que empezaron a no mirar para otro lado. Fue el caso de Conlan, quien tras su derrota acusó a la AIBA de corrupción.
Tras lo sucedido, el irlandés decidió iniciar una campaña de desprestigio contra la Asociación Internal intentando que el mayor número de boxeadores posibles decidieran no ir a los Juegos Olímpicos. El boxeador acusó a los dirigentes de haberle robado un sueño, calificándoles de bastardos y de ladrones. Su objetivo no era otro que el oro. Desde aquel momento decidió que nunca más intentaría pelear por estar en unos Juegos Olímpicos y animaba a más púgiles a tomar el mismo camino como protesta.
Los JJOO, en peligro
La situación de la Asociación Internacional y del boxeo dentro del espectro olímpico es ahora realmente complicada. Sin embargo, no es algo novedoso, ya que lo lleva siendo desde hace unos años y todo gracias a las malas artes de Gafur Rakhimov y su séquito. De hecho, el Comité Olímpico Internacional decidió suspender a la AIBA en el año 2017 y ahora se temen represalias mayores.
Las consecuencias podrían poner en peligro la existencia del boxeo como deporte olímpico incluso para la próxima edición que está por disputarse, la de Paris 2024. Esta opción parece algo lejana, ya que queda poco tiempo como para acometer una sanción tan dura, pero el futuro olímpico de esta disciplina. más allá de la cita parisina está en el aire.
De hecho, ya en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, en los que las sospechas sobre la AIBA eran bastante grandes, se produjo un cambio importante. Ninguno de los árbitros participantes en Río 2016 estuvo en la competición celebrada en Japón por decisiones internas y fue el Comité Olímpico Internacional quien organizó la justa y no la propia AIBA.
Ahora, las esperanzas del boxeo amateur se centran en el poder y la limpieza de Umar Kremlev, un poderoso empresario ruso que ha invertido enormes cantidades de dinero en volver a hacer grande el boxeo. De momento, tras su llegada, se ha llevado a cabo un proceso de saneamiento de la institución y los premios para las diferentes competiciones de la temporada han crecido considerablemente. Por ello, desde el entorno del boxeo amateur, aunque hay cierto temor, se confía en que todo se termine subsanando de manera satisfactoria y gracias a la presencia de Umar.
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